Viernes 17 de julio de 2015
Foto: María Victoria Moyano y Olga Fagundez
Foto: María Victoria Moyano y Olga Fagundez
Olga Fagundez es la maestra de primer grado de Victoria Moyano. Al enterarse de que Viky estaba acompañando a las maestras y las familias del Jardín 2 de Flores, sintiendo un gran orgullo por esa niña quien fuera su alumna, le dedicó las palabras que abajo reproducimos para Viky y para todas las maestras y familias que hoy están luchando por Justicia por Agustín.
Olga ya está jubilada, sin embargo su historia como maestra de una nieta recuperada es un ejemplo del rol que los maestros juegan día a día en las escuelas. Afirma “los maestros históricamente somos, quienes más cerca estamos de las familias. Los conocemos y ayudamos en sus problemas” y por ello “es injusto y reprochable que las autoridades hagan responsables a las docentes por la tragedia de Agustín”
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¡Justicia por Agustín!
Soy "la maestra de María Victoria Moyano Artigas"; orgullosa de ese título desde que fuera recuperada por Las Abuelas.
Maestra de 1° entonces, mimaba y consolaba a esa niñita que pedía por sus padres biológicos.
Ella no sabía que ya había hecho la denuncia por ser una presunta nieta secuestrada.
Durante la dictadura 76 - 83, no había protección ni refugio para las familias. Se robaban niños y desaparecían personas.
Las escuelas, los maestros éramos casi el único baluarte de contención y ayuda; supimos hacerlo.
Hoy mi querida María Victoria está conmovida por la horrible muerte de Agustín, alumno de la salita de 5 años del JIN 2 D.E 12 y por la separación de sus cargos de la maestra y la directora Elsa y Alejandra. Ambas actuaron en su momento no pudiendo arrancarlo de las garras del malvado que lo mató.
Vivimos una enorme crisis social, política, judicial, habitacional, y la violencia familiar que trae aparejada. Ante esta situación los docentes seguimos siendo los referentes válidos y a veces los amortiguadores de las carencias y errores ajenos como en este caso.
Necesitamos: ¡Urgentes medidas para contrarrestar la violencia contra los menores! ¡Restitución en sus cargos de las docentes separadas! ¡JUSTICIA POR AGUSTÍN!
Un pobre angelito al que ya no veremos crecer... Perdón pero lloro, no puedo seguir."
Olga Fagundez
En plena dictadura hizo la denuncia a Abuelas ni bien sospechó que Viky había sido apropiada “Ella decía que era adoptada pero su partida decía que era hija biológica, algo no me cerraba” en esa época “Las escuelas, los maestros éramos casi el único baluarte de contención y ayuda; supimos hacerlo.”
Y como Olga son miles las docentes que desde el anonimato del aula, hacen lo imposible para que sus alumnos tengan la mejor educación, sean felices en la escuela, jueguen, se rían, se hagan amigos y aprendan. Pero como cuenta Olga también son quienes contienen, preguntan, abrazan, escuchan y se involucran en la vida de sus alumnos.
