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Red Internacional
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Entrevista. Natalia Hormazabal: “Las trabajadoras textiles no daban dos mangos por mí como abogada”

Entrevistamos a Natalia Hormazabal, abogada, representante legal de las trabajadoras y los trabajadores papeleros y textiles, de la Asociación Neuquina de Empleadas Domesticas.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Jueves 23 de julio de 2015

Querellante en causas de lesa humanidad. Candidata al Parlasur por la provincia de Neuquén, en la Lista 1A del Frente de Izquierda, que encabeza Nicolás del Caño y Myriam Bregman.

Natalia Hormazabal tiene 33 años. Nació el 5 de octubre de 1981, en Bahía Blanca, “pero crecí en la Patagonia”. El lugar que eligió para vivir. En el año 2007, terminados sus estudios universitarios en la ciudad de Córdoba, viaja a la provincia Neuquén, donde vive hasta la actualidad. Militante del CeProDH.

Podríamos decir que tenés kilómetros recorridos

Sí -se ríe y comienza a presentarse, un poco a los saltos, con esas idas y venidas que tiene su vida, y agrega- nací en Bahía Blanca, pero me crié en la Patagonia. Estudié abogacía en córdoba. Y en un viaje a Neuquén, en el que vine a visitar a mis hermanas, conozco a Chicho, el compañero de una de ellas, un trabajador de Zanon que me lleva a conocer la fábrica. Quedó impactada con ese proceso que fue tan importante para los trabajadores, y tan nuevo para mí. Nunca se me había ocurrido que los trabajadores pudieran tomar una fábrica y ponerla a producir bajo control obrero, planificando la producción en función de las necesidades de la comunidad.

Desde chiquita quise ser abogada, tenía una sensibilidad de justicia, pero nada más, no pensaba en la clase obrera como protagonista. Vuelvo a Córdoba a terminar mis estudios y me contacto con los compañeros del CeProDH y del PTS, que tanto habían tenido que ver con toda esa gesta, quería militar con ellos, y comienzo a hacerlo. Ahí me surgen planteos más profundos sobre para qué quiero ser abogada. Empiezo a pensar en la posibilidad de poner mi profesión al servicio de estos trabajadores.

¿Y cuándo decidís vivir en Neuquén?

En Córdoba milite en la universidad durante mis dos últimos años de carrera. Pero ya había tomado la decisión de, una vez recibida, volver a Neuquén y ser parte de ese proceso que genera Zanon. Desde 2007 vivo en Neuquén. Todo fue muy rápido. En estos casi nueve años pasaron muchas cosas. Llegué a esta provincia unos días después del asesinato de Carlos Fuentealba. Todo estaba muy convulsionado. Participamos de esa marcha histórica, más de 15.000 personas repudiando el crimen y exigiendo justicia.

No había mucho tiempo para aclimatarse, comienzo a trabajar, aún sin matrícula, y me sumo a un equipo de trabajo junto a otros abogados. Después me incorporo a uno de los juicios por crímenes de lesa humanidad, La Escuelita, del que meses antes el CeProDH como organismo se sumó al equipo de querellantes. Una megacausa que incluye un circuito represivo en las provincias de Neuquén y Río Negro. Después estuve en el juicio de Fuentealba, y presencié la audiencia en la que estuvo Jorge Sobisch, el entonces gobernador y responsable político de este crimen. Fuimos parte de todas las organizaciones que reclamamos justicia por Carlos Fuentealba.

Representas legalmente a los trabajadores ¿a quiénes?

Sí, ya como abogada comienzo a participar en dos procesos que son muy importantes. Uno en la fábrica Stefani, cuando los obreros deciden poner a producir la fábrica, luego que la patronal la vaciara y los dejara a todos en la calle. Esto comenzó en el año 2009. Fue un período muy difícil, había que resistir en la fábrica y salir a exigir al gobierno provincial y municipal una solución.

Pasamos Navidad y Año Nuevo brindando en el portón de la fábrica y ahí estuvimos el resto del verano. En fin, fueron muchos meses, donde los compañeros tenían que mantener su fuente de trabajo mientras se ganaban a la comunidad. Nosotros pedíamos la expropiación sin pago y la estatización de la fábrica. El intendente Ramón Rioseco nos llevó a un referéndum vinculante para que el pueblo de Cutral Co decidiera si se trataba o no el Proyecto de Expropiación presentado por los obreros. Fueron semanas intensas, recorriendo casa por casa, explicando a los vecinos por qué había que votar por el SÍ.

Y el pueblo de Cutral Co, que tenía memoria histórica por haber sufrido la devastación de la desocupación con la privatización de YPF, que protagonizó los cutralcazos, e hizo de la lucha por el trabajo una causa popular, votó por el SÍ. El 4 de julio de 2010, con varios grados bajo cero de temperatura y un viento incesante, hicimos historia: más de 5000 vecinos se acercaron a los lugares de votación para apoyar a los trabajadores de Stefani.

Esto fue muy importante para las y los trabajadores, que tenían un montón de causas por cortar rutas. Fue un paso en el camino de lo que más tarde lograrían: la expropiación. No fue algo otorgado por el Intendente Rioseco, sino que es el resultado de una lucha incesante durante muchos años. Como abogada de los trabajadores de Stefani terminó procesada en el año 2010, acusada bajo el artículo 194, que pena el corte de ruta.

Fue elevado a juicio, apelamos y logramos que me absolvieran porque yo solo estaba ejerciendo mi profesión junto a los trabajadores. Muchos organismos de derechos humanos- no sólo a nivel provincial sino también nacional- se pronunciaron a favor de mi absolución. Incluso el Colegio de Abogados sostuvo que era un disparate jurídico el juicio que me iniciaron. En el año 2012 finalmente fui sobreseída. Todo ese proceso fue muy interesante, toda las mañana compartimos con los compañeros desde el mate hasta qué acciones llevaríamos adelante ese día. Fue muy conocida la campaña que realizaron por la reinstalación de una trabajadora textil despedida

Las obreras de la fábrica Neuquén Textil atravesaban una situación de mucho mal trato. Empiezan a organizarse, y desde el año 2008 comienzo a asesorarlas. Durante ese proceso atravesamos una huelga, en el invierno de 2010, donde reclamamos el respeto de un punto del convenio. Paran la fábrica, realizan acciones en la ruta 7, y reciben el apoyo de trabajadoras y trabajadores del parque industrial. Se gana esa huelga luego de siete días en los portones. Luego de eso comienza un proceso de organización.

Logran tener delegada, la primera es Norma Brizuela, que por de defender los derechos de este sector de trabajadoras, tan explotadas, oprimidas y mal tratadas, las despiden en el año 2012. Un sector importante de la fábrica sale a defenderla, comienza otra huelga. Reciben el apoyo de toda la comunidad. Producto de esa huelga se construyó una agrupación de trabajadoras. Actualmente estamos a la espera de que salga la sentencia por la reinstalación de Norma.

Ese proceso, en lo personal, fue muy importante para mí. Cuando comencé a asesorarlas tenía 25 años. Ellas siempre cuentan una anécdota que a mí me hace reír mucho, el primer día que las conozco me ven bajar de un auto un poco viejo que tenía, en ese entonces yo era muy flaquita, me presento y ellas piensan: ‘¿Esta es la abogada?’, dice que no daban dos mangos por mí. Comenzamos la asamblea y en un momento llega el patrón y me dice: ‘Hola doctora, pasé a mi oficina así conversamos’, yo le respondo que por favor se retire, que no tenía nada que conversar en ese momento con él, y que luego nos veríamos en la Subsecretaría de Trabajo. Ellas ahí dicen: "Bueno, vamos a darle una oportunidad a esta nena".

¿Llevas otras causas?

En el año 2011 comienzo a asesorar a los trabajadores de la papelera Molarsa, quienes en el año 2006 recuperaron su comisión interna, y a partir de ahí continúan teniendo una organización combativa. Son muy solidarios, han dado distintas pelea por la reincorporación de compañeros. Denuncian y pelean contra las condiciones laborales que ocasionan serios problemas de salud.

Me ha tocado acompañar a trabajadores en peleas donde han mirado más allá de los portones de su fábrica, y eso es muy importante. Asesoro también a la Asociación Neuquina de Empleadas Domésticas (ANED).

Ellas habían comenzado a organizarse en el 2006, después consiguen la personería jurídica como asociación civil, con Sandra Leiva a la cabeza, una empleada doméstica y reconocida luchadora. Después se acercaron a nosotros vía la legislatura, porque todavía regía el decreto 356 de trabajo doméstico. En ese entonces Alejandro López, trabajador de Zanon, era el diputado de la banca que obtenemos desde el FIT en el año 2011. Entonces les proponemos armar un proyecto de ley que regule todo el trabajo doméstico en el ámbito provincial.

La particularidad de estos proyectos de ley que presentamos es que cuentan con la participación de las organizaciones sociales y de los trabajadores, y en este caso, en el de empleadas domésticas, también. En el año 2012 presentamos el proyecto, y después juntamos firmas en apoyo a éste. Hoy nos reunimos una vez por semana, no sólo para asesorarlas legalmente, también para conversar sobre los problemas políticos. Bueno, con todo esto tenés bastante, porque las causas no las llevas solo en los Tribunales, sino que participas en asambleas, cortes de rutas.

Sí, pero también represento a la Junta Interna del Hospital Castro Rendón. Junta Interna conquistada por mis compañeros de la Agrupación Violeta Negra. Este hospital, el Castro Rendón, es el más grande y de mayor complejidad de toda la provincia de Neuquén, con más de 1800 trabajadores, pero muchos de esos puestos son precarios. Además los trabajadores de la salud sostienen con su trabajo un sistema que está vaciado, con bajo presupuesto. Ahí ves otros problemas, ellos no sólo enfrentan a las jefaturas, sino que también al Estado, que no es poca cosa.

Además, desde el CeProDH, hemos intervenido en causas por feminicidios, y también en las luchas cotidianas en defensa de los derechos de las mujeres, así como por las reivindicaciones de todos los que nos falta conquistar, como el derecho al aborto, libre y gratuito. Y hemos defendido a familiares víctimas de gatillo fácil.

Sos querellante en una nueva causa contra civiles que actuaron en dictadura ¿cuál?

Sí, es la causa “Duarte” que aún está en instrucción y en la cual patrocino a Inés Rigo, Madre de Plaza de Mayo Filial Neuquén y Alto Valle, y a Oscar Ragni, ambos son querellantes. En esta causa se investiga la responsabilidad de funcionarios y magistrados que actuaron en la zona del Alto Valle durante el genocidio, en relación a la desaparición de su hijo Oscar Ragni(h).

Esta es una de las primeras causas en todo el país que está avanzando contra civiles de la dictadura militar, donde además se discute el rol del poder judicial como parte fundamental del terrorismo de Estado. Porque no sólo se negaban a dar curso a los hábeas corpus y recibir denuncias, sino que además sus aportes permitieron que se llevara adelante toda la maquinaria genocida. Incluso algunos de ellos participaron en sesiones de tortura. Es un gran orgullo para nuestro organismo participar en este juicio y, por supuesto, también para mí.

¿Cómo te llega la propuesta de ser candidata?

Cuando por primera vez mis compañeros me proponen ser candidata, en el año 2011, me dio un poco de temor. Tal vez porque me sentía más cómoda en una asamblea de trabajadores que como candidata. Pero esto es parte de las peleas que damos todos los días, porque en esos dos o tres meses que dura una campaña, nosotros mostramos lo que hacemos todos los días.

Por ejemplo, cuando fui candidata a concejal en 2013, la campaña prácticamente la hice sobre la Ruta 7 (en el Parque Industrial de Neuquén), porque en ese momento estaban en conflicto los trabajadores de Molarsa, por la reincorporación de “Chango” Acevedo, y no podía correrme de ahí. Dio sus frutos porque luego de un mes ganamos la huelga y también hicimos una gran elección -dice entre risas-. Es que mostramos en la práctica que nuestra pelea en las calles por los derechos de los trabajadores, la juventud, y las mujeres, las llevamos a todos los ámbitos que nos permita arrancar conquistas o impedir que se avasallen derechos ya adquiridos. Por eso, cada vez que conquistamos una banca en la legislatura, está a disposición de nuestra clase.

La campaña es un espacio de difusión y lucha, pero también de organización. Nosotros somos quienes intentamos organizarnos todos los días en los hospitales, fábricas, escuelas, universidades, pero también queremos disputar espacios en la campaña electoral, un ámbito que no es fácil para la izquierda y los trabajadores. En la campaña incorporo la defensa por los derechos humanos, que es un aspecto que nos distinguen de todos los partidos, e incluso dentro de la izquierda. Somos parte de un organismo de derechos humanos, el CeProDH, que pelea hace más de 17 años. Nuestras listas nacionales están integradas por compañeros abogados que diariamente pelean en un ámbito tan hostil como es la Justicia. Un espacio que no regalamos, también ahí damos batalla.

Te apoyan en esta campaña sectores de trabajadores ¿podes nombrar alguno de ellos?

Sí, son muchos, por ejemplo la Comisión Interna de la papelera Molarsa; la Junta Interna del Castro Rendón; las compañeras de la Asociación Neuquina de Empleadas Domésticas, las obreras textiles. Todos esos compañeros que represento apoyan y acompañan mi candidatura. En estos días van a salir los spots junto a estos compañeros, porque pudimos mostrar, a lo largo de estos años, que no somos políticos profesionales, sino que somos trabajadores y trabajadoras, o en mi caso, que peleo junto a ellos, que no pretendemos hacer carrera política ni enriquecernos, sino que nos proponemos llevar su voz y sus luchas, allá a donde no llegan nunca.


Rosa D’Alesio

Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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