Organizaciones sociales y políticas se movilizaron a Casa de Gobierno de Tucumán en repudio al acuerdo con el FMI y contra el plan de ajuste que el gobierno intentará hacer votar en el Congreso en los próximos días.
Sábado 11 de diciembre de 2021 23:09
Como en las principales plazas de todo el país, miles de personas se movilizaron este sábado 11 de diciembre en repudio al acuerdo con el FMI, exigiendo el desconocimiento de esa deuda ilegítima y fraudulenta y que la plata debe ir a aumento de salarios y jubilaciones, a salud, educación y vivienda.
Convocada por organizaciones sociales y políticas tales como el PTS, con una importante columna de trabajadores cosecheros y de empaques del limón, el Partido Obrero, MST, Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, Frente de Organizaciones en Lucha, Frente Popular Darío Santillán - corriente plurinacional, Política Obrera, Libres del Sur, Cuba-MTR, y la organización ambiental ProEco, la movilización partió desde la Plaza Urquiza para dirigirse hacia Casa de Gobierno.
Allí se dio lectura al documento acordado con la mayoría de las organizaciones convocantes y que exige el rechazo del pago de la deuda externa, el plan de ajuste "plurianual" que prepara el Gobierno y que ya viene implementando en consonancia con las exigencias del FMI. También se denunció la política de saqueo extractivista y destrucción del medioambiente y se planteó la necesidad de un plan de lucha nacional para frenar el ajuste.
Desde el escenario también se exigió la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz, y el desprocesamiento y la libertad de Sebastián Romero, perseguidos por luchar contra la reforma jubilatoria de Macri. Y hubo una especial mención a la política represiva del gobierno de Alberto Fernandez y Axel Kicillof, que mientras festejaban el "Día de la democracia" desataban una feroz represión contra los amigos, familiares y vecinos de Miramar que se manifestaban contra el caso de gatillo fácil que terminó con la vida de Luciano Olivera.
A pocos días de cumplirse el 20 aniversario de la rebelión popular de 2001, el acto finalmente se pronunció por un programa integral para que la crisis no la pague una vez más el pueblo trabajador, sino quienes la provocaron.
"Un programa que incluye el rechazo de plano a una reforma laboral flexibilizadora, la nacionalización del sistema bancario, el monopolio estatal del comercio exterior, y un plan nacional de obras públicas controlado por la clase trabajadora. Que plantea un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones para recuperar lo perdido, plan interzafra universal y equivalente al salario mínimo y obra social todo el año para los cosecheros y trabajadores temporarios, y que se reduzca la jornada laboral a 6 horas sin afectar el salario, para repartir el trabajo entre ocupados y desocupados, y con un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar. Es decir, un plan económico obrero y popular planificado sobre la base de los intereses del pueblo trabajador".