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Red Internacional
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ABAJO LAS SANCIONES. Más injerencia imperialista: Trump bloquea bienes de Venezuela en EE. UU.

Trump firmó este lunes una orden ejecutiva para "bloquear" totalmente los activos del Estado venezolano en Estados Unidos. Cuáles son los alcances y qué hay detrás de esta medida. Rechacemos el bloqueo.

Martes 6 de agosto de 2019 12:08

Donald Trump emitió este lunes una nueva orden ejecutiva que anunció como “un bloqueo total” a los bienes que pertenecen al Estado venezolano en territorio estadounidense. La misma es decretada en momentos en que se continúan las reuniones en Barbados entre la oposición de derecha encabezada por Guaidó y el gobierno de Maduro, y un día antes de la Conferencia de Lima que trataría el tema de Venezuela y en la que EE. UU. estaría representada por John Bolton, y el Secretario de Comercio, Wilbur Ross.

En la orden ejecutiva de Trump se establece que "Todos los bienes e intereses en bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos (...) quedan bloqueados y no se pueden transferir, pagar, exportar, retirar o negociar con ellos de otra manera", y que habría entrado en vigor este lunes. Uno de los motivos que citó Trump era "el intento de socavar la autoridad" del líder opositor Juan Guaidó, al que EE.UU. considera “mandatario legítimo de Venezuela”.

El Gobierno de Trump no detalló en su orden ejecutiva qué bienes mantenía Venezuela en territorio estadounidense y en consecuencia quedan afectados por la medida. El principal activo estatal venezolano en Estados Unidos, la petrolera Citgo, ya estaba bloqueado desde enero a raíz de las sanciones que el Gobierno de Trump impuso contra Petróleos de Venezuela (PDVSA). Siendo que el Ejecutivo estadounidense reconoció una nueva junta directiva nombrada por el autoproclamado “presidente interino”, Juan Guaidó. De la misma manera ya existían otras medidas colaterales para operaciones financieras y la afectación de bienes líquidos, además de otras que afectaban directamente a funcionarios del gobierno de Maduro.

Pero por fuera de la empresa Citgo y cuentas vinculadas al Estado venezolano, además de propiedades de inmuebles usadas generalmente para representaciones gubernamentales o embajadas, Venezuela no tiene muchos más activos en suelo estadounidense. Por eso la medida hasta el momento no es muy clara en cuanto a sus efectos, para algunos no apuntaría más que a una amenaza a extenderla a terceros aliados del gobierno de Maduro y/o entidades extranjeras que mantengan negocios con Estados Unidos. No existen las llamadas sanciones secundarias contra empresas e individuos de terceros países. Y como veremos más adelante, buscaría a ejercer mayor presión en la mesa de negociaciones de Barbados, y también hay analistas que señalan que esta medida busca responder al plano interno estadounidense, afirmando que podría ser “una movida electoral” dirigida a su “base política”.

Aunque algunos lo tratan como un “embargo” al estilo del que se le ha aplicado a Cuba, esto aún estaría lejos de eso, en particular, porque evita el considerable sector privado de Venezuela, así como también al propio sector privado estadounidense para que siga negociando con Venezuela.

Algo de esto trató de aclarar el propio Bolton este martes en Lima cuando afirmó que "el objetivo directo del bloqueo impuesto a los bienes del Gobierno de Venezuela en EE.UU. son Nicolás Maduro y las instituciones ilegítimas dirigidas por él", limitando así los posibles alcances inmediatos de la decisión unilateral de Trump.

De hecho el 25 de julio, el Departamento del Tesoro de EE.UU. autorizó a un grupo de empresas petroleras de origen estadounidense a hacer negocios en Venezuela. Es el caso de Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes, Weatherford International. La mayoría de la prensa imperialista ha silenciado esta reciente medida, y ni el gobierno de Trump ha dicho que quedaría anulada.

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Al mismo tiempo, el 23 de julio, el encargado de Latinoamérica en la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone, lanzaba una amenaza directa al gobierno de Maduro: tiene un "corto plazo" para dejar el poder. Las sanciones (...) seguirán incrementándose y serán mucho más duras de lo que son”.

Pero es de recalcar que mientras se lanzan estas nuevas órdenes ejecutivas por parte de Estados Unidos, transcurren en Barbados reuniones entre el gobierno de Maduro y representantes de la oposición, en un total hermetismo y con el apoyo de Washington. Y hasta el momento, una vez lanzada la nueva orden ejecutiva, nadie ha pateado la mesa, ni el gobierno de Maduro ni la oposición de derecha. Por lo que no podría dejar de interpretarse estas nuevas medidas del gobierno de Trump para presionar con más fuerza en la mesa de negociaciones, tomando en cuenta que, en el plano interno, la oposición de derecha, luego de sus arremetidas del 23E y el 23F y la intentona golpista del 30A ha quedado muy debilitada y con muy baja capacidad de movilización.

También es de tener en cuenta que este martes comenzó el Lima la llamada “Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela” en la que supuestamente estarían asistiendo representantes de “más de 50 países” (el número es alusivo a la cantidad de gobiernos que han reconocido a Guaidó), y en la que participan como “ponentes” el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, y el Secretario de Comercio, Wilbur Ross.

Mientras en Venezuela se continúa viviendo una dramática catástrofe que solo tiende a empeorar, desde Estados Unidos y con todo el apoyo del derechismo continental e internacional, continúan emitiendo nuevas órdenes ejecutivas, aumento de las sanciones económicas, sanciones que en realidad no hacen más que incrementar las calamidades del pueblo. La hipocresía y el cinismo están a la orden día: mientras hablan de “crisis humanitaria” solo piensan en establecer medidas para que las penurias sigan creciendo.

Como vimos, Guaidó rápidamente salió a apoyar la nueva medida de Trump, siendo el más fiel servidor y lacayo del imperialismo, apoyando cada medida de confiscación de bienes venezolanos en el exterior, defendiendo a multinacionales como Chevron, clamando para que Venezuela vuelva al redil del TIAR (un tratado diseñado a imagen y semejanza de Estados Unidos) y más recientemente hemos visto cómo sus personeros están facilitando que empresas transnacionales se hagan de importantes activos como es el caso de Citgo.

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Hay que oponerse firmemente a este intervencionismo imperialista y a esta nueva medida ejecutiva de Estados Unidos, que sólo busca agravar la situación del pueblo venezolano. Ese rechazo al intervencionismo en modo alguno significa algún tipo de apoyo a Maduro, quien buscando una sobrevida para toda su casta burocrática y que, aliado de sectores económicos, participa activamente en las negociaciones de Barbados, iniciadas en Oslo, en busca de pactos a espaldas del pueblo.