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Red Internacional
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SALUD LABORAL. Ningún docente nace disfónico

¿Por qué esta naturalizada la voz disfónica? ¿Por qué solo llegan a tomarse licencia cuando ya no pueden hablar? ¿Es la voz disfónica un rasgo que conforma la identidad docente o es parte de su padecer como trabajador?

Sábado 6 de agosto de 2016

Las patologías de la voz están en primer lugar entre los padecimientos de salud docente, aun cuando muchos creen que es normal y solo llegan a tomarse licencia cuando ya no les es posible emitir sonido. La disfonía es reconocida como enfermedad profesional para los docentes; por lo cual debe ser cubierta integralmente por la Dirección Provincial de Autoseguro de Riesgo de Trabajo (Dipart).

A partir de observar que esta dolencia se encontraba en primer plano, la Licenciada en Fonoaudiología Nancy Cristaldo creó los Talleres de Prevención de Disfonías Docentes, que impulsa el sindicato docente Amsafe Rosario. Estos son coordinados por un equipo de fonoaudiólogas y psicólogas/os, del cual formo parte.

Percibir la voz como instrumento central del trabajo docente, es el tema troncal del taller. En cada encuentro, además de adquirir la técnica vocal para un mejor uso de la voz en el aula, se habilita un espacio para comenzar a formularse interrogantes sobre los malestares docentes. Los cuales, muchas veces, no son puestos en palabras y se depositan en el cuerpo.

Los talleres tienen carácter preventivo. Pensando específicamente la voz en el trabajo docente, vamos a tener en cuenta las condiciones y medio ambiente del trabajo, que afectan directamente a la salud, para poder modificarlas colectivamente en beneficio propio.

Algunas de las cuestiones que han surgido en el taller y que afectan la salud de la voz docente, giran en torno a: tener que sostener clases con una cantidad muy numerosa de alumnos, donde el grito es moneda corriente. Clases atravesadas por problemáticas socioeconómicas y de donde también emergen situaciones de violencia. Conflictos interpersonales con compañeros y compañeras, la percepción de que con ellos se está compitiendo por cierto protagonismo en la institución. Excesivas demandas y control por parte del ministerio, la dirección o los padres. Sobrecarga de trabajo por fuera de su horario laboral, lo cual reduce el tiempo que pueden dedicar al ocio. Condiciones edilicias en mal estado. Elevado nivel de ruido tanto en el aula como por fuera…y así podríamos seguir un buen rato enumerando.

La comunidad docente parece verse resignada a estas condiciones laborales, así se va perdiendo el sentido y la motivación en el trabajo, que se transforma en agotamiento. El cuerpo se afecta, se desadueña. La palabra del docente pierde lugar, frente a lo cual, el silencio, (quedar disfónica/o) se presenta como opción, como defensa. Se puede pensar como una pérdida que se ubica en el lugar a ser escuchado, reconocido; una perdida que funciona como un llamado.

Fernando Ulloa, en su libro “Novela Clínica Psicoanalítica”, denomina “síndrome de padecimiento” cuando un sujeto o comunidad se resignan frente al sufrimiento, y los hechos que padecen se naturalizan. Este autor toma este síndrome dentro de lo que él llama “cultura de la mortificación”, donde la queja no llega a elevarse a protesta. Considera que la queja produce detenimiento e inhibición y no habilita un accionar para producir una modificación en la realidad. Así, el trabajador va quedándose solo con su conflictiva interna.

El quedarse solo, cada uno arreglándoselas con sus malestares individuales, creo que es parte de lo que la actual lógica perversa del sistema estatal busca instalar en los docentes para que no puedan empoderarse, para que sea más difícil pelear por los propios derechos como trabajadores. Esto se puede hacer patente en los concursos de titularización, donde cada uno compite por su lugar en detrimento de otro compañero, quedando desdibujada la solidaridad.

No podemos esperar un cambio rotundo en la institución Escuela, pero si se puede pensar en propiciar que los trabajadores de la educación se organicen, se capaciten, se empoderen y logren modificaciones en su ámbito. Apuntando a posicionarse como sujetos de un saber socialmente productivo. Al organizarse colectivamente el peso de las palabras y el pensamiento crítico se multiplica, que así toma fuerza frente a la opresión cotidiana. Lo que empuja a que sea posible correrse del sometimiento al que los tienen acostumbrados.

En función de lo anteriormente dicho también es importante que todos los docentes puedan transitar el Taller de Prevención de Disfonías Docentes de Amsafé Rosario. Un espacio donde recuperar el valor de la voz y la palabra propia, un momento de resignificación del trabajo como parte de la identidad y como potencia creadora.

INFORMACION SOBRE LA INSCRIPCION EN LOS TALLERES DE PREVENCION DE DISFONIAS DOCENTES PARA EL SEGUNDO SEMESTRE DE 2016:

  •  Comienzan la semana del 22 de agosto.
  •  Están dirigidos a docentes de distintos niveles y modalidades
  •  Tienen una duración de 3 meses.
  •  Se entrega material de trabajo
  •  Se otorga certificado.
    Para mayor información comunicarse al 156546627 o al email: [email protected]. Web: www.amsaferosario.org.ar