Lunes 1ro de mayo de 2017 12:18
Miles de personas se manifestaron este lunes en distintos países del Sudeste Asiático para reclamar mejores salarios y condiciones laborales con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.
Las manifestaciones y marchas en Filipinas tuvieron lugar en Manila, Cebú, Bacolod, Cagayan de Oro, Davao, Tacloban, Kalibo y Estancia, entre otras ciudades del país. El llamamiento principal de los trabajadores filipinos a las autoridades fue para que establezcan el salario mínimo diario en 750 pesos, o sea, 14,9 dólares.
Actualmente, el salario diario mínimo ronda los 235 pesos (4,7 dólares) regulados en la Región Autónoma del Mindanao Musulmán. Una familia filipina de cinco personas necesita para sobrevivir ingresar diariamente al menos 393 pesos (8 dólares), según indicaron las autoridades en 2015.
Otros reclamos presentados durante las manifestaciones del Primero de Mayo fueron para acabar con los contratos precarios, casas para los pobres y beneficios sociales, entre otros.
La Confederación de Sindicatos de Trabajadores Indonesios había previsto que al menos medio millón de personas participasen en las movilizaciones organizadas hoy en las 32 provincias del país, incluida una marcha al palacio presidencial, en Yakarta.
Las fuerzas de seguridad cortaron el paso a unos 40.000 trabajadores que intentaron acercarse al palacio presidencial para reclamar mejores condiciones laborales.
Indonesia tiene una población de 260 millones de habitantes, un índice de desempleo del 5,81 % y el salario mínimo mensual varía entre los 200 dólares de la capital y los 92 dólares en provincias.
En Bangkok, unas 3.000 personas de distintas organizaciones, como el Comité de Solidaridad con el Trabajador Tailandés o la Confederación de Trabajadores de las Empresas Públicas, se congregaron frente la sede de la ONU en Bangkok y luego marcharon a la Casa del Gobierno a presentar sus peticiones, como acabar con las desigualdades o mejor seguridad social.
Firmas como Adidas, Nike (que realiza el 99% de su producción en Asia), Zara o Armani son algunas de las miles de empresas multinacionales del rubro textil que explotan mano de obra barata y, en algunos casos, semiesclavizada, además de la explotación infantil. Incluso en Tailandia se ha descubierto que las fábricas contrataban refugiados de Birmania, a quienes pagaban menos del salario mínimo establecido por el gobierno.