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Mundo Obrero. Macri y Mc Donald’s: un modelo de trabajo chatarra para los jóvenes

Cuando Macri y sus ministros-gerentes anunciaron el acuerdo con McDonald’s, no pararon de circular por las redes sociales dibujos e ironías.

Nicolás del Caño

Nicolás del Caño @NicolasdelCano

Jueves 19 de mayo de 2016 16:04

El presidente disfrazado del payaso Ronald, el ministro Triaca con sus “combos de salarios bajos”, la cajita infeliz y el empleado del mes (de las multinacionales). Era una forma de expresar la indignación que sentimos cuando nos enteramos que la cadena de comidas rápidas norteamericana, según el acuerdo con el gobierno, podrá contratar 5000 jóvenes en “situación de vulnerabilidad”. Tienen que tener entre 18 y 23 años y cobrarán $ 4500 por seis horas diarias de trabajo.

Como el acuerdo es en el marco del Plan Primer Empleo que impulsa Macri, McDonald’s además recibirá jugosos subsidios estatales y descuentos en impuestos y contribuciones patronales. El Estado pondrá $ 1000 del sueldo mensual de cada joven, o sea que aportará 60 millones de pesos por año.

El día que nos enteramos de este convenio estuve en televisión debatiendo con diputados del PRO, y lo denunciamos duramente. Hay que decirlo sin vueltas: Macri subsidia a una multinacional explotadora como McDonald’s y lo pone como un ejemplo de cómo generar empleo juvenil y “atraer inversiones”. Pero además, es una forma de bajar el salario de todos los trabajadores, porque las empresas prefieren contratar empleados con estos planes que fomenta el gobierno, y presionar así a los que tienen salarios de convenio.

Nada nuevo

Estos planes “Primer Empleo” no los inventó Macri, es cierto. Fue uno de los caballitos de batalla del gobernador De la Sota en Córdoba. Miles de jóvenes entraban a las autopartistas e incluso las terminales automotrices con sueldos de misera, una parte bancados por el Estado. A mí me tocó vivir la precarización en los call centers y restaurantes.

Son millones de jóvenes que sufren esta situación. Y eso significa problemas para poder estudiar, independizarte de tu familia, hasta la imposibilidad de divertirte porque laburás 12 horas y hasta los fines de semana. La mayoría de las veces no tenés derecho a organizarte, ni discutir condiciones de trabajo. Para la burocracia sindical sos un cero a la izquierda.

Lo pude ver estos años en la metalúrgica Liliana de Rosario, en los supermercados Atomo de Mendoza, en los call centers de Córdoba o las autopartistas de Buenos Aires. Chicos y chicas que ven cómo sus patrones se llenan los bolsillos, mientras ellos no han tenido ningún avance real en sus condiciones de trabajo y sus condiciones de vida. Porque esa precarización en el trabajo te lleva a la precarización en la vida. Y las mujeres son las que peor la pasan.

Pero la precarización de los jóvenes de hoy tampoco la inventó Macri, mal que les pese a quienes defienden la gestión kirchnerista. Como denunciaba en la campaña electoral y cada vez que me tocó participar de una lucha en estos años, para la juventud fue “la década prekarizada”. Un millón y medio de pibes que no trabajan ni estudian, una desocupación que triplica la de los adultos, una precaridad que soportan la mitad de los laburantes de menos de 25 años. A Macri le viene muy bien ese “legado”. Hasta el ministro Tomada ha sido el abogado del gremio de Pasteleros que viene permitiendo el fraude laboral de McDonald’s e impulsaba desde el Ministerio el programa “Jóvenes con Futuro”, cuando la empresa ya era un emblema del trabajo chatarra.

Por los derechos de la juventud trabajadora

En estas páginas te mostramos los testimonios que llegaron de muchos jóvenes cuya vida laboral ha sido bajo el “modelo McDonald’s”. Tienen bronca. Pero también son parte de las nuevas generaciones que se rebelan contra esas condiciones. No sólo en Argentina. Si levantamos la vista y miramos el mundo, en estos años vimos a los jóvenes árabes que se levantaban por sus derechos, después en España y Grecia, y ahora mismo a la juventud francesa que se une a los obreros para luchar contra las leyes de precarización. Hoy en Argentina los estudiantes, muchos también trabajadores, empiezan a salir a la calle contra el recorte de la educación pública.

Los mismos trabajadores de McDonald’s y Burguer, muchos negros y latinos, crearon un movimiento para que les paguen 15 dólares la hora y organizaron una huelga en 50 ciudades de EEUU y otros 30 países. ¿Quién dijo que hay que “pagar derecho de piso” y resignarse? Somos parte de esa juventud que no le debe nada al capitalismo.
Con el PTS en el Frente de Izquierda y nuestras agrupaciones obreras y juveniles vamos a seguir peleando junto a la juventud que se rebela contra los trabajos chatarra y este sistema de miseria.


Nicolás del Caño

Es diputado nacional por el Frente de Izquierda y dirigente del PTS. Es autor del libro Rebelde o precarizada. Vida y futuro de la juventud en tiempos de FMI.

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