Con organización conquistamos diálogos públicos, revisiones públicas y arrancamos la posibilidad de poder acceder, tras un proceso lleno de irregularidades y anomalías.
¡Exigimos que se cumpla el criterio de continuidad sin que nadie quede fuera!
Miércoles 16 de marzo de 2022
Han pasado ya 3 semanas desde que se iniciaron las protestas a las puertas de la Secretaría de Cultura de la CDMX, producto del despido de más del 90% del personal perteneciente a los programas de cultura comunitaria. Desde ese momento, con organización y movilización se ha conseguido arrancar diálogos públicos y revisiones públicas de las solicitudes rechazadas, que mostraron toda una serie de irregularidades. Ahora el proceso se encuentra en un momento clave pues el día de hoy es el plazo límite al que se comprometieron las autoridades para dar a conocer los resultados de las revisiones. Una semana más tarde de la primera fecha prometida, periodo en el que nuevamente las autoridades han maniobrado para dejar ambiguo el criterio de continuidad de quienes sostuvimos los programas sociales durante los últimos 3 años.
Las jornadas de lucha
El lunes, 14 de marzo, se realizó una protesta a las puertas de Palacio de Gobierno en la que se solicitó un diálogo público con Martí Batres, Secretario de Gobierno de la CDMX, para exigir la continuidad laboral en los programas sociales de Cultura Comunitaria, PILARES e INJUVE, debido a las irregularidades que se han presentado en los diversos procesos de selección de las convocatorias. La naturaleza de estos procesos reproduce la inestabilidad laboral y la violación de los derechos laborales al no reconocer a los trabajadores como tales, a pesar de que sus actividades garantizan que la cultura llegue a los sectores más precarios y empobrecidos.
Al igual que en las protestas en la SECULT se pidió un diálogo público, planteándoles a los representantes de "Concertación" que salieron a que se acordara un día para ello si en ese momento no era posible por “cuestiones de agenda” del secretario, pero insistieron en que entrara una comitiva a “dialogar" sobre el problema a puerta cerrada. Ante la firme exigencia de que el encuentro fuera público, los funcionarios rompieron el diálogo y reingresaron corriendo al Palacio de Gobierno de la CDMX.
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Con la publicación de resultados se avecinan también nuevos escenarios. Desde un principio, Magali Cadena advirtió que no había lugares para todos, pero también se negó a decir claramente cuántos eran los lugares que había disponibles (así como también se ha negado a explicar por qué no se publicaron las listas completas desde un inicio) por lo que de publicarse los resultados de la revisión es probable que se abran muy pocos lugares o se deje fuera al sector que se puso más al frente de las protestas, como medida de represión. Pues también fue el sector que puso sobre la mesa la necesidad de contar con reconocimiento laboral y derechos laborales de ley, ya que en realidad son trabajadores.
Lo que se consiguió por medio de la organización de los trabajadores despedidos no fue menor, las revisiones no fueron una concesión de las autoridades, sino un logro producto de la organización, todos los lugares que se “abrieron” y los compañeros que logren quedar, es prueba de lo que se puede arrancar con la organización. Creemos que es clave orientar la pelea hacía que se respete a lxs trabajadorxs de continuidad, “quienes ya tienen la experiencia”, denunciando que metieron primero a todos los que trajo la nueva administración (mostrando que son las prácticas neoliberales de siempre) dejando al 90% fuera, y que eso solo se pudo ver a partir de la lucha de lxs despedidxs, que pelearon por la revisión para todxs, con la consigna principal de #QueNadieQuedeFuera.
La situación de precarización en la que se encuentran los programas de cultura comunitaria no responde solamente a un mal manejo por parte de la SECULT, sino que es una clara línea política de la 4T para avanzar con la precarización de los trabajadores, en este caso principalmente de la juventud, pues la mayoría de los integrantes de los programas sociales en todas las dependencias gubernamentales, son jóvenes egresados de las universidades públicas.
Para poder continuar arrancado nuestros derechos laborales es necesario que esta lucha sea acompañada por el conjunto de los trabajadores que laboran en programas sociales y los trabajadores de PILARES. En todos ellos se manejan estas políticas de precarización, negación de la relación laboral y despojo de derechos laborales, por lo que es necesario unir fuerzas. Es necesario involucrar a las comunidades que se benefician de estos programas, porque esta lucha es también por su derecho a la cultura. Hacemos un llamado a todas las organizaciones políticas y sociales que se reivindican democráticas a que rodeen de solidaridad activa esta lucha. No sé puede permitir esta represión por parte del gobierno de la 4T, que busca desgastar y quebrar la lucha.
El triunfo de los trabajadores de cultura implicaría un precedente dentro de las luchas de los trabajadores. Es necesario mantenernos unidos frente a las maniobras de las autoridades que pretenden dejar en el imaginario que protestar por nuestros derechos no sirve y nos deja sin empleo. No podemos confiar en la “buena voluntad” de las autoridades para darnos solución, hemos demostrado que solamente con la organización y la fuerza de los trabajadores podremos recuperar nuestros trabajos.
#QueNadieQuedeFuera
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