“Asesinos” declaraban familiares y vecinos de Tucupita durante una protesta este miércoles en esta capital del estado Delta Amacuro, refiriéndose a los integrantes de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago que dispararon a una pequeña embarcación que llevaba a 20 niños y 17 adultos, matando a un niño. Migrantes entrevistados desmienten versión de la Guardia Costera de TyT.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Jueves 10 de febrero de 2022
Símil del TTS Scarborough (CG42) de 58 metros de eslora que interceptó a balazos al peñero venezolano en el que viajaban migrantes.
En la madrugada del sábado para el domingo del recién pasado fin de semana una pequeña embarcación que trasladaba personas migrantes desde Tucupita, estado Delta Amacuro, rumbo a Trinidad y Tobago, fue interceptado a tiros frente a las costas de Trinidad por parte de la Guardia Costera de dicho país. En el acto mataron a un niño a bordo del barco y su madre recibió un impacto de bala a la altura del pecho.
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La versión de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago vía un comunicado es que el TTS Scarborough detectó una embarcación que cruzaba aguas desde Venezuela hacia la costa sur de ese país. Se dieron varias voces de alto y advertencias antes de proceder a disparar contra la embarcación que transportaba a los venezolanos, que supuestamente intentaba embestir y evadir su captura.
Sin embargo, dos días después, de acuerdo al diario Newsday de Puerto España, un grupo de migrantes que se encontraba a bordo de la embarcación habló con los abogados para dar su versión de los hechos. Según los abogados, algunos aspectos de la historia contradecían la versión oficial dada en un comunicado de prensa de la Guardia Costera el domingo.
Los abogados Criston J. Williams y Siddiq Manzano dijeron que después de entrevistar a tres de los migrantes a bordo del barco, hubo diferencias clave en su versión de los hechos y el informe de la Guardia Costera. Negaron haber intentado embestir uno de los botes de la Guardia Costera.
Los abogados sostienen que los migrantes “también dijeron que la primera embarcación de la Guardia Costera que vieron fue la embarcación más pequeña. En ese momento no escucharon ninguna bocina o megáfono de esta embarcación. Sí vieron las bengalas, una de las cuales dijeron apuntaba al cielo, el otro apuntaba a su barco. Poco después de eso, escucharon los disparos. Dijeron que la Guardia Costera solo dejó de disparar después de darse cuenta de que alguien a bordo de su bote estaba herido. Debido al motor defectuoso, dijeron que no podían embestir a nadie o incluso tratar de escapar, así que en ese momento estaban parados".
Por su parte el medio Daily Express, también de Trinidad y Tobago, dio a conocer que la Guardia Costera disparó unos 20 tiros contra la embarcación que transportaba a 37 pasajeros, incluidos 20 niños. Esto es según una declaración de testigo basada en los testimonios de tres de los 17 adultos a bordo: Luis Alexis Ramírez Cabral, 52; Katiuska Daniela Gutiérrez, 22; y Lesbia Margarita Saavedra.
"Poco después de que notaron las bengalas [una bengala al aire y la otra bengala se disparó el bote, NdR], escucharon fuertes golpes y se dieron cuenta de que el barco que se acercaba disparando las bengalas estaba disparando contra su bote. Luego se dieron cuenta de que era el barco de la TTCG ocupado por aproximadamente seis oficiales. Todas las personas intentaron buscar refugio en el bote después de que se dispararan aproximadamente 20 tiros contra su bote (...) Se indicó que el CG sólo cesó el fuego al escuchar a una mujer exclamar y llorar que le habían disparado a su hijo.."
Por las redes circuló un audio de la madre del niño asesinado, de acuerdo al diario TaneTanae de Tucupita, luego de la tragedia vivida y que también resultó afectada por el impacto de bala, pudo comunicarse con sus familiares a través de un mensaje de audio, que envió en medio de un llanto desesperado que ha recorrido las diferentes plataformas digitales.
“Prima, anoche nos agarró la costera y eso fue plomo y plomo, y me mataron al muchachito en mis manos, mi hijo quedo muerto, a mi hijo le explotaron la cabeza anoche prima, yo estoy tiroteada también”, decía la mamá del pequeño en el audio.
Las solicitudes de investigación fueron exigidas desde cuatro agencias de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Este miércoles se registró la segunda protesta que convocó a una cantidad de personas, mayor que la primera. En esta ocasión, una esquina de la plaza Bolívar de Tucupita fue el lugar de la concentración. Además de denunciar al gobierno de Trinidad y Tobago por el asesinato del niño también cuestionaron la displicencia del gobierno de Venezuela.
Muchas de las embarcaciones que salen llevan migrantes de trabajadores y del pueblo pobre desesperados por el hambre, la miseria y los salarios de hambre, que pierden sus vidas sea por naufragios o por disparos directos, intentando migrar a las islas del Caribe. El desespero de salir de la calamidad llevó y sigue llevando a los trabajadores y a los pobres a utilizar estas rutas de riesgo. Esta es la situación que conduce a este tipo de migraciones con las trágicas consecuencias.
Desde 2014 hasta 2021, la Organización Mundial de Migraciones (OIM) documentó 187 fallecimientos y desapariciones de venezolanos que intentan llegar a otros países, aferrados a precarios botes que salieron desde muelles del norte de Venezuela, solo en la ruta marítima del Caribe. Según el Comité Nacional de Familias Víctimas de las Desapariciones y Trata (Mayday Confavidt) hasta el 20 de enero de 2022 habían 137 migrantes desaparecidos en alta mar, todos pertenecientes a estados costeros de Venezuela, reporta el portal Efectococuyo.
Como hemos escrito desde La Izquierda Diario, el Gobierno y el Estado venezolano como el Gobierno y el Estado de Trinidad y Tobago son responsables de estas tragedias, el primero que expulsa por la miseria y la catástrofe a millares de pobladores pobres y trabajadores, y el segundo que cuando no solo los rechaza y los devuelve al agua, les lanza ráfagas de bala a matar, tal como lo ocurrido este fin de semana.