Se trata de Lázaro Cárdenas Batel como jefe de asesores del ejecutivo, una figura que aparece involucrada en el escándalo internacional de la constructora Odebrecht.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 21 de agosto de 2018 16:18
Este martes el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer a quienes serán sus colaboradores más cercanos en la oficina presidencial, entre los que destaca Lázaro Cárdenas Batel, como jefe de asesores del ejecutivo, una figura que aparece involucrada en el escándalo internacional de la constructora Odebrecht.
Cárdenas Batel tiene una larga carrera política: fue diputado federal por Michoacán de 1997 a 2000. Después, entre 2002 y 2008, fue gobernador de ese estado mexicano. Es nieto del exmandatario Lázaro Cárdenas del Río, quien llevó a cabo la Expropiación petrolera en 1938, e hijo del fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El próximo jefe de asesores de la presidencia está involucrado en el escándalo de Odebrecht, que tiene su capítulo michoacano. A esta constructora se le adjudicó el contrato para la obra de la presa en 2006, firmado por Cárdenas Batel en persona, entonces gobernador.
Según la investigación llevada a cabo por el reportero Raúl Olmos, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, el compromiso supuestamente era no incrementar el costo de la obra. En 2008 debería haberse entregado, con un costo de 1,500 millones de peso, pero la entrega se efectuó cinco años después, en 2013. Para entonces, el costo ascendía a 2,915 millones de pesos.
Fue Leonel Godoy, el gobernador que sucedió a Cárdenas Batel, quien le autorizó a Odebrecht contratos extra por 601 millones de pesos y dio el visto bueno para obras adicionales por 803 millones de pesos más.
De acuerdo con la investigación de Olmos, en febrero de 2010 la oficina que se conoce como el departamento de sobornos de Odebrecht (División de Operaciones Estructuradas) efectuó dos pagos por un total de 383 mil dólares para esa obra en Michoacán. Aun no se sabe quién o quiénes recibieron ese dinero ni qué hicieron con el mismo.
Para completar, la presa se construyó sobre terrenos de campesinos, a los que en 2013 un juez ordenó resarcir por el daño.
¿Dónde queda el discurso de López Obrador de honestidad y lucha contra “la mafia del poder” del PRI, del PAN y del PRD? Pues parece que lejos, ya que entre los altos funcionarios que nombra se multiplican los casos de quienes tienen un turbio pasado de beneficiar a los poderosos.
Definitivamente nada prometedor para los millones de trabajadores, mujeres y jóvenes que hartos de los partidos al servicio de los empresarios buscaron un cambio en las pasadas elecciones de julio.