En un partido ajustado, con tintes de clásico, los Warriors consiguen ponerse 3-1 en la serie y la posibilidad de definir la misma en su casa el próximo lunes.
Sábado 11 de junio de 2016 13:48
Foto: The Guardian
Luego de tres encuentros relativamente dispares, con grandes diferencias en puntos, los Cavs y Warriors hicieron del juego 4 de la serie un duelo de titanes en el cual reaparecieron figuras por ambos lados: Kevin Love volvió a las canchas recuperado de un severo golpe en la cabeza y los hermanos Splash se reubicaron en su lugar de goleadores de Golden State. Un dato a destacar es que ésta es la primera vez en 9 partidos de play-offs que Cleveland es derrotado en su casa.
Luego de señalar en el partido pasado la magra actuación de quienes defienden el título del año pasado, sorprende para bien ver que vuelven a romper un record en el juego donde se hacen fuertes: los tiros de 3. Con 17 bombazos, incorporan la marca de mas conversiones detrás de la línea en finales.
La primera mitad del juego transcurrió con una paridad sostenida, oponiendo la alta tasa de efectividad en puntos de campo de los Warriors (en el primer cuarto fue del 56,3%) a la magnífica labor defensiva de los comandados por Tyronn Lue, que parecen haber dado en la tecla acerca de cómo se deben plantar frente a Curry y compañía. En este aspecto fue destacable la tarea de Tristan Thompson bajando 5 rebotes ofensivos.
Ya en la segunda parte el encuentro fue poniéndose progresivamente más y más físico, un juego que favorece a los de Cleveland con figuras de gran porte como LeBron James o Iman Shumpert. En parte esta ventaja es lo que presionó a los de Kerr a abandonar las penetraciones a la pintura y volver a herir con una distribución rápida del balón y triples certeros.
El último cuarto fue testigo de varios hechos que alteraron en parte la tranquila continuidad del partido. Por un lado, un desafortunado pisotón de LeBron a Draymond Green (que se hallaba en el suelo) casi abre una situación de violencia entre ellos, detenida por el árbitro, y un encuentro verbal entre James y Curry en la mitad de la cancha. Por el otro, el juego fue interrumpido por un aficionado que logro entrar al campo corriendo, con el torso desnudo y la inscripción “Trump sucks” (Trump apesta) pintada en su pecho. De más está decir que fue rápidamente reducido por el personal de seguridad del estadio haciendo gala de la brutalidad institucionalizada que los caracteriza.
Con un 108-97 final, los Warriors están a un paso de conseguir su segundo anillo consecutivo (el quinto en su historia) y meten presión sobre un Cleveland que viene demostrando tener el potencial para revertir los resultados adversos. Las actuaciones destacadas fueron de Steph Curry por parte de Golden State (38 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias) y Kyrie Irving para los locales (34 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias).
El juego 5, que será a todo o nada para ambos planteles, se desarrollará el próximo lunes a las 22:00 horas (horario local) y lo estaremos cubriendo desde La Izquierda Diario.
Juan Ignacio Pascual
Nació en Bahía Blanca. Estudia Historia en la UNS. Es militante de Tesis XI y del PTS.