El descontento de los presidentes municipales, que llevan una semana en plantón en el Palacio de Gobierno en Xalapa, lleva a que se comience a plantear la exigencia de que se declare la suspensión de poderes al advertir la clara intención del gobernador interino Flavino Ríos de no restituirles los fondos federales que el gobierno estatal les retuvo para tapar los desfalcos de Duarte.

Raúl Dosta @raul_dosta
Sábado 5 de noviembre de 2016
Las cifras acumuladas por las deudas de la administración Duarte siguen creciendo conforme van apareciendo más detalles. Este viernes 4 de noviembre Flavino Ríos declaró que ha solicitado a la secretaría de Hacienda seis mil millones de pesos, para cubrir gastos del mes de diciembre, dos mil millones para este mes y tres mil millones para cubrir pasivos de octubre, once mil millones de pesos en total.
De ahí sacarían para cubrir el dinero de los municipios que el gobierno interino les retuvo para pagar otros adeudos. De acuerdo con el secretario de finanzas del estado, Antonio Gómez Pelegrin, suman tres mil millones de pesos. Los presidentes municipales ya entablaron ante la PGR una demanda contra éste por los perjuicios ocasionados por el desvío de fondos.
El munícipe de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero, declaró que Flavino Ríos les había prometido resarcir los recursos ayer jueves, pero no cumplió, por lo que van a exigir una mesa de diálogo con la Federación, para que ésta intervenga en la solución del problema del presupuesto aún no entregado.
El enorme agujero por Javier Duarte en complicidad con familiares y amigos abarca, según estimaciones, el equivalente a uno y medio presupuestos anuales del estado (unos 15 mil millones de pesos).
Se habla de 19 residencias en Miami y 16 propiedades de en Texas, además de casas y ranchos en nuestro país. Duarte se estaba dando a conocer como corredor de bienes raíces en EE. UU., pero algo falló, la coyuntura política lo atrapó. La derrota electoral del PRI y la misma crisis de credibilidad del gobierno federal, obligaron a poner los reflectores en la camada de gobernadores de una voracidad desmedida por los recursos del erario público, sean del PRI o del PAN.
El régimen tiene que darse una manita de gato y perseguir, o al menos simularlo, a estos sinvergüenzas, empezando con Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León acusado de otorgarle 3,600 millones de pesos a la automotriz coreana KIA con tal de que estableciera una planta en su estado. De ahí sigue una larga lista con los Padrés y César Duarte, los Borge y los que vayan surgiendo.
No son los primeros de la historia, sólo son los chivos expiatorios para intentar relativizar el descrédito del régimen del PRI y demás partidos al servicio de los empresarios. Algo difícil de lograr pues desde las mismas entrañas del régimen hay resistencias y persisten prácticas de encubrimiento, las que permitieron que Rodrigo Medina, por ejemplo, fuera exonerado de los dos principales cargos por jueces priistas, como decimos aquí o que a Javier Duarte se le hayan facilitado las cosas para darse a la fuga.
La transición veracruzana
La familia Yunes tiene mucho peso en Veracruz, al grado que pudo competir electoralmente tanto por el partido oficial (PRI) como por la coalición vencedora PAN/PRD. Con varios integrantes con cargos de diputados y senadores, se aprestan a recibir al más connotado de ellos, Miguel Ángel Yunes Linares, como nuevo gobernador de Veracruz. Éste llega al poder estatal con una larga lista de cargos de abusos de poder y desfalcos en otras dependencias en las que fungido como “servidor público”. No obstante, será el encargado de asumir la gubernatura de un estado aparentemente en ruinas.
Aprovechando la situación, incluso alentando la protesta de los presidentes municipales de los partidos de oposición, Yunes Linares ha acudido este miércoles 2 de noviembre a Los Pinos a entrevistarse con el presidente Peña Nieto para negociar la transición veracruzana.
Su petición central es que el gobierno federal garantice que todos los adeudos del estado veracruzano sean cubiertos antes de que asuma su mandato. Peña Nieto planteó mantener un buen diálogo y lo mando con José Antonio Meade, secretario de Hacienda y con Osorio Chong, de Gobernación para tratar los asuntos de presupuesto y seguridad, que son los principales problemas del estado, de javier Duarte, ninguno dijo nada.
La reacción inmediata de Meade fue negarse a dar una solución de emergencia, según declaró, antes de establecer alguna cita con el nuevo gobernador. Aunque ha dejado entrever que las próximas partidas presupuestales asignadas a los municipios, las de diciembre, sean entregadas directamente por Hacienda a cada presidente municipal.
Mientras, la Contraloría del estado de Veracruz, está elaborado ocho demandas contra colaboradores de Duarte. Así, los trabajadores de los municipios encaran un futuro incierto, mientras los municipios comienzan a declararse en bancarrota y a desentenderse de mantener los puestos de trabajo de los empleados municipales.