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Red Internacional
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México

#FUERONLOSFEDERALES. Nuevo escándalo en México: “la masacre de Apatzingán”

México, D.F. – 20 de abril de 2015
Un nuevo caso de violación a derechos humanos, ejecuciones extrajudiciales, asesinatos a civiles y brutalidad policial orquestada por altos mandos sacude a México.

Lunes 20 de abril de 2015

Se trata de un nuevo episodio de la barbarie que se vive en el país y que se corresponde con un clima de violencia que continua en aumento.

Este fin de semana comenzó a tomar fuerza la difusión de notas periodísticas y videos, que miles y miles de usuarios de las redes sociales comenzaron a compartir para difundir y denunciar la masacre de Apatzingán.

Periodistas de Proceso y del equipo de Carmen Aristegui han dado a conocer esta nueva investigación que desmiente la versión oficial del gobierno y deja ver otro caso donde la Policía Federal es protagonista de ejecuciones a civiles.

A partir de la difusión de este reportaje, el sitio web Aristegui Noticias sufrió un ataque cibernético.

El pasado 6 de enero en la madrugada policías federales dispararon contra alrededor de cien integrantes de la Fuerza Rural en Michoacán y sus simpatizantes, los cuales se encontraban desarmados en un plantón en el palacio municipal de Apatzingán.
Horas más tarde, autodefensas y campesinos jornaleros sin armas de fuego fueron brutalmente asesinados por Policías Federales cuando buscaban ayudar a los heridos sobrevivientes, los civiles fueron repelidos con disparos de la ametralladora M60. El saldo de ambos ataques es de 16 muertos y decenas de heridos.

La versión del gobierno dice en que, en ambos casos se tienen reportados 8 muertos, y un atropellado en un “enfrentamiento” entre policías federales y con personas asociadas a los delitos de asociación delictuosa y posesión de armas de fuego ilegales.

Con total cinismo, el gobierno en voz de sus voceros en la región, habla de un “fuego amigo” de parte de las autodefensas que, sería el responsable de la segunda masacre.

Los integrantes del plantón protestaban inconformes con la disolución de su grupo el G-250, el cual fue creado por el entonces comisionado para la seguridad en Michoacán Alfredo Castillo -que ahora se desempeña como presidente de la Comisión Nacional del Deporte-, grupo que fue creado con la intención de detener al líder del cartel de los caballeros templarios Cervando Gómez Martinez “la tuta”.
Los inconformes argumentan que estuvieron ocho meses en el campo buscando “a la tuta”; los despidieron sin recibir pago alguno y enfrentaron en diversas ocasiones ataques de los caballeros templarios.

Con grabaciones de audio y videos fuertes, cada vez más la población se entera de la forma en la que esas personas desarmadas fueron masacradas, aún cuando muchas de ellas se rendían a los federales pidiéndoles que no dispararan. Testigos han declarado que la orden emanada de los altos mandos fue: “mátenlos como perros”.

Este sangriento episodio no pasa desapercibido en las redes sociales y se suma a los cuestionamientos al gobierno y a los cuerpos represivos (policía municipal, policía federal y ejército), que en los últimos tiempos han sido ampliamente repudiados, por constantes violaciones a derechos humanos y, en particular, por el caso Tlatlaya y la masacre de Iguala.

En medio de las campañas electorales donde de forma desesperada los partidos buscan ser votados para, de este modo intentar darle cierta credibilidad a la “democracia” y las instituciones en crisis, este nuevo escándalo vuelve a sacar a la luz el grado de descomposición que envuelve al régimen. Y es que este tipo de hechos salvajes revelan la manera en la que impunemente opera en todo el país el ejército y la policía.

Desde el inicio de la llamada guerra contra el narco, más de 120 mil personas han sido asesinadas.

Tal parece que el gobierno busca que nos acostumbremos a este ambiente de muerte y el miedo se generalice entre los trabajadores y las masas empobrecidas, sin embargo, el descontento se continúa acumulando y el hecho de que esta nueva masacre genere tal nivel de rechazo en unas cuantas horas, habla de que en México estamos lejos de aceptar la barbarie a la que el gobierno nos busca orillar.
Si este descontento y esta preocupación por la lamentable situación en el país se transforman en movilización y organización sin duda no quedarán impunes estos hechos.