×
×
Red Internacional
lid bot

LUCHADORAS. Mujeres de Cresta Roja en pie: “Nosotras tomamos por opción no quedarnos en casa”

Verónica Zaldívar

Verónica Zaldívar @verodivar

Lunes 4 de abril de 2016 10:25

Ellas son un ejemplo cabal del potencial de las mujeres cuando ponen a prueba su fuerza y creatividad, descubriendo nuevos horizontes en el camino de la lucha. Agrupadas como “Mujeres de Cresta en pie”, son un importante motor para la pelea que vienen dando los trabajadores de Cresta Roja para que todos vuelvan a sus puestos de trabajo. Salir de su casa, del barrio, e ir a cortes y marchas, a recorrer lugares de trabajo y estudio, descubriendo a cada paso la enorme solidaridad y compromiso de la que son capaces sus compañeros y compañeras de clase se transformó en su nueva cotidianeidad. Acompañamos a Laura, Nancy y Brenda en una recorrida por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, donde explicaron en las aulas por qué están luchando, apelando a la solidaridad de docentes y estudiantes. En el patio de la facultad nos contaron un poco de su día a día.

¿Qué pasó por sus cabezas cuándo arrancó el último conflicto en Cresta Roja?

Brenda: Pensamos que iba a ser largo, porque siempre que hubo un conflicto de estos ellos trataban de solucionarlo, pero esta última vez vimos que no, que no había solución y que íbamos a estar así mucho tiempo, por eso decidimos organizarnos.

Laura: Imaginate la situación: vos tenés una vida organizada, tenés tus cuentas para pagar, tenés tu forma de vida, tus hijos que están acostumbrados de una forma y de repente que vengan y digan "estás sin trabajo"… y estás llena de cuentas, hay cosas que te piden los chicos y se las tenés que ir negando... Es como que se te viene el mundo abajo, decís “¿y ahora qué hacemos?" Porque no es lo mismo ir hacer una changa por 200 pesos que tener un sueldo fijo todos los meses, que tener una obra social para tus hijos. Se te viene el mundo abajo porque es una situación en la que uno no sabe realmente qué hacer. Nosotras tomamos por opción no quedarnos en casa y salir a apoyar a nuestros maridos; eso fue lo primero que se me vino a la cabeza: salir a pelearla. Mi marido tiene casi cuarenta años, esta operado de la mano y tiene otros dolores por cuestiones de trabajo… ¿qué empresa lo va tomar con esa situación? ¿Qué empresa te va tomar, vos operado de la mano de tendinitis y otras enfermedades? Entonces te encontrás en una situación que no sabés que hacer. Nosotras optamos por salir, salir y pelearla como "Mujeres de Cresta en Pie", y no solamente para nuestras familias sino para muchas otras.

Nancy: En mi caso fue lo mismo; nos organizamos las mujeres, empezamos las reuniones, nos sumamos a las marchas con ellos y después tratar de salir adelante. Porque tampoco una puede quedarse llorando en casa: salimos apoyar a nuestros maridos, a darles fuerza, porque ellos se decaen anímicamente… siempre alentar: "vamos a salir, vamos a salir". En mi caso tengo cuatro chicos, son todos chiquitos -uno un bebé- y no tengo un sostén económico familiar, porque mis familiares son también laburantes con poco sueldo. Opté por salir con las chicas, hicimos la organización, tenemos gente que nos ayuda muchísimo y así vamos a salir adelante y vamos a seguir luchando.

“Nosotras tomamos por opción no quedarnos en casa y salir a apoyar a nuestros maridos; eso fue lo primero que se me vino a la cabeza: salir a pelearla”

¿Con qué cosas se encontraron que no conocían cuando empezaron todo este proceso?

N: Es otra realidad lo que estamos viviendo; una siempre lo veía por la tele y ahora lo estamos viviendo. Tuvimos apoyo de muchas organizaciones, de mucha gente trabajadora, que antes pasaron lo que ahora nos pasa a nosotros, y la verdad eso esta buenísimo.

L: Conocí muchísima gente muy buena, también vivían la situación que vivimos nosotros; conocimos a la gente de Madygraf, a las mujeres. Estoy más que agradecida a los chicos del PTS que estuvieron con nosotros desde el primer día de conflicto, hace como dos años atrás; hay veces que pensamos “¿y ahora qué hacemos?" y están ahí ayudando, diciendo "podemos hacer esto y lo otro", y nos apoyan para tener siempre algo que activar. Conocí conflictos en otras empresas, lo tomamos de ejemplo; una se va preparando para lo que pueda pasar.

“Una siempre lo veía por la tele y ahora lo estamos viviendo. Tuvimos apoyo de muchas organizaciones, de mucha gente trabajadora”

Antes de que pase esto ¿habían estado en marchas o cortes? ¿Cómo vivieron la represión de diciembre?

N: No. La primera vez para mí fue el día de la represión; cuando fui a esa marcha me quebré porque me cayó la ficha en la situación que estamos pasando, y la verdad me puse re mal, pero a la vez está bueno. Y ahora si salen otras marchas ya me gusta ir, porque me gusta expresar "no estoy de acuerdo con lo que está pasando". Me gusta expresarme, mostrar la realidad que estamos pasando, que es todo una mentira; para los medios está todo bien, y nuestras familias la están sufriendo. Mis hijos la están sufriendo. Con lo que te dan no alcanza ni para comer: cuatro mil pesos es una semana de comida con lo caro que está todo ahora, y las otras semanas que quedan del mes a mirar el techo, esa es la realidad de la gente de Cresta Roja.

L: El día de la represión sentí que el gobierno nos trató como gente que hace quilombo, que no tenía nada qué hacer, que estábamos todo el día ahí molestando a la gente…y lo único que queríamos era que nuestros maridos tuvieran sus puestos de trabajo. El gobierno no puede justificar 5.000 personas afuera diciendo que somos ñoquis, somos gente trabajadora. Dicen que con los despidos sólo están echando ñoquis, y es mentira. El día de la represión nos sentimos pisoteados, humillados, también había mujeres embarazadas y chicos ahí… terminaron lastimados, los otros chicos preocupados llorando en casa preguntando qué les había pasado a los papás. Esa situación tiró atrás a muchos compañeros, después nos dieron bolsones de comida con mercadería vencida… pero como yo le digo a mi marido: si hay que salir, hay que salir, es la única forma de salir adelante. Nos dicen que nos volvamos a casa a esperar una solución, pero nosotras salimos… cuando los chicos iban a empezar las clases no tenían casi nada de lo que necesitaban, esas cosas te quitan el sueño a veces por la bronca. Son chicos y no tienen porqué pagar lo que hace este gobierno, que nos sacó del acampe que estábamos haciendo prometiendo cosas que no cumplió.

“Nos dicen que nos volvamos a casa a esperar una solución, pero nosotras salimos”

¿Cómo es un día en sus vidas?

N: Levantarse, pensar cuánta plata tengo, cómo la estiro, qué comemos, si comemos bien al mediodía o comemos bien a la noche. Estirar como se puede mientras esperamos buenas noticias.

L: Y también seguir manifestándonos, juntándonos entre nosotras, luchando. Estamos firmes en la lucha, si tenemos que ir a cortar vamos a cortar, hacemos fondo de lucha, a no bajar los brazos por nada.

B: Sacamos de donde no hay, mi papá ahora hace changas pero mucho no nos alcanza. A mi hermano lo tienen que operar y tiene que pagar para hacerse placas, ir y venir del hospital, y hay días que no comemos, que llevo a mi hija a la casa de la abuela. Con las chicas hacemos de todo para salir adelante; toda esta situación también provoca que en las casas el ambiente esté muy tensionado siempre, que haya peleas… teníamos una vida muy distinta a la que tenemos hoy. Mi papá nunca dejó que nos faltara nada y ahora nos falta de todo, es muy distinta la vida ahora.

N: Todas las familias de los trabajadores estamos en la misma, haciendo una comida por día en muchas casas. Hacer magia para que los chicos tengan una buena comida. Y con las chicas tratar siempre de salir adelante: evento que sale, evento que tratamos de ir, llevar el fondo de lucha, ver la necesidad de cada familia y comprar lo que se necesita: leche, pañales, remedios. Tratamos de ayudarnos entre todos, estamos en la misma situación. En mi caso también recibí mucho apoyo de afuera, porque mi familia no podía. La vamos llevando. Lo que queremos es que vuelvan a abrir la empresa, que vuelvan a trabajar todos, que no haya ningún despido ni que entren de a pocos. Todos tienen derecho a laburar. La experiencia hasta ahora es mentira tras mentira de la empresa y el gobierno, pero la esperanza no se pierde, de que entren los 5.000 y con su sueldo completo, sin rebajas ni trabajo más pesado con menos personal, sin que te exploten ni trabajo insalubre. Que entren todos de nuevo, que trabajen como tiene que ser y que les paguen como tiene que ser. Ese es mi sueño.

“Lo que queremos es que vuelvan a abrir la empresa, que vuelvan a trabajar todos, que no haya ningún despido ni que entren de a pocos”

¿Qué les transmitirían a sus hijos, en base a la experiencia que vienen haciendo en esta lucha?

B: Hay que defenderse, luchar por lo que nos corresponde y hacer valer los derechos.

L: En pocas palabras: que tienen que defender sus derechos. Es lo más importante, es lo que el padre les demostró y yo como madre también, es la enseñanza que les quiero dar a mis hijos; que no hay que tener vergüenza, si hay que salir a la calle no importa, si uno se cree que lo que está haciendo es correcto y es su derecho. Creo que es la mejor enseñanza que le puedo dar a mi hijo.

N: Tienen que hacer cumplir sus derechos, no tener vergüenza de salir. Hace poco me preguntó mi tía: “¿Qué hacés cuando vas a la universidad?” y le contesté: “Entro a las aulas y hablo” “¿Y qué les contás?” “La realidad que estamos pasando”. Y me dijo “¡Tengo un orgullo! Hay que tener valentía”. La necesidad te lleva a ser valiente, por los hijos. Hay que salir por ellos. No estoy haciendo nada malo, estoy luchando, saliendo adelante. Es lo que le digo a mi hija adolescente y a ella le encanta, me acompaña y es luchadora, no tiene vergüenza y si tiene que salir al frente va a salir. El padre le da el ejemplo también, siempre fue igual. El mejor ejemplo que nos dio es salir adelante y luchar por nuestra dignidad. Porque tenemos dignidad.