Este miércoles se tratará el proyecto de expropiación de la gráfica sin patrones en la cámara de diputados de la provincia de Buenos Aires. Te contamos lo que la gestión obrera viene haciendo en este terreno.
Martes 24 de septiembre 18:43
Fuente: El Teclado
En todos estos años de gestión obrera (2014-2024), Madygraf mostró que ante los cierres de fábrica hay una salida para los trabajadores que no es la resignación y la desocupación. Quienes eran los trabajadores de RR Donnelley no solo recuperaron esta gráfica, garantizaron los puestos de trabajo, incorporaron a las mujeres a la producción, crearon una juegoteca y continuaron la solidaridad y la coordinación que ya venían practicando. Además, en toda esta experiencia el medioambiente ganó con la gestión obrera. Pasamos revista y te contamos cuáles son estos hitos.
1. Reconvertir la producción y cuidar el medioambiente
Siendo una fábrica gestionada por sus trabajadores, y ante la caída de la industria gráfica, se pusieron a pensar cómo podrían reconvertir la producción, para garantizar los puestos de trabajo y al mismo tiempo colaborar con el cuidado del medioambiente. Así, en 2021, encararon la elaboración de bolsas de papel para ayudar a reducir el uso de bolsas de plástico y para ello modernizaron la planta con nueva maquinaria. En un contexto de crisis climática, para los trabajadores fue un gran orgullo poner en práctica este aporte. Algo completamente opuesto al greenwashing que hacen los capitalistas, esa práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica, cuando lo que hacen es todo lo contrario.
Este fue otro paso más. Anteriormente, en plena pandemia por el Covid, mientras las multinacionales y los gobiernos hacían negociados a costa de miles y miles de vidas, especulando con las vacunas y los insumos médicos y vaciando aún más la salud pública, Madygraf demostraba ser un gran ejemplo y ponía la fábrica al servicio de las necesidades de la mayoría. En aquel 2020, reconvirtieron parte de su producción, para ayudar con el abastecimiento de alcohol sanitizante, barbijos y mascarillas a los centros de salud cercanos que no recibían nada o casi nada.
En ambas reconversiones pusieron una y otra vez en marcha la unidad que conquistaron con estudiantes, técnicos y profesionales. También hace poco presentaron junto a investigadores docentes de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPaz) un proyecto para la tercera convocatoria del Fondo de Innovación Tecnológica Bonaerense (FITBA) 2024 alrededor de las bolsas de papel.
2. El agua: intentar un tratamiento de efluentes para no contaminar el barrio vecino
Cuando ocuparon la fábrica y la pusieron a producir, vieron que habían heredado muchas cosas más de la gestión patronal, entre ellas la contaminación del arroyo que pasaba por la planta y seguía hacia el barrio vecino. Rápidamente decidieron tomar cartas en el asunto tratando de implementar una planta para el tratamiento de efluentes. Fue una de las primeras medidas que tomó la naciente gestión obrera: basta de contaminar el agua de la gente. La empresa tenía esa planta a medio instalar o, mejor dicho, con una instalación obsoleta heredada de Editorial Atlántida, la antigua dueña.
Pero claramente la protección del ambiente nunca fue prioridad de patronal alguna. Nunca se habían preocupado a dónde iban los químicos residuales derivados de la producción, que en plantas industriales tan grandes como esta es hacia la tierra, contaminando las napas de agua que la gente consume. Las empresas mayormente contaminan y luego a lo sumo pagan alguna multa. Las gestiones obreras por el contrario se interesan en evitar esa contaminación, porque hace a las condiciones de su propia vida, de sus barrios. Esta acción también fue pensada por los trabajadores como un ejemplo hacia el resto de la clase trabajadora.
3. Las energías renovables y eficiencia energética
En un momento (2018), los trabajadores comenzaron a implementar el ahorro energético. Fue una respuesta a los tarifazos. En medio de un océano de empresas (privadas) subsidiadas, las tarifas a las cooperativas y gestiones obreras son una manera de ahogarlas económicamente. En esa búsqueda de ahorro de energía, los trabajadores iniciaron un plan de eficiencia energética, con el cual sostener los puestos de trabajo y disminuir la llamada huella de carbono, que consistió en un uso más racional de la energía.
Luego, en 2022, sumaron el empleo de energías renovables a través de la instalación de paneles solares, lo que acompañó el proyecto general de transición energética que la fábrica venía implementando a través de un “Sistema de Gestión de la Energía”, con el cual, durante 2021, lograron reducir en un 60 % la factura de luz. Junto a esto, el Curso de Formación Laboral para Instalación de Paneles, que impulsaron en común con centros de formación públicos, buscó aportar a una capacitación con salida laboral.
4. Unidad con el movimiento ambiental contra el extractivismo, en las calles y en la fábrica
En diciembre de 2021 y mayo de 2022, Madygraf abrió sus puertas a jornadas por la defensa del medioambiente, soldando la unidad obrero-ambiental. Fueron experiencias inéditas en el corazón de una fábrica. Participaron organizaciones ambientales nucleadas en la BFS, trabajadores industriales, docentes y de los servicios junto a asambleas de desocupados y estudiantes. Todos con la profunda convicción de enfrentar al extractivismo que viene de la mano del FMI y el apoyo al pueblo de Chubut que en ese momento estaba luchando contra la rezonificación minera y en defensa del agua.
También en las calles los trabajadores de Madygraf han sido parte de las movilizaciones por la crisis climática, en las marchas de la Huelga Mundial por el Clima y contra la explotación del Petróleo Off Shore (en el mar). Apoyaron la lucha del pueblo jujeño contra la avanzada sobre el litio, así como fueron parte de las convocatorias que este año se hicieron contra la Ley Bases, que incluía el RIGI.
5. La asamblea, esa primera persona plural y una historia que viene de antes
Madygraf funciona a través de la asamblea. Ese es el organismo colectivo de decisión, la herramienta para defender los puestos de trabajo. Es donde se discute qué producir, cómo producir y para qué, así como también la coordinación con otros sectores. En este 2024, fue decisión de la asamblea salir a las calles para enfrentar la política de Milei, en defensa de la educación pública en la gran marcha de abril, de articular con otros trabajadores, con las asambleas barriales y con la lucha de los jubilados.
La asamblea es una práctica que los trabajadores de Madygraf fueron forjando mucho antes de ser una gestión obrera, como se puede leer en este libro escrito por sus trabajadores que acaba de salir y que te recomendamos. En la asamblea, cada compañero y compañera participa, opina, discute y vota.
Por eso, todos estos hitos que te fuimos contando sobre la importancia medioambiental de Madygraf están ligados indisolublemente a esta forma de organización democrática de funcionamiento y al empleo racional de los bienes comunes naturales como el agua y de recursos como la energía. Su existencia es una buena noticia para toda la clase trabajadora. Por eso es importante que apoyemos y acompañemos la Ley de Expropiación de Madygraf.