Lo hicieron contra el desfinanciamiento de la Ciencia y de la Educación, exigiendo más presupuesto y salarios que no se queden por detrás de la inflación
Javier Nuet @javier_nuet
Jueves 16 de agosto de 2018
Bajo la consigna “Sin ciencia y tecnología no hay futuro”, se concentraron ayer en el congreso distintas organizaciones de científicos, becarios del Conicet y docentes universitarios, acompañados por estudiantes de la UBA y de la UTN que se solidarizaron con ellos. El objetivo era denunciar el desfinanciamiento de la ciencia y de la educación que lleva adelante el Estado.
Esta acción no fue aislada. Hace algunas semanas los docentes en distintos lugares del país vienen reclamando por paritarias y presupuesto. Ya son varias las provincias en las que se vienen manifestando las comunidades educativas, exigiendo al Estado mayor presupuesto y salarios dignos. Ayer mismo, en la capital de Jujuy, se movilizaron seiscientos docentes. En Rosario fueron quinientas personas. El viernes pasado hubo una marcha de dos mil en Neuquén.
Es que la situación presupuestaria es crítica. Se hace más difícil ingresar a la carrera de investigador del Conicet. Se achican los salarios por la inflación. Se recortan los subsidios para investigación y equipamiento. Es un ajuste que va en contra de que los becarios y científicos puedan desarrollar su actividad.
Hasta el antidemocrático consejo superior de la UBA tuvo que salir a plantear "preocupación" por el desfinanciamiento en Ciencia y Técnica y específicamente en el Conicet.
El gobierno viene retrasando la discusión salarial para los docentes universitarios con maniobras y provocaciones. En la reunión del lunes con los gremios reemplazó su anterior propuesta de 15% de aumento por una del 10,8% en dos cuotas.
De esta manera atentan contra el inicio del segundo cuatrimestre, porque los trabajadores se ven obligados a ir al paro para reclamar aumentos acordes a la inflación, que ya es del 20% en lo que va del año y todavía quedan cinco meses por delante.
Muchos estudiantes se acercaron a apoyar el reclamo, entendiendo que no es solo una cuestión de solidaridad, sino que su propio futuro y el de la educación depende de que estos reclamos triunfen.
Esos mismos estudiantes son quienes estuvieron la semana pasada inundando las calles con la marea verde que, lejos de salir derrotada, dio un paso adelante en la pelea por conquistar el derecho al aborto y en cuestionar al patriarcado. Quizás toda esa fuerza multitudinaria, unida a la de los docentes y los invtestigadores, pueda ser la que ponga en jaque al ajuste de Cambiemos.