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La Matanza. Mielcitas: la pelea contra el ajuste tiene rostro de mujer

En la zona oeste del conurbano bonaerense, las obreras de Suschen defienden sus puestos de trabajo. Una muestra de la enorme fortaleza con la que puede contar la pelea contra el ajuste y la crisis en curso.

Natalia Hernández Concejala PTS-FITU La Matanza @naty.hernandez / IG: Natalia S. Hernández

Martes 20 de agosto de 2019 13:24

En el corazón de Rafael Castillo, en el populoso distrito de La Matanza, se encuentra la fábrica Suschen, muy conocida porque desde 1976 se elaboran allí las famosas “mielcitas” y los refrescos “naranjú”, que marcaron la infancia de millones.

Hoy, las trabajadoras que producen esas famosas golosinas, se enfrentan a la decisión de sus patrones de cerrar, de un día para el otro, la empresa que ellas defienden con uñas y dientes. Se trata, ni más ni menos, que de sus puestos de empleo, de los que depende en gran parte el sustento de sus familias. Hoy en La Izquierda Diario te contamos sobre la lucha de estas mujeres que no se resignan ante los planes de ajuste.

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Patrones de la estafa

La empresa, que llegó a ser en su rubro una de las diez más grandes de toda la Argentina, quiere cerrar la planta, luego de años de maniobras fraudulentas, de sueldos adeudados, incumplimientos de los aportes de las cargas sociales, 10 años sin pagar aportes jubilatorios y otras tantas irregularidades. Los dueños se fueron, y lo hicieron impunemente, sin siquiera enviar telegramas de despidos. Nada. Ni la formalidad que les reclaman las leyes argentinas.

¿Te suena el apellido Duhalde? Quizá lo recuerdes, porque un “Duhalde” fue responsable de la miseria de millones en medio de la crisis del 2001, cuando fue presidente entre 2002 y 2003. Roberto y Maximiliano Duhalde, sus parientes, son los empresarios a quienes las obreras señalan como responsables de vaciar la fábrica y desaparecer. En pequeño, no hacen más que reproducir el método de los políticos del régimen, siempre ajenos a las necesidades del pueblo trabajador.

Ellas, en cambio, siempre estuvieron firmes, cumplieron con su trabajo, dejando más de 20, 25 años de su vida, en una fábrica que nunca les garantizó ni las más elementales condiciones laborales y que incluso teniendo ganancias extraordinarias en los momentos de mayor crisis económica del país, seguían con las maniobras y fraudes laborales.

Párrafo aparte merece la Secretaría de Trabajo de la Nación, que luego de tres audiencias, ante el evidente cuadro de estafa a las obreras, simplemente responde que “no podemos hacer nada”, como si se tratara de un gerente de la empresa.

¿Y el sindicato de la Alimentación y la CGT regional?

En la toma, hablando con las obreras, nos decían que “estamos viviendo la reforma laboral en carne propia”. Hace unas semanas apareció la propuesta de un supuesto inversor que quería imponer quedarse con el 50 por ciento de las trabajadoras sin antigüedad y sin categoría y al otro 50 por ciento, proponía indemnizarlas con la mitad de lo que les corresponde. Esa propuesta fue rechazada en asamblea, por unanimidad.

Pese a la decisión firme que han tomado las obreras, el sindicato hasta ahora acompaña a lo sumo con algunas bolsas de alimentos, pero ni hablar de organizar un plan de lucha para obligar al gobierno provincial y nacional, que acaba de sufrir una gran derrota electoral, para que interceda y frene este nuevo ataque, que es parte del ajuste que hay en curso.

Sobre el rol del sindicato de alimentación, podes leer ésta nota: La Matanza: en Suschen y Belcar los patrones se van, pero las obreras y obreros se quedan

Desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda, organizaciones que vienen solidarizándose con su lucha, insisten en que las conducciones sindicales, de la CGT y la CTA, siguen diciendo que hay que garantizar la “paz social”. Desde el sindicalismo combativo, ellas exigen un paro general activo de 36 horas y medidas de emergencia en defensa del salario y el empleo: para que la crisis la paguen los que la generaron, para que triunfen en su lucha las trabajadoras de “Mielcitas”, para que ni una sola familia más quede en la calle.

Demagogia electoral

La pelea de las obreras de Suschen cobra importancia en el cuadro actual de gran crisis económica y política, donde tanto Macri, como los Fernández se comprometen a cumplir las órdenes del FMI, empezando por asumir el pago de la deuda fraudulenta que el pueblo no generó, que implica un fuerte ajuste al pueblo, mayores despidos, tarifazos. Mientras los mercados y especuladores dan un mazazo a nuestro bolsillo, con la devaluación e inflación, que en pocos días licua el salario de millones más de un 25% y el candidato a presidente Fernández lo avala, declarando que el valor del dólar estaba retrasado.

Macri y sus funcionarios siguen ratificando el golpe a las condiciones de vida, sin sonrojarse afirman que la inflación seguirá subiendo, es decir, seguirá el robo a los salarios y a las jubilaciones.

En La Matanza, el peronismo gobierna hace 36 años, ni con veranito económico se resolvieron los problemas estructurales de millones de matanceros: escuelas que se caen a pedazos, hospitales fantasmas, contaminación, pobreza. Y acaba de imponerse en el distrito por la mayor diferencia de votos de todo el país. Espinoza, que se postula nuevamente como Intendente del distrito, de la mano de Frente de Todos, se acercó a la fábrica, realizó un spot de campaña mostrándose con las obreras y desapareció. A pesar del triunfo electoral conseguido, dejan pasar el ajuste contra el pueblo, prometiendo que cuando asuman, las cosas van a cambiar, mientras tanto hay que esperar hasta fin de año dicen, para que las cosas cambien.

Una salida para las trabajadoras

Luego de más de un mes sin respuestas, las trabajadoras de Mielcitas, comienzan a debatir otras salidas.

Desde la agrupación Pan y Rosas en la Secretaría de la Mujer del SUTEBA La Matanza, estamos acompañando desde el primer día a las trabajadoras en conflicto.

Éste 18 de agosto, el Día de la niñez, en una acción solidaria se acercaron a la fábrica una delegación de los trabajadores combativos de las fábricas Kraft Mondelez, Alicorp, docentes y obreras y obreros de Madygraf, fábrica gráfica bajo gestión obrera, que contaron cómo la pusieron a producir la empresa, defendiendo los más de 400 puestos de trabajo.

Aparte de colaborar con donaciones, también fraternalmente intercambiamos propuestas para buscar una salida a su situación. Lo primero, que toda fábrica que cierra, hay que tomarla -como ya están haciendo las trabajadoras - y ponerla a producir bajo gestión obrera.

Las máquinas están, la experiencia de más de 20 años de las mujeres también, las obreras saben cómo hacerla producir y la disposición de luchar para no perder sus puesto laboral se mantiene.

Espinoza y Magario en lugar de sus poses demagógicas en el Frente de Todos donde son candidatos, deberían respuesta a las demandas de las trabajadoras. Cuando incluso, el primer semestre de este año, La Matanza tuvo superávit fiscal. Quiere decir que el municipio cuenta con dinero para afrontar las demandas postergadas y dar respuesta a las obreras de Suschen y comprar las materias primas que se necesitan para comenzar a producir las mielcitas y alfajores. Es más, el municipio podría comprar los alfajores y otros productos para los comedores escolares, que sólo en este. Hoy en nuestro distrito faltan más de 30.500 cupo de comedor que son muy necesarios frente a la crisis creciente.

Según un informe, “el estado nutricional de 6.662 niños y adolescentes de 0 a 19 años es preocupante en el distrito, donde el 43,59% de los registrados tiene alguna variante de malnutrición, como de déficit alimentario”. Estas son medidas elementales y el gobierno distrital tiene los fondos para hacerlo. Sin más dilaciones las obreras podrían ya producir golosinas y alimentos para miles de pibes de las escuelas del distrito y mantener su fuente laboral. Imaginen, qué importante sería.

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Por un gran fondo de lucha para poner la fábrica a producir

Pero mientras se pelea para conseguir los fondos municipales para producir y garantizar las fuentes de trabajo, hay que poner en pie un gran fondo de lucha, apelando a la solidaridad de la comunidad, les estudiantes, las y los trabajadores de la educación, las organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, de mujeres y de la diversidad. Si ellas ganan en su lucha, todas estaremos más fuertes. Como ya hicimos los docentes de Suteba Matanza, y los vecinos y trabajadores de la zona, que estos últimos fin de semana se acercaron a colaborar.

Los militantes del PTS que integramos el FIT UNIDAD y estamos apoyando activamente desde el primer día esta lucha de las trabajadoras de Suschen, nos comprometemos a seguir dándole difusión y a llevar adelante todas las medidas que decidan las trabajadoras. Nos ponemos a disposición para ayudarlas a recorrer la Universidad de la Matanza, y los Institutos de formación docente de la zona, a colaborar con el festival y demás iniciativas que consideren.

Somos consecuentes con lo que nos hicimos conocidos en la campaña electoral que popularizó nuestro candidato Nicolás del Caño, “estamos siempre del mismo lado: junto a las y los trabajadores, las mujeres, la juventud y el pueblo”. Y planteamos un programa para invertir las prioridades: plata para trabajo, salud, jubilaciones, vivienda, No para el FMI. Que la crisis la paguen los que la generaron: los capitalistas.