A un mes de ocurridos, y a pesar del descontento que generó la brutalidad de los hechos en la colonia Narvarte, las investigaciones por parte de las autoridades arrojan pistas a cuentagotas para resolver el caso, ahora pretendiendo limpiar el caso de cualquier móvil político culpan al grupo de narcotraficantes "los Zetas".
Viernes 4 de septiembre de 2015
En recientes declaraciones Abraham Torres Tranquilino, último detenido, declaró la supuesta participación del grupo de narcotraficantes "los Zetas" en el multihomicidio.
El pasado 30 de agosto fue presentado por la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) Abraham Torres Tranquilino de 24 años de edad, como uno de los principales implicados en los asesinatos. Torres Tranquilino cuenta con un turbio historial, fue destituido de su cargo como policía del Distrito Federal luego de que en 2011 fuera consignado por las autoridades bajo los cargos de tortura y ejercicio indebido del servicio público, condenado a casi cinco años de prisión, salió al año siguiente bajo libertad condicional.
Abraham fue uno de los dos sujetos cuya identidad pudo ser revelada por los testimonios de Daniel Pacheco, primer detenido, el pasado 5 de agosto. En declaraciones recientes dijo que la razón por la que se reunieron la tarde del 31 de julio en el departamento ubicado en la calle Luz Saviñon, fue un paquete de cocaína que Mile había recogido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y que habría de ser entregado a Pacheco y a ’Omar’, tercer y último implicado, de quien al día de hoy sólo se conoce el nombre.
Según Torres Tranquilino, él conoció a ’Omar’ por medio de Pacheco, a quien presento como ’su chavo e integrante de los zetas’. Según su propio testimonio, ambos lo obligaron a acompañarlos, sin embargo el permaneció fuera del departamento en todo momento.
Por su parte Rocío Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo que las declaraciones realizadas por Abraham Torres resultan insuficientes para afirmar la participación de los ’Zetas’ en los hechos, de la misma manera mencionó que según pruebas realizadas por médicos de la CNDHDF, Daniel Pacheco Gutiérrez no fue sometido a tortura al momento de realizar sus declaraciones, a pesar de que él así lo denunciara. Sin embargo, sabemos que no es raro la forma en que las instituciones públicas supuestamente encargadas de la implementación de la justicia buscan limpiarle la cara al gobierno ignorando hechos evidentes en las investigaciones.
No son asesinatos aislados
La serie de declaraciones realizadas por Abraham Torres Tranquilino, dan un nuevo giro a la línea que había seguido la investigación. Karla Michel Salas, abogada de la familia de Nadia Vera acusó que la procuraduría capitalina pretende descartar cualquier ’móvil político’ en el caso.
Lo cierto es que un presunto ajuste de cuentas entre Mile Virginia Martín y algún grupo narcotraficante, no explica las marcas de tortura y de violencia sexual que se encontraron en los cuerpos –que son utilizadas para dar mensajes de diciplinamiento a luchadores sociales-. Además no se puede ignorar que Rubén y Nadia salieron huyendo de Veracruz por amenazas y habían acusado al gobierno del estado por atentar en contra de su seguridad.
A un mes de los hechos, Javier Duarte ofreció una rueda de prensa donde dijo: estar cansado del ’linchamiento’ del que ha sido víctima luego de ser señalado como uno de los principales responsables del asesinato de la colonia Narvarte, “linchamiento” al que se han sumado figuras reconocidas e intelectuales. Además dijo que a medida que las investigaciones han decantado otros responsables, se comprueba que se hicieron juicios a priori de su persona y que él por su parte puede ’tener la conciencia limpia, pues ni lo hizo, ni lo mando hacer’.
Sin embargo, el asesinato de Rubén y Nadia no son casuales ni aislados. Desde el 2000 a la fecha, se tiene registro de 103 periodistas asesinados en nuestro país, 18 de ellos en Veracruz y 14 durante el periodo de gobierno de Javier Duarte (2010-2016). Uno de los casos más sonados en dicho estado fue el asesinato de la periodista, corresponsal de Proceso Regina Martínez, encontrada muerta en el baño de su casa en el año 2012, asesinato que las autoridades declararon que se habría tratado de un intento de robo.
Desde la Izquierda Diario repudiamos el desvió que las autoridades quieren hacer de los hechos para ignorar los motivos políticos del asesinato y la responsabilidad de Duarte en él. Así mismo nos pronunciamos contra la criminalización de Mile Virginia Martín y por la conformación de una comisión independiente de investigación, pues sabemos que la justicia para el asesinato de los compañeros de la Narvarte y la defensa de la libertad de expresión no vendrá de las autoridades sino tendrá que ser arrancado a través de la movilización encabezada por los trabajadores de la información.
Mariel Ochoa
Estudiante de la FCPyS