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Red Internacional
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Río Negro. Nuevo abuso policial en Bariloche

La maldita policía rionegrina avanza contra la juventud y los barrios en la ciudad de Bariloche.

Sábado 23 de julio de 2016 14:16

El domingo 17 de julio a la madrugada, Matías Velázquez fue violentado por la policía en su propio domicilio del barrio 10 de diciembre, mientras transitaba en las inmediaciones del club Estudiantes Unidos donde, a la salida de una fiesta, la policía lanzó una balacera ante los enfrentamientos que se sucedieron en ese lugar alrededor de las 5:30 horas. Hasta el día hoy Matías está internado en el Hospital Zonal Ramón Carillo y según explicó la directora del nosocomio local a diario Río Negro, requiere una cirugía y aún no se sabe si perderá el ojo izquierdo.
También, vecinos de ese barrio afirman que la policía ingresó a sus viviendas, así lo denunció Elena Colitripay “en la madrugada del domingo, un grupo de policías derribaron la puerta de mi casa e ingresaron”, y señaló “me dijeron que buscaban a un hombre y se llevaron a mi sobrino”. Asimismo, aseguró Colitripay que “en ningún momento mostraron orden del Juez para allanar mi casa, además de romper la puerta, rompieron el televisor”.

Este es uno de los tantos casos en que la violencia y la brutalidad policial se desenvuelve en el marco de la avanzada represiva y ajustadora del gobierno de Mauricio Macri que en enero de este año ha declarado, a través de decreto la “Emergencia Nacional en Seguridad Pública” para fortalecer y otorgar mayores facultades a las policías provinciales y demás fuerzas represivas.

Detenciones arbitrarias por averiguación de antecedentes, persecuciones por portación de rostro, son moneda corriente en una Bariloche caracterizada por ser uno de los centros turísticos más visitados de la Patagonia. Pero detrás de la “Bariloche turística”, la única respuesta del Estado para la juventud es la represión, criminalización y la falta de responsabilidad frente a la precarización laboral, la tercerización, el desempleo y la desesperanza respecto al futuro.

Es la misma policía que está al servicio de este Estado burgués, los patrones y toda la clase de los empresarios del turismo, la hotelería, la gastronomía, etc. que viven de la mano de obra barata de cientos de jóvenes, y actúa consecuentemente protegiendo sus intereses para sostener y reproducir el orden, en una ciudad signada por la creciente polarización y segmentación social.
La violencia institucional y la impunidad del accionar policial en los barrios, son parte también de la Bariloche que no se vende en paquetes turísticos.