Las imágenes son impactantes. Se trata de los incendios más importantes en décadas. Ya se cobraron la vida de al menos 24 personas. La crisis climática y el monocultivo forestal como factores clave.
Lunes 6 de febrero de 2023 09:24
No es un accidente, ni una tragedia que no haya sido preanunciada. Los incendios, que pueden tener mayor propensión en determinadas áreas, hoy se ven magnificados por el calentamiento global, la crisis climática y la extensión desenfrenada del monocultivo. En el caso del voraz incendio que afecta hoy el sur de Chile, se trata de las plantaciones forestales.
Además, los principales afectados siempre son las poblaciones de menos recursos y con viviendas precarias.
Al menos 24 personas han perdido la vida entre las llamas, alrededor de una decena de ellas en esta comuna agrícola próxima a la ciudad costera de Concepción.
Este es el segundo incendio de gravedad que sufren las comunas de Santa Juana y Navidad, que ya vieron a finales de diciembre cómo ardían más de 5.000 hectáreas y como 29 familias se quedaban sin hogar.
A María Hidalgo, campesina de 50 años, las llamas le consumieron esta vez su modesta casa de madera.
"Es doloroso pero han pasado cosas más dolorosas porque falleció gente quemada en sus casas. Pero igual duele porque todo el esfuerzo de una vida", explicó a Efe entre sollozos.
"Pero no han venido recursos, nada de ninguna parte. No importa, porque los pobres somos así. Esa es la etiqueta que nos ponen a los pobres... somos personas de esfuerzo y nos cuesta poder tener lo que tenemos, y en un abrir y cerrar de ojos se termina todo", lamenta.
En Purén, a unos 144 kilómetros, ya en la región de la Araucanía, el paisaje es similar: las mismas masas de fuego, las mismas cenizas, el mismo calor y el mismo miedo entre la población, evacuada de forma preventiva ante el avance inapelable de las llamas, que allí han consumido ya un centenar de casas.
El monocultivo detrás de los incendios forestales
La enorme catástrofe social que está viviendo el sur de Chile, producto de los incendios que afectan a las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, tiene una conexión directa con la industria forestal. Las tres regiones mencionadas concentran las mayores proporciones de áreas destinadas a la industria forestal versus bosque nativo.
Las imágenes de los canales en directo desde Santa Juana y Curalí Alto muestran las zonas devastadas, lugares donde había casas ahora solo se aprecian latas en el suelo y familias intentando limpiar para poder reconstruir, pero no muestran que el incendio que acababa de consumir sus hogares, tenían relación con enormes plantaciones forestales, no por nada Santa Juana está al costado de la ruta CH-156, más conocida como “la ruta de la madera” o que alrededor de Curalí Alto hay más de 85 kilómetros de extensión de plantaciones de monocultivo.
En el 2020 el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 publicó un informe donde señala diversos riesgos que podrían traer para el ser humano y los ecosistemas, las enormes extensiones de monocultivos presentes en las regiones antes mencionadas, según el informe del centro y otros de la CONAF los incendios tienen un riesgo particularmente elevado “en las zonas costeras de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, donde las sequías son severas, el impacto humano es elevado y las plantaciones forestales son especialmente extensas”.
Respecto a la relación entre incendios y uso de suelos, “el riesgo de incendios se concentra en mayor proporción en los paisajes dominados por plantaciones forestales y, en menor grado, en aquellos dominados por bosque nativo. Cuando la proporción de bosque nativo es menor a un 50% en el paisaje, se observa una mayor ocurrencia de incendios. Sin embargo, a mayor cobertura de bosque nativo el riesgo disminuye, señala el informe.
Según datos de la CONAF en el periodo 2016-2017 el 63% del total de áreas afectadas por incendios corresponden a plantaciones forestales, 16% a matorrales, 13% bosque nativo y 8% a pastizales y otras superficies.
Según el mismo informe se señala que para aliviar esta situación, el “modelo de la industria forestal debería ser rediseñado para asegurar su sostenibilidad en el tiempo, considerando que las proyecciones de aumento de temperaturas y estrés hídrico incrementarán la ocurrencia de grandes incendios que afectarían, particularmente, a este sector productivo.
De hecho, según la información satelital e imágenes que están dando vueltas en redes sociales, muestran claramente cómo las máximas intensidades de los actuales incendios coinciden con zonas con un alto porcentaje de plantaciones forestales.
Además, son estas empresas forestales las que reciben enormes subsidios del Estado para cubrir los seguros frente a incendios, mientras las personas que se ven afectadas por los incendios apenas si reciben ayuda estatal.