Concentrados frente al SJOIIM, cientos de obreros obligaron al dirigente sindical a realizar un llamado para generalizar el paro. Este llamado puede generar una nueva oleada de obreros movilizados
Viernes 18 de enero de 2019
Cientos de obreros se concentraron este 17 de enero por la mañana fuera del Sindicato de Trabajadores de Plantas Maquiladoras y Ensambladoras de Matamoros (SJOIIM) en Matamoros, acompañados de la abogada Susana Prieto para exigir a la dirección sindical que llame a todos los obreros a sumarse al paro y haga expreso su respaldo al movimiento de obreros maquiladores.
La ausencia clara de un llamado desde el sindicato para que el conjunto de los obreros se sumen a la lucha permitió que un porcentaje de trabajadores siguiera laborando y que las empresas intenten maniobrar para dividir y amedrentar con despidos masivos. Hasta hoy el sindicato declaraba que cualquier trabajador podía asistir a laborar o no hacerlo según su propio criterio, una postura que boicoteaba el paro.
Desde el arranque del paro en 45 maquilas de la ciudad de Matamoros, los trabajadores de base que sostienen la lucha han denunciado la falta de apoyo de la dirección sindical.
Las críticas comienzan sobre los delegados sindicales de cada fábrica y turno y escalan hasta el Secretario General, Juan Villafuerte. Se cuestiona desde su pasividad ante la lucha, hasta su colaboración con las empresas e incluso hasta de estar comprados por éstas.
En el caso de Juan Villafuerte se le acusa de corrupto, de vender los derechos más básicos de los trabajadores, obstaculizar que los ejerzan y de vivir a costa de estos.
Los obreros cuestionan el alto porcentaje de descuento salarial que va a parar al sindicato. El monto se eleva hasta el 4%, mismo que aumenta si se trabaja tiempo extra e incluso se les descuenta un porcentaje de la liquidación que reciben cuando son despedidos. Se suma en el último período el aumento de la semana laboral de 40 a 48 horas sin aumento salarial.
Básicamente Villafuerte vive lujosamente a costa de los obreros del SJOIIM y se ha negado a empujar la lucha que miles de trabajadores sostienen desde el sábado 12. Para garantizar esto, maneja burocráticamente la organización sindical.
La lucha obrera avanza a pesar y en contra de su dirección, hay que superarla
A causa de esto, los trabajadores han tenido que empujar a cada paso a su sindicato. Incluyendo la exigencia de un emplazamiento legal a huelga que el propio sindicato tramitó mal y tarde. No cabe duda de que el charro espera desgastar a la base y la avanzada de este movimiento que sigue en pie y que tiene aún posibilidad de extenderse.
La pelea de los obreros matamorenses se enfrentó desde el inicio a esta dirección sindical charra y corrupta. Una dirección que lejos de defender los derechos y los intereses de sus trabajadores, pactado con los patrones a espaldas de los trabajadores.
Además de eso, los combativos obreros enfrentan a un gobierno local del Morena, encabezado por Mario Alberto López Hernández, que juega a favor de los empresarios. Han sufrido también amenazas y el hostigamiento de las empresas, que han anunciado despidos masivos o hasta con el chantaje de abandonar la ciudad, dejando a miles de trabajadores y familias sin fuente de ingresos.
Todos estos hechos hacen aún más heroica la pelea de los trabajadores de esta ciudad de alta concentración obrera por conquistar mejores salarios y mejores condiciones de vida para sus familias.
Pero a pesar de todo, la fortaleza del movimiento se sostiene e incluso se comienza a extender, pues a los obreros sindicalizados en el SJOIIM que arrancaron el paro se han sumado ya dos fábricas del SITPME. Son las fábricas de SHUMEX y TRIDONEX, que también han tenido que ir a contracorriente de la línea de su dirección sindical. Ya son el 45% de las maquiladoras de la ciudad las que se encuentran en paro, de un total de 110 plantas existentes.
Correctamente los compañeros trabajadores en Matamoros han decidido sostener el paro y convertirlo en una huelga de hecho. La fuerza de la lucha radica en su masividad y en la participación activa de los compañeros, así como en el respaldo del pueblo de la ciudad, más que en su reconocimiento legal.
Aún tienen el reto de cerrar por completo las fábricas y evitar la salida de cualquier material, maquinaria o productos para detener al 100% la operación de las mismas. También les posibilitaría convencer e incorporar a los compañeros indecisos o bien neutralizar cualquier maniobra empresarial que use a quienes no han parado labores aún.
El encono que existe en contra de los dirigentes sindicales charros es plenamente justificado y la experiencia que han realizado con su dirección sindical en este paro les plantea el reto de deshacerse de ella, como parte de la tarea de recuperar sus organizaciones para la lucha.
La dirección ha sido un lastre más que una dirección para la lucha, los trabajadores de base pueden elegir a nuevos dirigentes surgidos desde la base, revocables y rotativos, de entre aquellos compañeros que han encabezado la organización de la lucha, y echar a andar métodos democráticos de organización, como asambleas donde se vote a mano alzada cada paso a dar y cada exigencia.
Junto a esto, para triunfar es fundamental impulsar un fondo de huelga, para que los paros nos sean quebrados por el hambre. Las organizaciones obreras de la ciudad y del estado, así como a nivel nacional, deben apoyar efectivamente esta lucha, material y políticamente.
La Nueva Central de Trabajadores, la Unión Nacional de Trabajadores, la CNTE y el magisterio democrático del país, así como el sindicato minero -organizaciones que se reclaman democráticas y combativas- deben poner sus fuerzas al servicio del triunfo de los obreros maquiladores de Matamoros. Su lucha es la lucha de todos los trabajadores del país. ¡Viva la lucha de los obreros de Tamaulipas!