Entrevistamos a una de las compañeras que fueron parte de la caravana de los “fabriqueros”, los trabajadores despedidos de Fabricaciones Militares de Azul.
Contanos ¿Por qué estás apoyando la lucha de los “fabriqueros” de Azul?
Soy la mamá de tres trabajadores Fanazul. Uno de ellos trabaja hace 15 años, otro está por cumplir 10 años de fábrica, y otro de 5 años de antigüedad. También mi cuñado de 22 años trabajando, y tuve mi suegro que trabajó ahí hasta que falleció. Este no es un trabajo como otros. Cuando mis hijos salían a las 4 de la mañana, que el colectivo los pasaba a buscar, todos los días le pedía a Dios, porque ellos están en la parte de explosivos, una parte de mucho peligro. Cada vez que escuchaba una explosión, me agarraba una deseperación! Las veces que he llamado a la fábrica para ver si había pasado algo. No se puede explicar lo que una siente como madre. Por eso hoy yo estoy firme para acompañarlos, apoyarlos y seguir la lucha con ellos. Lid- ¿Qué nos podes contar de la jornada de lucha con la caravana incluida?
Nosotros salimos del corte de Azul a las 6 de la mañana. Fue muy emocionante ver la caravana. También había gente de la fábrica de Córdoba y tengo entendido que había otros trabajadores del Estado en lucha. Con tanto esfuerzo que hacemos, esperamos una respuesta. La lucha es muy dura, no tenemos respuesta tanto de Macri como de la señora Vidal. El intendente de Azul, el señor Hernán Bertellys, se lava las manos cuando dice que la fábrica no producía nada. Así que vamos a hacerle otra movida en Azul y esperamos que sea más grande de la que ya hicimos y que fue muy grande. Es que parecería que no escucha, que no es intendente de Azul, que no está acá. - Lid: ¿Cómo piensan seguir la lucha?
Seguirla ¡firmes! Vamos a hacer otro corte de ruta porque casi no tenemos novedades. Y los vamos a seguir acompañando, yo como mamá y acá mi compañera como la esposa de otro trabajador. Que el señor Macri ponga su mano en el corazón y piense en la gente que está sin trabajo, y que recapacite. Que no es una, son 250 personas. No les va a ser fácil cerrar una fábrica de 70 años de antigüedad.
