Los spots difundidos por Cambiemos y el kirchnerismo vienen con olor a estafa. Promesas y silencios van de la mano.
Miércoles 14 de octubre de 2015
Por estos días los spots de campaña de las distintas fuerzas inundan las pantallas de la televisión. Cuando faltan menos de 15 días para las elecciones generales, todos juegan a intentar convencer al electorado de que defienden los intereses de Mendoza.
Pero, en el caso de los partidos tradicionales, hay muchos silencios y demasiadas promesas que, como se dice habitualmente, “no resisten ni un archivo”.
Sagasti y vos
Anabel Fernández Sagasti, candidata a senadora por el kirchnerismopresentó un spot por estos días. En el mismo, después de decir que va a seguir defendiendo los intereses de los mendocinos y mendocinas en el Congreso, afirma: “voy a pensar y sentir como cada una de las amas de casa, de los trabajadores, de los profesionales, de los empresarios, de los jubilados y los jóvenes de Mendoza”.
Demás está decir que “sentir” como un ama de casa o un jubilado no debe ser fácil para Sagasti. La diputada camporista sigue cobrando la gigantesca suma que reciben todos los legisladores nacionales. Como denuncia Nicolás del Caño, candidato presidencial del FIT, un monto superior a los $55.000. En Mendoza, solo la banca del PTS en el Frente de Izquierda, rechaza esas sumas y ha denunciado cada uno de los dietazos.
Pero además, resulta absurda la afirmación teniendo en cuenta de que no puede representarse los intereses de los empresarios y, al mismo tiempo, los de los trabajadores. Salvo que estos últimos se resignen ante las ganancias empresarias. Como buena militante peronista, es esto lo que nos quiere decir Sagasti.
En la Mendoza gobernada hace años por su partido, las grandes patronales del juego, el agro y las bodegas, entre otras, hacen ganancias millonarias a costa de la precarización laboral y el trabajo en negro de miles de jóvenes y trabajadores. Ese es el “modelo” de Sagasti. El mismo que aplica el gobierno nacional que, a 12 años de iniciado su mandato, mantiene a uno de cada tres trabajadores en la informalidad.
Por si no fuera poco, Sagasti remata su spot diciendo que “en cada decisión voy a ser vos”. La frase suena bastante a chamuyo, como diría su jefe político Daniel Scioli.
La candidata a senadora nacional es una fiel kirchnerista. Fue la figura que encabezó la ofensiva en el Congreso de la Nación contra el juez Carlos Fayt, a pedido del Poder Ejecutivo. Hoy ocupa ese lugar en las listas después de que Cristina Fernández hiciera “rendir” a “Paco” Pérez, dejando a la provincia sin recursos, en marzo pasado. Las imágenes de aquellos días vuelven por estas horas. Y otra vez el gobernador aparece en pose de rendición.
Como todo pareciera indicar, en la lista de prioridades de Anabel, primero está Cristina y, muy abajo, estás “vos”.
Cobos, el agua y Balbo
El otro spot que por estos días llamó la atención es el que lanzó Julio Cobos en “defensa” del agua.
Ahí, el ex vicepresidente de Cristina Fernández -quien además rechazaba el acuerdo con Macri y el PRO- dice que “el agua es nuestro principal recurso. Juntos, vamos a protegerla”, mientras corren de fondo imágenes del territorio provincial.
De quien tiene que protegerla, en primer lugar, es de su compañera de lista en Cambiemos, la empresaria Susana Balbo. La primera candidata a diputada del espacio que comparten radicales y macristas viene proponiendo que la minería avance porque "la cordillera es muy amplia para desarrollar minería. No tiene por qué ser versus entre ’minería sí, minería no’. Se debe desarrollar en áreas que no afecten al agro".
A tono con el discurso de su jefe político, Mauricio Macri, la única preocupación expresada por la empresaria del vino es no afectar “los lugares que hay otros desarrollos que son rentables y son productivos”. De la vida y la salud de las personas, ni señales.
La aliada de Cobos está, entonces, entre quienes más atacan al agua. Cobos debería cambiar el spot o cambiar de lista. Suponemos que nada ocurrirá.
Así la hipocresía política de los partidos patronales vino a adueñarse de la pantalla de los mendocinos y mendocinas.