Una nueva columna de Augusto Dorado para #AlertaSpoiler. En la entrega de hoy nos cuenta qué pasa con los derechos de la televisación del fútbol.
El viernes que viene arranca la Primera División del fútbol argentino, en un formato de copa dividida en 6 grupos en una primera etapa. Después del sorteo que se hizo la semana pasada para configurar este torneo hubo una reunión de presidentes de clubes de AFA por Zoom y empezó otra competencia que ya arrancó a los codazos y a las patadas: la pelea por la televisación del fútbol, que es la principal fuente de ingresos para la AFA y para los clubes.
En esa reunión se anunció la decisión de rescindirle el contrato a lo que era Fox Sports, una de las cadenas que televisaba, con el argumento de que Fox no avisó de su fusión con Disney dentro de los plazos legales que establecía el contrato con la AFA. Disney está incursionando cada vez más en el deporte, ya era dueño de la cadena ESPN y al comprar Fox Sports, prácticamente fusiona a las dos cadenas. El resultado ya se está viendo en las transmisiones de la Copa Libertadores, que se hacen todas por ESPN y con el plantel de relatores y comentaristas que estaba en Fox. Disney está acaparando muchísimo espacio en las transmisiones deportivas.
En su columna de los miércoles en el diario La Nación, el periodista Ezequiel Fernández Moores hace un muy buen relato sobre el trasfondo de esta pelea que da inicio a una especie de etapa de “periodismo de guerra” en ESPN, remitiendo a aquel sinceramiento de Julio Blank de Clarín en una entrevista que le hizo nuestro compañero Fernando Rosso para La Izquierda Diario. Se incorporó a ESPN el viejo lobbysta de las empresas privadas de televisación que es Fernando Niembro y se suma a Fantino, Vignolo y otros “editorialistas” (entre comillas) que de pronto descubren que la AFA es mala y Chiqui Tapia y Tinelli son los cucos. Recomiendo la nota de Ezequiel Fernández Moores.
¿Cuál es ese trasfondo? Con el anuncio a escala global de esta fusión, de la compra de Fox que anuncia Disney, la AFA dijo “a río revuelto, ganancia de pescador” y aprovecha el descuido legal -con guiño del Gobierno- para rediscutir los contratos de televisación porque con la disparada del dólar y la inflación quedaron muy desactualizados.
¿Cuáles son los números de esos contratos? Saberlo con precisión es más difícil que conseguir la fórmula de la Coca-Cola: no están publicados en ningún lado con claridad, tampoco se conoce bien cuánto cobra cada club. Fernández Moores en su columna cuenta que por ejemplo Lanús recibe 17 millones de pesos mensuales, se podría tomar como un promedio. Como los contratos son en pesos, traducido a dólares ingresa cada vez menos plata en las arcas de los clubes. El periodista César Aira en el sitio de Radio Gráfica señala que el ejercicio contable de AFA 2019/2020 cerró con un ingreso de 84 millones de dólares por la televisación de esa temporada 2019/2020 y compara: un solo club de la liga italiana, el Nápoli que no es de los más poderosos, invierte 88 millones de euros para una sola temporada. Los clubes argentinos están a años luz de esos números y por eso con esta jugada y con un hombre de la industria del entretenimiento como comandante, Marcelo Tinelli que está al frente de esta Liga Profesional, quieren aumentar el tamaño de la torta.
Última cuestión: cómo se reparten las porciones de esa torta. La decisión de esta ruptura con Disney fue cuestionada por los dos clubes más poderosos. Boca y River dejaron de lado las rivalidades y sacaron comunicado unificado cuestionando que no fueron consultados previamente de esta jugada de AFA y de Tinelli. La “guerra” por la guita de las transmisiones -que es la torta principal en el fútbol- no va a encontrar un frente unificado del lado de los clubes, porque después tienen que discutir entre ellos cómo va a ser el reparto de las porciones.