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Red Internacional
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Crónica. Maderas al Mundo: el adentro antes de la represión

Represión a los trabajadores, balas de gomas a los luchadores, eso es lo que ofrece la policía neuquina.

Tomás Máscolo

Tomás Máscolo @PibeTiger

Viernes 8 de diciembre de 2017

Imágen y video: Florentina Vivas

Hace menos de un mes La Izquierda Diario recorrió este aserradero y entrevistó a las y los protagonistas de esa lucha. Durante la mañana del viernes 8 de diciembre la Policía de la Provincia de Neuquén ingresó violentamente, en el operativo detuvieron a tres trabajadores de MAM, de apellidos Córdoba, Aguilera y Dinamarca.

La represión no escatimó en balas de goma, dejando muchos heridos. Uno de ellos es el diputado provincial por el PTS-FIT Raúl Godoy. Al mismo lo balearon y le quebraron el peroné. Pero su respuesta no se hizo esperar: "Están queriendo generar un enemigo interno para, como dijo la ministra Bullrich, pasar por encima de la justicia, usar la figura de flagrancia y primero disparar y después preguntar. Todas las últimas actuaciones de las fuerzas de seguridad lo demuestran, incluso sin orden judicial para muchos procedimientos de desalojo. Estas acciones tienen ese carácter, amparado y fomentado desde Patricia Bullrich, Pablo Noceti y todos los gobiernos provinciales que aplican estos planes de ajuste".

La represión a los y las trabajadoras de MAM y a los diputados de la izquierda intenta ser un escarmiento contra aquellos que resisten a una política contra la clase trabajadora y los sectores oprimidos. Conocé la fábrica por dentro.

MAM por adentro

Fue a comienzos de noviembre de este año, en Neuquén. Allí, conocí a Germán y a Hugo. Es en su fábrica donde aprendí que todavía hay mucho por lo que luchar, una pelea en común contra un sistema de explotación y opresión.

Germán tenía los ojos llenos de lágrimas y su voz se quebraba de tanto en tanto. Es muy parlanchín y nos mostró desde la primera hasta la última máquina. Comparte el orgullo del trabajo realizado junto a su compañero Hugo, que es más callado y observador.

Madereras al Mundo (MAM) estuvo atravesada por un duro conflicto que empezó el 3 de julio cuando el Directorio de la empresa decidió, sin previo aviso, cerrar las puertas de la fábrica de manera ilegal, dejando en la calle a 94 familias trabajadoras.

Durante estos casi 5 meses los trabajadores no han recibido solución alguna al reclamo por la reapertura de la fábrica y la continuidad de las fuentes de trabajo, ni por parte de los empresarios, ni por parte del gobierno provincial. Pero eso no significa que no la sigan defendiendo.

Germán nos muestra un vídeo de cómo realizaba el trabajo que ya no puede hacer más, porque la fábrica no está en funcionamiento. “Esto es mi vida, hace 35 años que trabajo acá, tengo 3 hijos y la misma cantidad de changas para poder mantenerlos”.

En el recorrido les cuento que soy transexual y que si bien nunca pase una situación como la de ellos, se lo que es que te ningunee un patrón, tener más de un traba para subsistir y esa bronca visceral que te sale frente al desdén de aquellos que se creen mejor que uno. Más de 30 trabajos, innumerables entrevistas de laburo y el rechazo de las patronales me generaron un odio de clase, como el que transmiten ellos.

La confianza se gana, se relajan y me siguen contando todo el proceso de la madrea. Hacen desde cajas hasta palos de escoba, todo se usa y se recicla. Del mismo tamaño de su convicción para luchar es la precisión con la que saben del proceso y de su maquinaria.

En un momento del recorrido, uno de ellos me pregunta cómo es que empecé a militar. Les cuento brevemente que empecé por la política de género con Pan y Rosas y que Zanón me terminó de convencer - la fábrica recuperada del 2001 en manos de sus trabajadores y gestionada por ellxs- el ejemplo de coraje y libertad. Ahí Germán me frena, una sonrisa se dibuja en su cara y me dice que "nosotros cuando tomamos la fábrica cruzamos enfrente y les dijimos a los de Zanón que queríamos luchar como ellos".

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Sorprendieron en corto tiempo y lucharon y lo siguen haciendo. Entre las fotos que me muestra en su celular están las comidas que arman para abastecerse, un gran cocinero que hace magia con las tortas fritas y lograron poner una cocina para venderlas en la ruta y con ello sumar al fondo de huelga. La mayoría de los trabajadores tienen hijos, algunos van a la escuela otros ya estudian (ya no estudian o estudian en la universidad?). Todos tienen apelaron al arte para apoyarlos y sus obras están en la cocina improvisada que tienen.

El recorrido sigue, las anécdotas fluyen pero un cartel del banco Galicia llama la atención de todos. Los dueños de la fábrica les dejaron un “regalo”, un warren del banco Galicia (parte de la fábrica esta en garantía), pidieron un préstamo y toda la semana un agente del banco va a verlos, el capital a la orden del día.

Sin las mujeres la lucha va por la mitad

En una ciudad acostumbrada a lucha los ritmos son intensos, es así que de MAM partí a la Universidad de Comahue para dar la charla sobre: Sexualidades en Debate. Los nervios no me jugaron en contra porque estaba con camaradas, con sonrisas y muchas dudas pudimos debatir sobre las peleas que tiene la diversidad sexual a lo largo de la historia.

Todos tuvimos acuerdo en que la pelea de la diversidad sexual se hermana con la de la clase trabajadora porque tienen varios enemigo en común: la policía, el estado y sus gobiernos, las patronales y la Iglesia. La policía que nos reprime, el Estado y los gobiernos que garantiza que tengamos trabajos precarizados o que ni siquiera el acceso a uno, la Iglesia, que con su discurso contra las mujeres y LGBTIs, quiere dividirnos para que no luchemos juntos.

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Al lado mio estaba Carmen Puel, quien escuchó atenta toda la charla, tiene una sonrisa intensa y unos ojos que irradian lucha. “Aprendí a luchar por ustedes también”, nos dijo. A mí y a las compañeras travestis presentes que están peleando por la implementación del cupo laboral trans.

La emoción me trajo a la cabeza una imagen de la película Pride, no teníamos un ballroom pero si pudimos bailar en la Fiesta de la Liberación de esa noche. Es que al buen decir de Perlongher “no queremos que nos persigan, queremos que nos deseen”

En la calle

No fue la última vez que los vi en Neuquén, el viento característico de la ciudad nos llevó a una a marcha contra unos allanamientos que se dieron esa tarde en la casa de un compañero y otros activistas por parte de la policía de la provincia buscando a supuestos terroristas. El nombre de Santiago Maldonado se me viene a la cabeza y es nombrado en las canciones de repudio que se daban en el monumento de la ciudad.

Es ahí que conocí a Franco, lo saludé y le conté que conocí su fábrica, me contaron de su lucha y quería saber cuál era su opinión del conflicto. "Lo hemos denunciado desde el primer día. La crisis no existe, no la pudieron demostrar y por eso lo único seguro que hay es que el gobierno va a poner dinero para la empresa, por eso sostenemos que todos tenemos que volver a nuestros puestos de trabajo”.

Los dos marchamos por las calles de Neuquén junto con otros compañeros. La imagen de su abrazo plasma la unión de una estrategia: la unidad de la clase trabajadora con los sectores oprimidos.

Enemigos en común: la Iglesia, el milico y el patrón

Paralelamente en la Ciudad de Buenos Aires se marchaba en una nueva edición de la Marcha del Orgullo. Su consigna principal era contra el protocolo de Bullrich. El mismo intenta legitimar a las fuerzas represivas, no es casual: se enmarca en el resultado electoral de Cambiemos y la crisis del peronismo-kirchnerismo. En esto se apoya el macrismo para poder avanzar con los planes que el FMI y los empresarios le exigen impacientes: aplicar su paquete de leyes de contrarreformas laborales, educativas y tributarias para barrer con conquistas del pueblo trabajador que ya tiene el visto bueno de los empresarios, gobernadores peronistas y burócratas sindicales, y que tendrá mayor impacto en los sectores más sometidos de la sociedad como las y los LGBTI.

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Con ellos tenemos un enemigo en común, el sistema capitalista, donde los empresarios se organizan y forman sus partidos como el PRO para garantizarse sus ganancias y vida cómoda a expensas de la gran mayoría. Así como ellos se organizan para defender sus intereses, los explotados y oprimidos. Tenemos el desafío de hacerlo en un partido que se proponga pelear por nuestra verdadera libertad, por una sociedad en la que podamos “vivir nuestra vida plenamente”.

La represión de este viernes 8 de diciembre, es otro ataque a los y las trabajadoras. El día lunes habrá movilización en el marco de un paro decretado por la CTA Neuquén para repudiar la represión y el desalojo. Ganemos las calles porque si nos tocan a uno nos tocan a todxs.


Tomás Máscolo

Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.

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