Martes 23 de diciembre de 2014
Tanto la Central Única de Trabajadores (CUT) como la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) plantearon la semana pasada que rompían con el gobierno ante la discusión sobre la reforma laboral, que ingresaría el 29 de diciembre al Congreso. Ambos sectores dicen que no conocen el documento de la ley.
El gobierno rápidamente, intentó volver a encaminar el debate, logrando que la CUT, a través de su Presidenta, Bárbara Figueroa, declarara que ya están siendo tomadas las propuestas de la central sindical.
Pero en el mundo empresarial el ambiente continúa tenso. El Presidente de CPC, Andrés Santa Cruz, amenaza con retirar todo tipo de apoyo a las reformas de Bachelet.
Por su parte además, el Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock dice que la reforma laboral solo beneficiará a los sindicatos. Y habla además, “de las huelgas violentas y los paros ilegales”, asumiendo que éstas se vienen desarrollando efectivamente en el Chile de los últimos años.
Y es precisamente por ello que el gobierno viene impulsando una reforma laboral, para evitar que las huelgas y los paros escapen de los marcos legales, amenazando con derrumbar la estructura social actualmente existente.
