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Red Internacional
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Rosario. Mientras crecen los despidos, los sindicatos de Rosario se acercan a la Iglesia

Los trabajadores metalúrgicos sufren despidos y suspensiones y en comercio las patronales anuncian despidos desde el viernes. El Movimiento Sindical Rosarino se acerca al Arzobispado.

Jueves 4 de agosto de 2016

Los sindicatos del llamado Movimiento Sindical Rosarino se reunieron con el arzobispo de Rosario, Monseñor Eduardo Martín, para expresarle su preocupación sobre la situación social y laboral en la región, así como para buscar “las alternativas posibles”.

Ayer la planta de Acindar Navarro, situada en avenida Godoy, fue testigo de una reunión de la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados que sesionó allí como forma de expresar la preocupación de los legisladores ante el cierre de un turno y las indefiniciones sobre el futuro de la fábrica.

La situación de Acindar es uno de los puntos más delicados de la crisis metalúrgica. La propia conducción de la UOM reconoce que ya se cobró “400 despidos y acuerdos por 3500 trabajadores que terminan entre agosto y octubre”, que en muchos casos, además, incluyeron suspensiones. Ello sin contar con el hecho de que el sindicato no contabiliza las decenas de despidos encubiertos con el eufemismo de “cese de contratos”. Esta preocupante situación afecta a trabajadores de Bambi, Electrolux, Briket y muchas fábricas más.

En comercio el matonaje patronal de Coto y Carrefour tuvo estos días un nuevo episodio con el anuncio de estas empresas de que van a despedir trabajadores una vez que finalice la conciliación obligatoria este viernes. El propio ministro de Trabajo provincial, Julio Genesini, reconoció que el conflicto seguiría abierto más tiempo, sin advertir si tomarían medidas contra empresas que violan una ley votada y aprobada y que carga con al menos tres resoluciones judiciales favorables a su aplicación.

En este marco, al que podríamos sumar las tensiones sindicales alrededor del reclamo salarian de La Bancaria y otros sindicatos, resulta llamativo que la estrategia del Movimiento Sindical Rosarino se haya limitado a hacer actos aislados y con poca participación de trabajadores de cada gremio y ahora un acercamiento a la Iglesia que encabeza Monseñor Martín.

Teniendo los trabajadores una gran fuerza social que podría definir conflictos a su favor los sindicatos no apelan a esta fuerza sino a mesas de diálogo que no hacen retroceder a las empresas y su gran prepotencia. Mientras tanto las patronales prosiguen sus ataques y corren la raya cada vez más lejos.