Convocada ayer por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia partió de Congreso hasta Plaza de Mayo para reclamar por Julio López, a 9 años de su desaparición, y exigir al gobierno su aparición con vida y el castigo a los culpables.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Sábado 19 de septiembre de 2015
Foto: Vanina Micello - Enfoque Rojo
“Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables”, fue lo que se cantó durante gran parte del recorrido entre Congreso y Plaza de Mayo, en una inevitable alusión a las marchas encabezadas por las Madres de Plaza de Mayo durante y luego de la dictadura.
Una gran cantidad de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y partidos políticos marcharon encabezados por Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Enrique Fukman (Asociación de Ex detenidos desaparecidos), Myriam Bregman (diputada nacional de PTS en el FIT y una de las abogadas de Julio López), Alejandrina Barry (hija de desaparecidos e integrante del CeProDH), Carla Lacorte (víctima de gatillo fácil, CeProDH), Diana Kordon (Liberpueblo), María del Carmen Verdú (Correpi). Estuvo también presente Oscar Schaller, exdetenido y denunciante contra Milani.
Es que Julio López, el testigo que declaró contra Miguel Etchecolatz en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad después de que se abrieran los juicios luego de anuladas las leyes de obediencia debida y punto final. Su declaración fue clave, tan clave que para amedrentar al resto de los testigos, fue secuestrado y desaparecido. Hay importante evidencia de que sectores de la policía Bonaerense y del Servicio Penitenciario Federal estuvieron implicados. Lo cierto es que desde el Estado solo hubo silencio y encubrimiento.
La marcha en su recorrido, pasó por el acampe Qom en la avenida 9 de julio, donde nos solidarizamos con el reclamo de los hermanos Qom y se hizo un pequeño acto en el que hablaron varios de los integrantes del acampe que lidera Félix Díaz.
El documento leído en Plaza de Mayo, consensuado por las organizaciones que conforman el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, fue directo contra el Estado y poder político: “Durante todos estos años, desde el poder político y judicial se encubrió y silenció la ausencia de López. La política de Estado ha sido y continúa siendo el encubrimiento. La impunidad de los autores materiales de la segunda desaparición de López es responsabilidad política de los gobiernos nacional y provincial. El Estado no realizó la investigación de lo ocurrido. Como en una farsa, cada fuerza simuló una búsqueda por su cuenta, ocultando sus pasos las unas a las otras. También fueron encubiertos los organismos de seguridad que dependen del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial: la SIDE, el Servicio Penitenciario Federal, la Policía Bonaerense y la Federal. Sobre todos ellos recae el manto de sospechas”.
Porque las responsabilidades tienen nombre concretos, el documento señaló también: “El entonces gobernador Felipe Solá –hoy alineado con Sergio Massa- sostuvo que su principal preocupación era la gobernabilidad de la policía bonaerense. Daniel Scioli, nunca recibió a los organismos de derechos humanos ni impulsó el avance de la investigación. Los funcionarios nacionales y provinciales renunciaron a encontrar a nuestro compañero Jorge Julio López y, por lo tanto, renunciaron también a individualizar a los responsables de su secuestro. Por eso, en la causa López, a nueve años del secuestro de Julio, no hay sospechosos, ni imputados, ni detenidos”.
Finalmente, desde el palco, ya cayendo la noche, pudimos escuchar una fuerte denuncia al intento de reconciliación con las fuerzas armadas que pretenden sectores de la oposición encabezados por el diario La Nación, monseñor Casaretto y la UCA, “Mientras tanto, los juicios contra los represores continúan desarrollándose a cuenta gotas, lentamente, y los únicos cinco acusados por los crímenes de la Triple A –que asesinó a miles de luchadores- son excarcelados”, se denunció desde el palco, y de manera enfática volvimos a ratificar: “¡no olvidamos no perdonamos no nos reconciliamos, cárcel a Milani y a todos los genocidas!”.
Todos los que fuimos parte de esta movilización, que venimos siendo parte de la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy, nos fuimos con la firme convicción de seguir esta pelea en las calles, exigiendo también la apertura de todos los archivos que tiene el estado sobre la desaparición de Julio López, y sobre los crímenes de la dictadura, como también sobre la infiltración hoy, bajo el kirchnerismo, a organizaciones sociales y de trabajadores.
