El pasado viernes el ministro Nelson Barbosa anunció el presupuesto de gobierno para el 2015, dejando en claro que el aumento del superávit primario (excedente del presupuesto que se destina a los banqueros) será sustentado a través de recortes en áreas de servicios a la población.
Martes 26 de mayo de 2015
El gobierno del PT deja en evidencia que busca enfrentar las dificultades económicas que afectan a América Latina y el Cono sur, por medio de medidas que priorizan los intereses de banqueros y empresarios, brasileros y extranjeros. Como la crisis golpea fuerte, el gobierno priorizará mantener las ganancias de los banqueros y las exenciones fiscales a empresarios en perjuicio de áreas que afectan a la gran mayoría de la población.
Los recortes anunciados fueron de 69,9 billones de reales en diversas áreas. Este dinero se destinará en su mayor parte (63,3 billones) al pago de compromisos con los banqueros, siendo parte del llamado superávit primario. Los otros 4,5 billones ahorrados se destinarán a la Seguridad social, como parte del déficit del Instituto Nacional de Seguro Social (INSS) con exenciones para los empleadores.
Recortes en las obras
El mayor recorte se hará en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) con 25,7 billones de reales. Esta medida afectará obras en curso y no se calcula aún cuántos trabajadores perderán sus empleos con estas medidas. En la construcción el gobierno anunció que recortará 7 billones del plan Minha Casa, Minha Vida priorizando las obras que aun no fueron inauguradas o que están en un 70% o más de ejecución.
Estas medidas de recorte presupuestario se encuadran en la estrategia del gobierno de anunciar una nueva oleada de concesiones y privatizaciones en áreas fundamentales de infraestructura y transporte a la iniciativa privada.
Salud
Se anunció un recorte de 11,7 billones. Solo algunos programas no serán afectados, como Mais Médicos y Farmácia Popular. No se sabe exactamente cuáles medicamentos faltaran o que hospitales tendrán su funcionamiento comprometido por las medidas oficiales, pero es sabido que el sistema de salud del país aun antes de estos recortes ya estaba en crisis. No desterramos las enormes filas de espera y las epidemias, y con esto el gobierno agrava aún más la situación.
Educación
El Ministerio de Educación sufrió un recorte de 9,42 billones de reales. El gobierno afirma que el presupuesto total destinado a la educación en 2015 resultó un 1,5% mayor que el mínimo institucional y que esto garantizaría el funcionamiento de las universidades e instituciones federales para todo el año. Sin embargo es seguro que este profundo recorte presupuestario afectará gravemente el funcionamiento y la política de las instituciones educativas del país.
El recorte presupuestario viene de la mano de cambios en las reglas de financiamiento del Fondo para estudiantes de Instituciones privadas de Educación Superior (FIES), que financia a las universidades privadas para que reduzcan la mensualidad de los estudiantes bajo este programa, que desde comienzo de año viene siendo alterado.
Este recorte en el presupuesto educativo se da en el contexto de un proceso de huelgas en varios estados y universidades federales, donde profesores, estudiantes y trabajadores denuncian a través de sus luchas, la crisis profunda que vive la producción del conocimiento, las políticas de permanencia estudiantil y las condiciones de trabajo.
Derechos laborales y seguridad social
Los recortes son parte de un plan de medidas de recorte fiscal más amplias. Las Medidas Provisorias (Decretos-MPs) 664 y 665 establecen ataques a los derechos laborales y de seguridad social, como el seguro de desempleo y la pensión por fallecimiento. Otras medidas profundizan la tercerización y el debate sobre exoneraciones en el sistema de seguridad social que encarecerían el valor de la mano de obra.
Todas estas medidas siguen en discusión y con posibilidades de ser modificadas sea en la Cámara de diputados o en el Senado. En esta situación los trabajadores son rehenes de las negociaciones y demagogia de los políticos corruptos que gobiernan para los sectores dominantes.
Es decir, estamos solo al inicio de lo que puede ser un cambio significativo en el empeoramiento de la condiciones de vida de amplios sectores de la clase trabajadora.