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Red Internacional
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PRECARIZACIÓN EN LA JUVENTUD. “No nos pudieron quebrar”: luchó por su reincorporación y lo cuenta en el libro de Del Caño

Tomás fue despedido de Volkswagen en 2014. Su historia de precarización, y solidaridad con otras peleas en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, en “Rebelde o Precarizada”.

Juana Galarraga @Juana_Galarraga

Miércoles 7 de agosto de 2019 14:58

“No nos pudieron quebrar”: un joven que luchó por su reincorporación en el libro de Del Caño - YouTube

Entrevista: Selma Saeg // Audiovisual: Loki Pérez

“No nos pudieron quebrar” se titula el relato que Tomás Nieto, trabajador de Volskwagen, escribió para el libro que publicó Nicolás del Caño, “Rebelde o Precarizada: Vida y futuro de la juventud en tiempos del FMI. De los 90 a la era Macri”.

Tomás tiene 28 años. En 2014 fue despedido de la fábrica por organizarse junto a sus compañeros para enfrentar los ritmos de producción cada vez más exigentes que les imponía la empresa. Su historia fue publicada en el libro como un testimonio en primera persona, junto a la de una decena de otros relatos de jóvenes como él, sobre lucha y precarización.

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Cuando entró a la fábrica estaba contento, cuenta Tomás, porque el sueldo estaba bueno. Sin embargo tardó poco en darse cuenta de dónde estaba la trampa: el boom automotriz, gracias al que la patronal expulsaba miles de camionetas en tiempo récord, destrozaba el cuerpo de los trabajadores. Consecuencia de esto, Tomás tuvo que ser operado a los 23 años y tiene tendinitis crónica en hombro, codo y muñeca.

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Por ese entonces su caso no era el único. Ese mismo año también se desató la emblemática lucha en Lear contra los despidos a todo un sector de trabajadores que se oponía a la flexibilización de sus condiciones de trabajo. Tomás se solidarizó con su lucha y participó de las jornadas de protesta sobre la autopista Panamericana. En una de las tantas represiones que sufrieron los indomables de Lear, él fue detenido y trasladado salvajemente por la Gendarmería, bajo el mando de Sergio Berni.

Tomy, como lo conocen sus compañeros y compañeras de militancia en el PTS, también participó de otras luchas de la zona en esa época, como la de Gestamp. También, la de los trabajadores y las trabajadoras de Madygraf, ex Donnelley, que cuando la patronal cerró las puertas y quiso dejarlos en la calle, la pusieron a producir y funciona hasta hoy como cooperativa bajo control obrero.

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Actualmente, Tomás sigue militando en la zona norte. Colabora con el club obrero que funciona en Madygraf, cuyos trabajadores abren sus puertas como centro de organización, discusión y esparcimiento para las familias y la clase obrera de toda la región. Además, impulsa la campaña del Frente de Izquierda Unidad junto a trabajadores, mujeres y estudiantes de la zona, para construir una fuerza política y social que se rebele contra el destino de precarización y miseria que les quiere imponer el FMI. Tomás es parte de una juventud y de una fuerza política que siempre estuvo del mismo lado: bancándolo no solo a él en su pelea, sino en todas las luchas de las que fue parte. Nicolás del Caño también fue reprimido por Berni en la Panamericana.

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Gracias a la coordinación y la lucha, Tomás pudo volver a trabajar a Volkswagen. La patronal tuvo que reincorporarlo junto a otros despedidos. Ni la empresa ni la burocracia sindical que lo querían dejar en la calle, pudieron quebrarlo con el hostigamiento y sus amenazas sistemáticas. Hasta el día de hoy, lamentan la presencia de este rebelde que no se resigna, en la línea de producción.