El cruce entre Fernanda Vallejos y Florencio Randazzo alrededor de la figura de Amado Boudou grafica el tono que adquirirá la campaña entre exaliados. De la defensa de lo indefendible al pase de facturas.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Martes 27 de junio de 2017
“Que Amado Boudou haya sido un protagonista importantísimo de esa decisión es algo que el poder económico nunca le va a perdonar”. Con esas palabras Fernanda Vallejos se refería al rol que cumplió el exvicepresidente en el fin del sistema de las AFJP.
Pero lo que menos pensaban los oyentes que sintonizaban la radio era la defensa a ultranza que ensayaría la candidata a diputada nacional de Unidad Ciudadana sobre Boudou. “Es algo que el poder económico no le va a perdonar como no le perdonaron a Hipólito Irigoyen, a Juan Perón, a Evita, a Néstor Kirchner ni a Cristina Fernández de Kirchner”, remató.
La comparación y el argumento de “persecución política” rápidamente empezaron a rebotar en las redes sociales. Mientras muchos usuarios descargaban su indignación en 140 caracteres, otros ironizaban con la despampanante comparación y el intento de ponerle cierta épica y mística a la trayectoria política del hombre iniciado en las filas de la nunca bien recordada Ucedé de Álvaro Alsogaray. En aquel comienzo, Boudou militaba en la Unión para la Apertura Democrática (UPAU) en Mar del Plata, la agrupación de “niños bien” que defendían abiertamente las ideas privatistas excusándose en el argumento de achicar el Estado.
De aquellos orígenes liberales y conservadores junto a hombres como Ricardo Echegaray mejor no acordarse y preferible tratar de pintarlo como un enemigo acérrimo del “poder económico”. La historia de Vallejos se desarma por sí misma.
Ni lerdo ni perezoso Florencio Randazzo aprovechó las declaraciones para diferenciarse del espacio que conduce la expresidenta, a pesar de que apenas pasaron 72 horas desde la reunión que ambos mantuvieron en vísperas del cierre de listas para explorar las posibilidades de conformar una alianza.
Esta es una de las cosas que nos diferencian del espacio que conduce Cristina. https://t.co/o0oXskmRXp
— Florencio Randazzo (@RandazzoF) 26 de junio de 2017
Randazzo, quien hasta sus últimos días de gobierno acompañó al kirchnerismo e incluso fue el candidato de un gran sector que rechazaba la candidatura de Scioli, intenta presentarse ahora como la “renovación” y esa será una de las ideas fuerza con las que trabajará en su campaña para posicionarse en la interna peronista.
Así lo aseguró su jefe de campaña, Alberto Fernández, en la previa de la presentación de candidatos: “Nosotros creemos que no hay que condenar a la Argentina a discutir el pasado. Lo mejor es proponer un recambio generacional en la política argentina y sentimos que Florencio lo encarna”.
El pase de facturas y el fuego cruzado posiblemente vaya en aumento en una elección donde el peronismo aparece fraccionado y atraviesa una interna producto de una derrota de la cual aún no logra reponerse. Días atrás el politólogo Luis Tonelli aseguraba en una entrevista con La Izquierda Diario que “el peronismo es un fenómeno despiadado de poder, traidor es el que pierde” y recordaba las palabras del Chueco Mazzón quien aseguraba que “hay algo peor que la traición: el llano”.
Una cosa son los discursos electorales y otra muy distinta la realidad y la trayectoria de cada uno. Lo que es seguro es que bajo la superficie de lo que se diga en campaña hay un extenso archivo que no perdona. No aclaren que oscurece.