Ana de Miguel Álvarez y Andrea D’Atri captaron la atención de 300 jóvenes que en la tarde del jueves 14 participaron de la charla “Sexualidades, géneros y neoliberalismo”, en el Instituto Alicia Moreau de Justo.
Viernes 15 de abril de 2016 14:40
Neoliberalismo y patriarcado - Charla con Ana de Miguel y Andrea D'Atri - YouTube
“Es la primera vez que participo de una charla sobre género” se escuchó a una estudiante secundaria decirle a quien estaba sentada a su lado. A simple vista, las asistentes –hasta de pie o sentadas en el piso- eran en su mayoría jóvenes del instituto terciario y otros establecimientos educativos. “Muchos estudiantes terciarios participaron, no solo de aquí, también del Normal Nº1 y del profesorado Joaquin V. Gonzalez” nos comenta una profesora del Instituto Alicia Moreau de Justo.
La causalidad de la existencia del patriarcado
Con la misma sencillez con la que comparte un café con quienes recién conoce, Ana de Miguel fue quien abrió la charla. "Hoy en día nadie puede hablar de inferioridad de las mujeres, sin ser repudiado”, explicó, ejemplificando con el rector de Harvard que en 2005 tuvo que renunciar por haber sostenido que las mujeres son menos capaces para las ciencias. Pero el machismo pervive, sostuvo Ana, a través de lo que denominó “neomachismo”, una forma de camuflaje que le permite perpetuarse bajo formas encubiertas y sutiles. Inclusive, en las sociedades donde supuestamente se han alcanzado mayores grados de igualdad de género, la idea de que las mujeres ya tienen todos los derechos por los que pelearon, crea la ilusión de que todo lo que hagan es una libre elección. Su libro Neoliberalismo sexual. El mito de la libre elección, intenta poner luz sobre este problema y sobre cómo ciertas miradas postfeministas son funcionales a este discurso liberal, individualista y mercantilista.
Ana nació en Santander, estudió Filosofía en Salamanca y terminó su doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid con su tesis “Marxismo y Feminismo en Allexandra Kollontai”. Su corta militancia juvenil en la izquierda marxista y su posterior enrolamiento en agrupaciones feministas la llevó a comprender que “El patriarcado no existe por casualidad, existe por causalidad”. De allí que también sostenga, contra todas las modas postmodernas, que la prostitución encuentra su origen junto con otras instituciones de las sociedades de clases, como la propiedad privada y el matrimonio monogámico que garantiza la descendencia legítima que heredará al padre de familia de las clases dominantes.
Capitalismo y patriarcado: una asociación ilícita contra la vida de las mujeres
“No voy a empezar como suelo empezar las charlas”, advirtió Andrea D’Atri al público, “sino con uno de los versos más popularizados de un poema de Borges que dice ‘no nos une el amor, sino el espanto’”. Es que con Ana de Miguel las une sin dudas el rechazo a lo que definió como “la idea de que la emancipación es una experiencia individual, entendida casi exclusivamente como la transformación/apropiación (y quiero acentuar esta palabra ligada a la propiedad) del propio cuerpo”. Habiendo abandonado la crítica del capitalismo, la ideología postfeminista centra su lucha en “el reconocimiento y la inclusión de lo que es marginado en ese discurso cultural dominante”.
Fue categórica al plantear que “cuando 4 millones de mujeres y niñas son secuestradas, en el mundo, para la explotación sexual; cuando el 70% de las personas que viven bajo los umbrales de la pobreza son mujeres y niñas; cuando ni todas las leyes más avanzadas impiden que la violencia contra las mujeres recrudezca transformando a los femicidios en noticias de todos los días… tenemos que pensar que algo de ese enfoque postfeminista nos está obstaculizando una visión global, profunda y compleja de estas décadas en la que los derechos subieron las escaleras, peldaño a peldaño, mientras los oprobios lo hacían por el ascensor”.
Por eso, finalizó: “somos coincidentes [con Ana de Miguel, NdR] en señalar que el capitalismo y el patriarcado son una asociación ilícita contra nuestras vidas y el feminismo, o es crítico de esa alianza o se convierte, quiéralo o no, en cómplice.(...) Pan y Rosas, desde perspectiva apuesta a construir un movimiento de mujeres en lucha por la emancipación.”
Nadie quería irse
Luego de la exposición, varias jóvenes tomaron la palabra: ¿es posible explicar la ‘perforación de las orejas de las niñas’ como una violencia de baja intensidad? ¿cómo discuto con mis amigos para que no consuman prostitución? ¿es posible terminar con la trata de mujeres y niñas sin terminar con el capitalismo? Esos fueron algunos de los interrogantes. Nadie se movía de sus asientos para escuchar las respuestas de las panelistas, que continuaron su exposición durante una hora más acompañadas del entusiasmo del público.
Ana de Miguel regresará, en pocas horas a España, donde desde hace treinta años es profesora de Filosofía, ejerciendo actualmente la docencia en la Universidad Complutense de Madrid. Como nos confesó al finalizar el evento, se va sorprendida de haber visto tantas y tantos jóvenes interesados en buscar herramientas para combatir el machismo.
LEER MÁS
