En el marco de la constante represión que se impone a les estudiantes; el Ex-Pedagógico ha sido foco de duros golpes. A continuación reproducimos el comunicado de Bairon Rosales Castillo, estudiante de esa universidad que fue detenido, y hoy es víctima de un montaje por parte de Carabineros de Chile. Un nuevo ejemplo de la brutalidad de la represión por parte de la institución y el Gobierno.
Viernes 31 de mayo de 2019
El gobierno de Piñera viene atacando fuertemente a la clase trabajadora y sobretodo a la juventud. Con medidas como aula segura o bajar la edad para el control preventivo de identidad. En este marco, el Ex-Pedagógico ha sido golpeado con fuerte represión por parte de FFEE, llegando incluso a levantar un montaje contra un estudiante de Pedagogía en Historia de la universidad. A continuación reproducimos el testimonio que ha publicado Bairon, quien hoy es víctima de esta brutal represión:
Testimonio Acontecimientos jueves 16 de mayo 2019
Por Bairon Rosales Castillo, Estudiante de primer año de Historia.
Mediante el presente escrito quiero dejar constancia de lo acontecido el día jueves 16 de mayo, donde fui detenido por FFEE de Carabineros de Chile y donde me inculparon por el lanzamiento de bombas incendiarias tipo Molotov, lo que me garantizó pasar todo el día y la noche en comisaría, luego ser procesado en el Centro de Justicia de Santiago, donde tuve que soportar los malos tratos de Gendarmería de Chile y el mal rato que implica todo aquel proceso.
Todo comenzó en los pastos centrales de la UMCE, campus Macul, donde se gestaba una manifestación en contra de la violencia ejercida por parte de las fuerzas policiales el día anterior, donde una compañera fue golpeada en la cabeza por una bomba lacrimógena disparada por FFEE, que actuó y actúa de forma indiscriminada hacia nuestra comunidad estudiantil, disparando a quemarropa y al cuerpo ya sean perdigones, bombas lacrimógenas e incluso el agua del carro lanza agua. En este contexto es que salimos a la calle para protestar, debo recalcar que al momento de salir yo me encontraba con la cara descubierta, portaba una chaqueta al interior de mi mochila, llevaba un polerón oscuro y un gorro, pues no intenté ocultar mi identidad en ningún momento.
Fuerzas Especiales comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas hacia el tumulto, por lo que me refugié detrás del kiosco ubicado a las afueras de la universidad y me retiré el gorro, lo guardé en la mochila que portaba, saqué la chaqueta y me la puse por el lado naranjo, entre eso me retiré el polerón y me lo puse en la cabeza a modo de capucha para poder soportar las bombas lacrimógenas. Luego de eso, volví a donde se encontraban mis compañeros, a esa altura, la calle ya se encontraba con bastantes bombas, algunas cerca del grupo, por lo que aproveché de alejar las dos más cercanas a nosotros pateándolas. Destaco que esa fue toda mi participación en los acontecimientos, pues luego de eso FFEE emitió una señal y comenzaron a correr hacia nosotros, que anteriormente no habíamos podido abrir el portón situado al lado de la entrada principal, al ser la puerta la única entrada habilitada se formó un "cuello de botella", yo estaba intentando entrar, pero por el caos que se formó, opté por esperar al lado de la entrada, en ese momento sentí que alguien me roció con parafina (lo que más tarde provocó que la prueba de hidrocarburos saliera positiva), volví a intentar entrar cuando siento un golpe potente en la nuca, producto de este, mi cabeza se azotó contra los fierros de la entrada. Para ser sincero no sé en qué momento entré a la universidad, pero estaba al límite cuando el mismo carabinero que me golpeó por la espalda me comenzaba a tirar por detrás, me logré dar vuelta y comenzaba a resistirme cuando otro carabinero que se encontraba al lado mío se percató del forcejeo, me intenté sostener de la reja pero ante la fuerza ejercida por los dos funcionarios, más las secuelas de los golpes en la cabeza y el humo de las lacrimógenas no logré mantener mi resistencia. Me comenzaron a arrastrar hacia el vehículo policial, y en el trayecto se suma otro carabinero el cual me dijo textualmente “Vo’ weón te vai por molotov ¿Me escuchaste?” en dos o tres ocasiones, pues no respondí nada, me sentía muy mal físicamente. En eso, al llegar al vehículo, un civil que estaba filmando los hechos se acercó y me preguntó el nombre, yo respondí como pude y finalmente fui subido al furgón. Me revisaron la mochila, tomaron fotos de lo que había dentro, me fotografiaron a mí, mientras que personal de carabineros me insultaba. En eso entra otro carabinero y me increpa por el supuesto por el que me estaban acusando. “Así que vo’ andabai lanzando molotov ¿qué pasa si quemas o matas a un carabinero?” a lo que respondí que yo no lancé nada y que me estaban culpando de algo que no había hecho, el guardó silencio y se marchó. Luego de eso me cambiaron un par de veces de vehículo hasta que me juntaron con otros dos estudiantes que también fueron detenidos, uno de la UTEM y el otro también del Ex pedagógico, estudiante de matemáticas, que tampoco hicieron desordenes. Un carabinero dijo que estando en su vehículo él era responsable por nosotros, conversamos un poco con él, le contamos que no estábamos haciendo nada a lo que él respondió “si siempre agarran a los más pavos” y no puso en duda lo que le decíamos. Uno de los compañeros tenía mucha sangre seca en la cara, yo no tenía porque ya me la había limpiado. El compañero de matemáticas estaba esposado, era el único con esposas de los tres, porque le querían poner un pañuelo que llevaba en el cuello para taparle la cara al momento de tomar las fotos, él se resistió porque no se tapó la cara, y por eso lo esposaron. Nos tuvieron un par de horas arriba del furgón, nos llevaron a un centro de salud, donde para bajar me esposaron a mí también, dejando al compañero visiblemente herido sin engrillar, nos constataron lesiones, aunque el doctor se veía bastante intimidado por la presencia de carabineros, por lo que fue bastante tímido a la hora de ver los golpes.
Luego del informe entregado por el personal del centro asistencial, nos dirigimos a la 18va comisaría, donde comenzó el papeleo, nos revisaron nuevamente, nos desnudaron para ver que no tuviésemos nada escondido y luego de quizá un par de horas más, nos pasaron al calabozo. El compañero de la UTEM era el que en peor estado sicológico se encontraba, por lo que, como compartíamos celda, lo intentaba animar. En eso, personal de la comisaría nos dijo que pasaríamos la noche ahí, mi compañero de celda se desesperó, lo intenté calmar diciéndole que no creyera lo que le dicen, porque es sabido que intentarían doblegarnos, aunque en esa ocasión decían la verdad, pasamos toda la noche ahí, entrada la noche nos juntaron a los tres que estábamos por la protesta y nos llevaron frazadas que nos mandaron los compañeros de la universidad que se habían enterado de la detención. Dormimos como pudimos, aunque había un carabinero que le gustaba entrar a la celda abriendo y cerrando la reja de golpe, para despertarnos. Recuerdo que había un niño de quince años también arrestado, por lanzar piedras a FFEE afuera de su liceo, lo detuvieron por lo que estaba en la misma comisaría que nosotros, en la noche lo llamaron hacia afuera de la celda y le comenzaron a decir que debía colaborar con la investigación o él se iría al SENAME, el niño muy asustado comenzó a decir que él no hirió a nadie, con el miedo comenzó a dar nombres de compañeros que también habían participado en los hechos y que no habían logrado ser detenidos. Luego carabineros lo dejaron tranquilo.
A la mañana siguiente nos despertaron y nos llevaron al Centro de Justicia de Santiago, esta vez los tres estábamos con esposas, ingresamos por gendarmería, donde tuvimos que lidiar con el acoso del personal a cargo, que me llamaban neonazi por la apariencia, un hombre especialmente grande me tomó por la parte de atrás del cuello y comenzó a apretar intentando hacerme bajar la cabeza, mientras me insultaba.
Nos hicieron ingresar a una celda hasta que iban a comenzar las audiencias, ahí nos formaron y tuvimos que avanzar hasta otra celda, cerca de donde sería el juicio. Recalco que nadie del personal jurídico de la universidad tomó el caso, también que la defensa pública no nos tomó testimonio hasta que acabó el juicio, se limitó a decirnos qué iba a pasar antes de este, de los tres que estábamos por la manifestación, dijo que yo era el más jodido y que ella había logrado llegar al acuerdo de mi arresto domiciliario nocturno, un gran logro pues querían darme prisión preventiva por los noventa días que durará la investigación.
Actualmente la Defensoría Popular está asesorándome en el caso, me han dicho que no debería salir de la puerta de mi casa, pero Carabineros insiste en que vaya hasta la calle para firmar. Ellos pueden venir a cualquier hora entre las 22:00 y las 06:00, lo que perturba mi sueño y el de mi familia.
Para finalizar mi testimonio me gustaría recalcar que soy inocente, víctima de un montaje maniobrado por Carabineros, con el fin de desprestigiar al movimiento estudiantil, generar miedo entre nosotros, como así lo han hecho cada vez que un movimiento social manifiesta su descontento.
Bairon Rodrigo Rosales Castillo
Estudiante de Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica.
Mayo de 2019