Al menos 140 heridos, 13 de ellos graves. Hay alrededor de 80 trabajadores desaparecidos. Son los datos oficiales. Riesgos ambientales. Eso es la reforma energética en acción. Fue en la Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), operada por la empresa Mexichem y ubicada en Coatzacalcos, Veracruz. Explotó una válvula.
Jueves 21 de abril de 2016
En la planta de Pajaritos, se produce el cloruro de vinilo (VCM). Se trata de la materia prima del policloruro de vinilo (PVC) que Mexichem –que posee 120 plantas en 34 países– aplica para fabricar tuberías y tinacos, entre otros productos.
Con la explosión se formó una nube tóxica que llegó a 10 kilómetros. Protección Civil anunció que no hay riesgo para las familias que viven en la cercanía de la planta y que tampoco hay riesgo ambiental.
¿Es creíble? ¿Cómo, si fueron desalojados los trabajadores el complejo Pajaritos para prevenir intoxicaciones? Si también se suspendieron clases en todos los niveles educativos, en los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán, Nanchital, Agua Dulce, Ixhuatlán del Sureste y Moloacán.
Mientras tanto, Joaquín Coldwell, titular de la Secretaría de Energía, tuvo el descaro de mandar su pésame a los deudos de los trabajadores fallecidos.
Opera la reforma energética
En 2013, Mexichem adquirió el 54% de la Planta Pajaritos, mientras Pemex mantuvo la propiedad sobre el 46% del complejo. Fue en el mismo año en que se aprobó la reforma energética diseñada por Hillary Clinton –actual precandidata a la presidencia de Estados Unidos por el partido demócrata– y sus asesores para abrir la explotación de recursos energéticos al capital privado.
Apenas en febrero de este año Antonio Carrillo y Rodrigo Guzmán, directivos de la compañía, habían anunciado la inversión de 150 millones de dólares a la planta. Declararon a la prensa: “obviamente la planta está en mejores condiciones, opera mejor, la eficiencia creció, le metimos el equipo más moderno del mundo y eso hace que esto mejore.”
Y ahora el “accidente”: ¿sus inversiones serán como las plataformas de exploración que rentó José Ramiro García Cantú a Pemex, vía empresas fantasmas según se dio conocer en los Panamá Papers?
En este marco, se realizaron al menos 800 despidos en Pemex en la Planta de Pajaritos. ¿Los CEO y los directivos creen que la reducción de la planta de trabajadores no afectará la seguridad laboral y la productividad? Claro, pretenden que los trabajadores, sin el material de seguridad que se requiere, sin el necesario mantenimiento de la infraestructura, produzcan cada vez más, siendo cada vez menos.
Mientras tanto, la burocracia liderada por Romero Deschamps avala los despidos y la precarización de los trabajadores, a cambio de prebendas de todo tipo y millones de pesos.
Por su parte, Robert Rennhack un director adjunto del FMI, declaró a El Economista que para el saneamiento de las cuentas fiscales nacionales, el gobierno mexicano debe avanzar con las reformas en Pemex, entre ellas mayores recortes al gasto, y con la venta de activos. Las trasnacionales y el imperialismo estadounidense quieren más.
Como telón de fondo, está la baja de los precios del petróleo, la excusa de empresas y gobiernos para despedir y precarizar.
El camino para frenar el ataque
Las y los trabajadores petroleros están bajo fuego. Con los despidos y la precarización, los directivos de Pemex y las empresas pagarán a menos trabajadores salarios y prestaciones inferiores a las que hoy perciben los petroleros.
Pero es importante señalar que esto no afecta sólo a las y los petroleros. Afecta al conjunto del pueblo trabajador. Es parte del ataque de Peña Nieto y el imperialismo estadounidense contra la clase trabajadora mexicana, que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se cuenta entre las labora que más horas por año con los salarios más bajos.
La reforma energética forma parte del siniestro trío para precarizar aun más a los trabajadores mexicanos, junto con la reforma educativa y la reforma laboral.
Que el dolor y la indignación que sienten hoy por sus muertos y sus heridos en Pajaritos se convierta en coraje en movimiento. Para enfrentar un ataque de esta envergadura es indispensable que los petroleros se saquen de encima a la burocracia charra y que se organicen desde las bases en forma democrática.
El camino es la unidad con el magisterio combativo que, por oponerse a la reforma, enfrenta la represión y todo tipo de ataques reaccionarios del gobierno. Es la unidad con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, que también se oponen a la reforma educativa. Es la unidad con los familiares de las decenas de miles desaparecidos que hay en el país, como las madres y los padres de los normalistas de Ayotzinapa, con los pueblos originarios que enfrentan el despojo. Y con cada sector de la clase trabajadora que enfrenta los ataques de los empresarios y el gobierno.
Con información de La Jornada, El Economista y Proceso.