Nos encontramos con una de las más terribles noticias que las y los docentes podemos tener: hoy nos falta una nena en nuestra escuela por responsabilidad del gobierno de la Ciudad y el hambre que pasan las familias por el ajuste del gobierno nacional. Toda la docencia está conmovida. Exigimos a la UTE un paro educativo por los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Miércoles 17 de agosto de 2022 11:16
Nos encontramos con una de las más terribles noticias que las y los docentes podemos tener: hoy nos falta una nena en nuestra escuela por responsabilidad del gobierno de la Ciudad y el hambre que pasan las familias por el ajuste del gobierno nacional. Mientras dábamos clases, nos atragantamos con la bronca, porque una vez más las familias trabajadoras son las que pagan la crisis y hambrean a nuestros pibes. No se puede más.
Exigimos más comida y de mejor calidad en todas las escuelas porteñas y en todo el país. Que se cumpla el fallo de Alimentación. Exigimos a la UTE un paro educativo por los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y un plan de lucha urgente. Poner todo el sindicato al servicio de esta pelea, en cada una de las escuelas y de los barrios de la Ciudad. Mucho dicen de enfrentar al gobierno de Larreta, pero son cómplices de esta situación política, que no hace más que empeorar las condiciones de las familias trabajadoras que asisten a la escuela pública.
Toda la docencia está conmovida. Desde la Corriente 9 de Abril nos ponemos a disposición de las familias y sus docentes.
11 años tenía la nena. Esta niña había entrado a la escuela 11 del barrio de Barracas hace ya seis años. Sus docentes hicieron pedidos de todo tipo al gobierno. Ella necesitaba un refuerzo hipercalórico en su vianda, además de su peso tenía dificultades en la visión y les docentes de la escuela, como suele suceder, fueron quienes consiguieron que la niña pueda tener lentes. De parte del estado nunca recibió el tratamiento integral que necesitaba. Ella y su familia viven en condiciones precarias, como tantas otras, no solo del barrio 21-24 sino que en todo el país.
Desde la Corriente Nacional 9 de Abril de trabajadoras y trabajadores de la educación hacemos responsable al gobierno de la Ciudad y al gobierno nacional por esta situación, exigimos justicia para la familia de la niña.
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Es urgente duplicar las raciones de comida que se entregan en los comedores populares de los barrios y en las escuelas y que sea de la calidad necesaria para la alimentación y desarrollo de nuestros estudiantes y sus familias. Tenemos que movilizarnos por nuestros pibes y pibas.
En la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tiene que cumplir urgente el fallo que hemos conseguido con Myriam Bregman, Alejandrina Barry junto con el CEPRODH, docentes y familias, por una alimentación saludable en todas las escuelas porteñas.
Tenemos que movilizarnos en forma urgente y organizarnos desde abajo en cada escuela, con las familias en asambleas y acciones comunes y luchar por todas las demandas de la comunidad educativa por alimentación, salud, trabajo, educación y vivienda.
Con hambre no se puede estudiar, no es una metáfora, es la cruda realidad
Uno de cada tres menores de 17 años son pobres en la Ciudad de Buenos Aires. En el distrito más rico del país, viven 186.000 personas, el 6 por ciento de su población, a las que en el último trimestre de 2021 sus ingresos no les alcanzaban para comer y 665.000, el 21,6 por ciento de su población, que vivían en situación de pobreza. Esta situación la vemos todos los días en las escuelas.
Pero a pesar de estos datos que exponen brutalmente la situación que afecta a las infancias en todo el país, hay gobiernos preocupados por sancionar a las familias y quitarles ayudas sociales del estado, donde haya menores que no concurran a la escuela. Abonan a la persecución de los más pobres, pero callan ante la durísima realidad que muestra este informe de UNICEF: "1 de cada 3 hogares no puede cubrir sus gastos corrientes y el 50% no puede solventar los gastos escolares, entre ellos la compra de libros y útiles".
Los alimentos son los que más se encarecieron en los últimos meses, haciendo cada vez más difícil acceder a la canasta básica para los sectores populares. Pero las empresas alimenticias, lejos de verse afectadas por la crisis, son las que reportaron ganancias multimillonarias. Solo en el segundo trimestre de 2022, el emporio de Molinos Río de la Plata presentó un balance en el que asume haber obtenido ganancias por más de 5 mil millones de pesos. Su dueño, el ex piloto de rally, Luis Pérez Companc, pertenece a la familia que posee la cuarta fortuna más grande de Argentina, calculada en 2700 millones de dólares. Probablemente no haya mesa en Argentina, que no se sirva con algún producto del imperio de Pérez Companc que reúne las marcas más conocidas de fideos, harina, arroz, aceite... todos aquellos alimentos que abundan en las dietas pobres en proteínas y abundantes en hidratos de carbono, que son las que resultan más accesibles para millones de familias empobrecidas.
El informe de Unicef nombrado anteriormente, justamente señala que, con la crisis económica, se observa una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos. En el 50% de los hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, hogares numerosos, con jefatura femenina o endeudados, se dejó de comprar algún alimento por falta de dinero.
Esto se suma a que el presupuesto nacional asignado a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, órgano rector de las políticas de niñez y adolescencia como lo establece la Ley 26.061, muestra una caída en términos reales respecto del presupuesto vigente en tres de los cuatro programas dirigidos a la niñez y la adolescencia que implementa cuando se considera la inflación del proyecto de presupuesto, y en los cuatro programas cuando se considera la inflación REM (relevamiento de expectativas de mercado).
En este marco y las flamantes políticas del nuevo super ministro Sergio Massa anuncian más ajuste. Un brutal tarifazo con aumentos en luz, agua y gas. Muchas de las familias de nuestras escuelas no pueden prender una hornalla para hacer una comida caliente a sus hijos e hijas por no poder pagar los servicios básicos. Están echando más leña al fuego de la inflación.
Organizarnos en cada escuela y salir a las calles
Les docentes la semana pasada salimos a las calles. La rebelión se extendió en varias provincias con grandes movilizaciones porque el ajuste se siente y los salarios son de hambre y en las escuelas la situación es acuciante. En Mendoza se hacen asambleas de familias junto a las docentes y votan planes de lucha. En Neuquén son las familias en asambleas con sus docentes las que votan que las familias desocupadas sean quienes refaccionen las escuelas. En Santa Fe, se movilizan junto a la juventud que pelea por el medio ambiente. Es un camino de unir lo que por arriba dividen burocracias y gobiernos.
Mientras en el campo, los empresarios retienen las silobolsas en grandes cantidades, presionando a la devaluación para ganar más, en los barrios se siente el ajuste. El gobierno del superministro Massa junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner profundiza el plan de ajuste beneficiando a los mismos que siempre ganan a costa de la devaluación de nuestros salarios y la degradación de nuestras condiciones de vida.
Este fin de semana será el día de las infancias, ¡las infancias son urgentes hoy y siempre! Las de CABA y las de cada rincón del país. Basta de amenazar con recortarles subsidios que les sirven para comer algunos días del mes y no a quienes son realmente los destinatarios de los mayores beneficios económicos.
Hoy no es un día más, la bronca la tenemos que transformar en organización. Les docentes hoy salimos a las calles porque no queremos más pibes en la pobreza. Acompañamos la lucha de las millones de familias del movimiento de desocupados que exigen un aumento de emergencia, y que pelean por trabajo genuino. Las familias son nuestras principales aliadas para poner un freno a esta situación. La deuda es con los pibes, ni un peso más para el FMI, ni para los especuladores. Las centrales sindicales tienen que convocar urgente a un paro nacional y dejar su alineación con el gobierno nacional y los gobernadores provinciales. Desde la agrupación docente 9 de abril, y como docentes que trabajamos en la escuela, brindamos nuestra solidaridad a la familia de la niña, a sus docentes y nos ponemos a disposición para acompañar las medidas que sean necesarias para que esto no suceda nunca más.