Este 8M contó con marchas y actividades en distintos puntos del país, alzando la voz contra los ajustes, contra las candidaturas de Figueres y Chaves, exigiendo Ni una menos y aborto legal.
Miércoles 9 de marzo de 2022
Este 8M, las calles de San José fueron tomadas por miles de personas que salimos a marchar demandando un alto a la violencia de género y exigiendo cada uno de los derechos que nos faltan. Así lo expresaban las consignas y los cientos de carteles en los que se podían leer frases como “Ni una menos”, “Nos queremos vivas”, “Aborto legal”, “Marcho por las que ya no están”. Estos reclamos fueron acompañados por un repudio a los candidatos a elecciones nacionales en la segunda ronda, a través de consignas como “Ni Figueres ni Chaves”, “Rodrigo Chaves acosador”, y también a partir de varios performances. Otro de los reclamos que estuvo presente fue contra los ajustes y la agenda del FMI, cuyas consecuencias recaen en las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Estos mismos reclamos también se hicieron presentes en las distintas marchas a lo largo del país.
Algunas de las familias de víctimas de femicidios también se hicieron presentes, levantando sus reclamos contra la impunidad que mantiene el OIJ frente a los femicidios de Naty, Fernanda y Raisha, así como la justicia patriarcal recetada frente al femicidio de Luany. Nuestra total solidaridad con las familias, y seguiremos acompañando la lucha por una justicia verdadera, por destinar el dinero del pago de la deuda externa en medidas para evitar la violencia, como la creación de refugios para víctimas de femicidios y centros de atención gratuitos y de calidad.
La marcha fue producto de un esfuerzo que integró varias colectivas y agrupaciones feministas y de izquierda, a partir de la indignación que ha generado la situación nacional del país, con las candidaturas de Figueres y Chaves por el impacto que tendrían sobre los derechos de las mujeres, en especial Chaves, quien tiene una serie de denuncias por agresiones y acoso sexual hacia funcionarias del Banco Mundial.
Producto de la denuncia a la falta de una justicia verdadera frente a la violencia de género, los escraches salen a la vista. Sin embargo, los escraches no acaban con la violencia patriarcal, sino que más bien individualizan el problema, cuando en realidad es un problema estructural, que el Estado y sus instituciones legitiman y reproducen.
Partidos políticos de empresarios en marcha
La marcha en San José finalizó en la Plaza de la Democracia, lugar en el que el PLN y figuras como don Stockweell se encontraba con una tarima, en un intento de apropiarse del espacio. Sectores del movimiento de mujeres repudiamos este accionar del partido que más representa a la burguesía en el país, siendo el PLN el partido responsable de ataques a la clase trabajadora y negación de derechos de las mujeres.
El excandidato Eli Feinzaig también llegó a la Plaza de la Democracia, ante lo cual sectores del movimiento de mujeres expresaron su repudio con frases como “las mujeres pobres también importan”, a propósito de las políticas empresariales que el PLP representa, en detrimento de la clase trabajadora y las mujeres.
Por su parte, el gobierno del PAC, no asistió a la marcha por el repudio que el movimiento de mujeres tiene, al haber jugada con nuestros derechos, como la firma de la norma técnica, y al haber llevado adelante el ajuste fiscal que precariza la vida de las mujeres trabajadoras. Denunciamos la represión del Gobierno del PAC al enviar fuerza policial que lanzó gases lacrimógenos y piedras luego del desalojo de alrededor de 200 familias en un terreno anexo en La Carpio.
El medio de prensa Teletica también fue repudiado por las acciones que han tenido anteriormente, donde se enfocan en criminalizar las marchas del movimiento de mujeres, además de ser el medio de prensa de la burguesía en el país. Se pudieron escuchar consignas como "prensa vendida, a la burguesía".
A propósito del enfoque de criminalización que los medios de prensa tradicionales realizan, el INAMU también salió a denunciar “los actos de vandalismo durante la marcha del 8M”. Mientras se suman a la criminalización, siguen sin garantizar medidas suficientes para evitar la violencia hacia las mujeres.
Represión en Liberia
El movimiento de mujeres en Liberia se hizo presente con manifestaciones en distintos puntos del cantón, contando con más de 100 personas en las calles exigiendo sus derechos. En uno de los puntos, las manifestantes fueron interceptadas por la fuerza policial, ejerciendo violencia hacia algunas compañeras e incluso tomando del cuello a una mujer, quien fue arrestada y, hasta el momento de escribir la nota, según declaraciones de compañeras de Liberia, continúa en esa situación. Durante la noche, se realizó una vigilia en las afueras de la delegación nueva de Liberia en solidaridad con la compañera. Desde Pan y Rosas externamos nuestra solidaridad y repudiamos los actos de represión de la policía. Una vez más, denunciamos que el aparato policial no está para cuidarnos, sino para reprimir a las mujeres y la clase trabajadora, y proteger la propiedad privada.
Preparar la pelea
Ante estas situaciones del gobierno actual y el panorama frente al nuevo gobierno, es necesaria la organización. Por un lado, Figueres representa el partido que ha llevado adelante ataques a nuestras condiciones de vida; mientras que Chaves, como candidato providencial, intenta colocarse por encima de las instituciones y como el “hombre fuerte” que vendrá a resolver la situación, sin embargo, a la larga también implementará ajustes.
Desde Pan y Rosas llamamos a usar la fuerza de este 8M, para continuar organizándonos, como movimiento de mujeres, juventud, diversidad y clase trabajadora, contra la agenda de ajustes del FMI y por todos los derechos que nos han sido negados, como el aborto legal a partir de un Encuentro Nacional de Mujeres que nos permita debatir y organizar un plan de lucha. La salida no está en confiar en las instituciones estatales ni en los gobiernos de los empresarios, sino en nuestras fuerzas y métodos de lucha, con independencia de los partidos de los grandes empresarios.