En Antofagasta se realizó una concentración por la libertad de Blanca Paredes, quien fue condenada por 10 años y un día de presidio por defenderse de un nuevo ataque de su ex marido.

Claudia Moreno Antofagasta, Chile
Viernes 21 de abril de 2017
Fueron 35 años de violencia los que sufrió al interior de su relación, y tras una defensa a un nuevo ataque que vivió en mayo de 2016, Blanca Aurora Paredes Covarrubias (55), intentó defenderse con un cuchillo ante Víctor Hugo Flores, su ex marido.
Frente a esta situación el pasado 13 de abril, en fallo unánime, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta la condenó a la pena efectiva de 10 años y un día de presidio, en calidad de autora del delito frustrado de parricidio de su cónyuge, ilícito perpetrado en mayo de 2016, en la comuna de Mejillones, comuna de la II región de Antofagasta. Aplicó además, las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos e inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
La familia, organizada desde su detención, exige que se le aplique la menor de las penas por el "acto de autodefensa" que vivió. Además, denuncian que la justicia no ha tomado en cuenta la vida de violencia de género que la llevó a actuar de esa manera.
Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, y tras el dictamen de condena, esta semana en Antofagasta organizaciones de mujeres, diversidad sexual y feministas se movilizaron en una concentración para pedir firmas de apoyo además de contar con números artísticos visibilizando los hechos en pleno centro de la capital regional.
Sonia Flores, hija de Blanca Paredes, nos comentó que "Los próximos pasos a seguir como familia es asesorarnos, ya que el Ministro de Justicia nos atendió, nos están ayudando con el asunto de la defensoría. Hoy tenemos un defensor público quien va a estar a cargo de esto, esperamos que esta vez se hagan bien las apelaciones y tengamos un resultado que sea óptimo y que se genere una condena según lo que realmente ocurrió, estamos hablando de violencia intrafamiliar con lesiones leves".
Karla Peralta, presidenta del Centro de Estudiantes de Medicina de la Universidad de Antofagasta y dirigente de la agrupación de mujeres y diversidad sexual Pan y Rosas, señaló en la oportunidad la necesidad de que el Estado se haga cargo de estos casos que demuestran el nulo apoyo a las mujeres que viven violencia de género dentro de sus familias o relaciones de pareja, e incluso las que no son perpetradas directamente por conocidos sino que incluso en las calles o en cualquier lugar donde por el sólo de hecho de ser mujeres se nos violenta de diversa forma.
"No queremos más muertas, exigimos una Ley de Emergencia contra la violencia machista que acoja a todas las mujeres que son violentadas asegurándoles resguardo (de toda índole, incluyendo la legal) y bienestar, a la vez, toda reforma será insuficiente, nos tenemos que proponer fortalecer la organización de las mujeres, combatir el rol de víctimas que nos otorga el Estado donde es él quien podrá resolver nuestros problemas para pasar a reconocernos como sujetas políticas y, en alianza con otros sectores explotados y oprimidos como los trabajadores, la juventud, el pueblo mapuche, los migrantes, podamos acabar con esta sociedad basada en la explotación y la opresión", expresó la dirigente.

Claudia Moreno
@abajoelcodigo