Directivos del banco admitieron obstrucción de investigaciones por 5 años. Vínculos de la banca y el narcotráfico. Para sus operaciones no hubo persecusión de la Border Patrol.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 8 de febrero de 2018 11:58

El Departamento de Justicia estadounidense dio a conocer que Rabobank, institución bancaria filial de la holandesa Coöperatieve Rabobank U.A., deberá pagar casi 370 millones de dólares en Estados Unidos por operar fondos vinculados con narcotraficantes de México. Se trata de un nuevo escándalo protagonizado por la banca internacional.
La multa establecida es una de las mayores por la administración estadounidense en un caso de lavado de dinero relacionado con el crimen organizado en México. Sin embargo, está muy por debajo de otra que se impuso en 2012 contra HSBC, por apoyar a clientes en transferencias de fondos de Irán, Siria, Arabia Saudita o México. En esa oportunidad la sanción fue de 1,900 millones de dólares.
En diciembre, tras presentarse en una corte federal de San Diego, George Martin, un exvicepresidente de la institución bancaria, inició su cooperación con los investigadores sobre en torno a si es o no responsable por no mantener recaudos contra el lavado de dinero. Entre 2009 y 2012, Rabobank posibilitó en sus cuentas aproximadamente 370 millones de dólares en efectivo imposibles de rastrear, provenientes de México y otros lugares, de acuerdo con los fiscales.
Las operaciones se llevaron a cabo en la sucursal Calexico de Rabobank, a sólo dos cuadras de la frontera entre Estados Unidos y México. Según el Departamento de Justicia, se transformó en la sucursal de mayor rendimiento en ese condado del sur California gracias a los depósitos en efectivo de México.
Los directivos del banco contaban con una "lista verificada" de clientes cuyas transacciones sospechosas no debían revisarse, aun cuando generaran alertas de los sistemas de control interno. En 2009, la lista tenía 10 clientes. Para 2012, subió a más de mil.
Por años, la línea de los directivos fue obstaculizar las investigaciones internas sobre transacciones sospechosas, como exige la ley, aunque el banco recibió alertas "regulares" sobre transacciones realizadas por clientes y cuentas de alto riesgo, de acuerdo con los fiscales. Es más, despidieron a los empleados que hicieron cuestionamientos internos e impidieron que el Departamento del Tesoro llevara a cabo una investigación. En 2006 y 2008 el mismo banco ya había sido sancionado por fallos regulatorios "casi idénticos".
Mark Borecco, ejecutivo en jefe del banco señala en un comunicado publicado en el sitio web del Rabobank, "La liquidación de estas cuestiones es importante para la misión aquí del banco en California. Reforzado con fuertes niveles de capital y liquidez, y los controles internos mejorados y el riesgo funciones de administración, estamos comprometidos a crecer con nuestros clientes en los próximos años". Claro: ya encontrarán la manera de seguir con sus negocios, de una forma u otra.
Antonio Maria Costa, quien fuera jefe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, señaló en 2009 que tenía evidencia que el dinero proveniente del crimen organizado era el único capital líquido de inversión para algunos bancos que estuvieron al borde del colapso en 2008. Esto según un artículo publicado por Los Ángeles Press, un portal de noticias independiente.
El caso de Rabobank evidencia cómo las instituciones bancarias constituyen un eslabón entre la economía capitalista “legal” y la “ilegal”, y cómo esta última opera bajo las narices de las autoridades. Una delgada línea sobre la que está un sector que invariablemente opera contra las mayorías.