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Red Internacional
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Resultados electorales. Nueva Asamblea Legislativa conservadora y del ajuste

Las curules fueron repartidas entre los partidos de la burguesía y los grandes empresarios, como el PLN, PUSC y PLP, además de la derecha religiosa a través de Nueva República, y en menor medida, el reformismo del FA.

Viernes 11 de marzo de 2022

El pasado miércoles se realizó el escrutinio final de los resultados electorales para diputaciones que conformarán la Asamblea Legislativa en el período 2022-2026. Este conteo definitivo tuvo modificaciones con respecto a los resultados provisionales, pues el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) perdió dos curules, una en Guanacaste y otra en Cartago, ganándolas el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) y otra el Partido Liberación Nacional (PLN) respectivamente.

Las curules quedaron repartidas entre el PLN (19), PPSD (10), PUSC (9), Nueva República (7), PLP (6) Y FA (6).

Dentro de las candidaturas del PLN se encuentra Rodrigo Arias, quien es uno de los representantes de la burguesía en el país. Además, el PLN ha sido responsable de muchos de los ataques de la clase trabajadora, dentro de los que resaltan los Programas de Ajuste Estructural, el acuerdo del TLC, y los recortes a la educación pública desde la Asamblea Legislativa. Con lo que respecta a los ajustes del FMI, el partido ha tenido una posición a favor, presentando incluso el proyecto conocido como Ley Anti-Huelgas, en medio de las movilizaciones en el país contra las negociaciones con el FMI en el 2018. En esta ocasión, la fracción del PLN en la Asamblea Legislativa estas orientaciones de ajustes y de agenda del FMI contra la clase trabajadora; además, su candidato presidencial ya ha dicho estar en contra de la “ideología de género y sus manifestaciones prácticas”, contra el aborto, contra el matrimonio igualitario, a favor de la familia tradicional y por una regulación de la educación sexual “acorde a los valores de la sociedad”.

El PPSD cuenta con la segunda mayor fracción en la nueva Asamblea Legislativa y también su candidato presidencial, Rodrigo Chaves, se encuentra disputando la segunda ronda. Pese a que Chaves ha intentado colocarse como el candidato providencial que está por encima de las instituciones, y que vendría a “salvar al país” de la situación económica, alegando que vetaría la Ley del Empleo Público, lo cierto del caso es que el PPSD a la larga no dudará en implementar ajustes que recaen en la clase trabajadora. Además, su candidato presidencial, al igual que el PLN, ya se ha reunido con sectores religiosos, alejando ser un “hombre de fe” y considerar que las iglesias “pueden contribuir a mejorar la situación de la población de este país”. Su fracción podría tener alianzas con la derecha religiosa.

En la Asamblea Legislativa, la derecha religiosa está representada por el partido Nueva República, que contará con la diputación de Fabricio Alvarado, quien no dudará en llevar adelante proyectos en contra de los derechos democráticos de las mujeres y población diversa.

El PLP obtuvo la diputación de Eli Feinzaig, quien se ha caracterizado por sus orientaciones políticas enfocadas en los sectores empresariales en detrimento de la clase trabajadora.

Por su parte, dentro de las 6 candidaturas del FA se encuentra Sofía Guillén, quien anteriormente ha llamado a que las pensiones del Magisterio se pusieran en la bolsa de Nueva York. Además, en medio de la Huelga General del 2018 contra el ajuste, el FA tuvo la orientación de deponer la huelga. En la campaña electoral afirmaron que se debía renegociar el ajuste del FMI, colocándose en la misma posición que Eli Feinzaig. La fracción del FA no será una oposición real, pues su orientación es administrar la crisis dentro del estado capitalista.

El PAC, quien se encuentra actualmente en el gobierno, quedó por fuera de la Asamblea Legislativa, luego de los constante ataques a la clase trabajadora como el ajuste fiscal, además de utilizar la firma de la Norma Técnica como moneda de cambio para el movimiento de mujeres.

Los resultados de diputaciones, al igual que los resultados presidenciales de primera ronda, reflejan la crisis de hegemonía, con un debilitamiento de todos los partidos políticos, quienes obtienen incluso menos votos que en elecciones pasadas.