El último informe del INDEC reveló los datos relativos al empleo en el país y en nuestra provincia. Mientras los gobiernos macristas, peronistas y radicales compiten para defender los intereses de los distintos sectores capitalistas, el Frente de Izquierda plantea dar una salida de fondo a la crisis capitalista.
Jueves 20 de diciembre de 2018 13:28
El último informe del INDEC reveló los datos relativos al empleo en el país y en nuestra provincia. Para el Gran Mendoza se advierte un crecimiento de la desocupación del 6,4% en el tercer trimestre de 2018, contra el 4,4% del mismo período en 2017. Es decir, que ya son más de 27.000 los habitantes del Gran Mendoza que buscan empleo y no consiguen trabajo, afectando en mayor medida a las mujeres y los jóvenes. Desde el último semestre de 2009, según los datos publicados por la DEIE, no se observaba estos niveles de desocupación, que se han mantenido en alza continua durante el último año.
Este dato no es lo único alarmante. Para la DEIE el trabajo no registrado (sin ningún tipo de cobertura legal ni aportes jubilatorios) alcanza al 47% de los trabajadores en Mendoza. La sub-ocupación (aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales) alcanza al 16,4% contra el 10,1% del 2017, lo que incrementa el número de personas ocupadas de forma precaria, inestable y con ingresos insuficientes.
En el mismo sentido, se duplicó la cantidad de trabajadores ocupados que buscan un segundo empleo. Pasando del 10,8% al 22,8% entre el 2017 y el 2018. 94.354 los trabajadores en búsqueda de un segundo empleo para poder llegar a fin de mes.
Si miramos los números de la pobreza la situación es aún más crítica. Más del 27% de la población mendocina está en esa situación, lo que equivale a 263.000 personas de los cuales el 35% son niños y niñas menores de 14 años. A esto hay que sumarle otros 35.000 (3,8%) de indigentes. El 71% de los pobres en Argentina son jóvenes.
El último informe de la DEIE sobre la Canasta Básica Total, indica así también que una familia trabajadora necesita $22.139 para no ser pobre. Una cifra que queda por encima de los salarios de la mayoría de los trabajadores mendocinos.
A mediados de la década del setenta la pobreza alcanzaba al 4 % de la población. En las últimas décadas hay un tercio de la población estructuralmente pobre. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA estimó que en 2015 la pobreza que dejó el kirchnerismo rondó el 29,7 % y la indigencia el 5,7 %; en 2017 los pobres eran el 28,6 %. Bajo el gobierno de Macri, que había prometido la “pobreza cero” lo índices de pauperización e indigencia no han cesado de crecer. Con los planes del FMI para la Argentina, veremos una situación cada vez más crítica. Necesitamos medidas urgentes para revertir esta situación estructural de pobreza, y frenar el crecimiento de la desocupación.
Mientras los gobiernos macristas, peronistas y radicales compiten para defender los intereses de los distintos sectores capitalistas, el Frente de Izquierda plantea la necesidad de unir a todos los sectores de la clase trabajadora, ocupados y desocupados, precarizados, no registrados, permanentes y sindicalizados, mujeres y hombres de la clase trabajadora, terminando con las divisiones y unir nuestra enorme fuerza social para dar una salida de fondo a la crisis capitalista.
Es necesario afectar los intereses de los grandes grupos económicos para resolver estos problemas estructurales. Empezando por la utilización de las regalías extraordinarias que hoy está recibiendo la provincia por el petróleo, que a través de una modificación presupuestaria el gobierno pretende rifarlas en el pago de la deuda a los especuladores. Solo para 2019 hay proyectados 11.000 millones de pesos de regalías, pero sólo $150 millones se usarán para la infraestructura escolar.
Por eso desde el Frente de Izquierda planteamos dos medidas urgentes para enfrentar el crecimiento de la pobreza y la desocupación:
- Declarar la emergencia laboral y social con la prohibición de los despidos y el reparto de las horas de trabajo, con un salario mínimo igual a la canasta familiar. El pase a planta permanente, terminando con los contratos basura, y el blanqueo compulsivo de todo el trabajo no registrado. Y como lo lograron los trabajadores de la educación con el SUTE: los sueldos deben actualizarse todos los meses de acuerdo con la inflación.
- La creación de estos nuevos puestos de trabajo lo podemos impulsar con un plan de construcción de viviendas y obras públicas para urbanizar los 247 barrios populares de Mendoza que no cuentan con acceso a los servicios básicos (agua, luz y cloacas), reparación y ampliación de escuelas públicas, hospitales y centros de salud. Los recursos para financiar estas obras se pueden obtener terminando con la fuga de capitales y el saqueo de la deuda especulativa, mediante la nacionalización de del petróleo y el gas, los bancos y el control del comercio exterior.