La Izquierda Diario entrevistó a familiares de Fernanda Toledo, caso emblemático de femicidio en la provincia.
Miércoles 7 de septiembre de 2016
Rodrigo Toledo es activista social, fundador de la biblioteca del Barrio La Gloria y docente de Teatro. Cintia Toledo es trabajadora en la obra social OSEP. Ambos son hermanos de Fernanda Toledo, quien fue víctima de un femicidio en 2009 y se convirtió en una bandera de lucha contra la violencia hacia las mujeres en Mendoza.
Fernanda Toledo tenía 30 años cuando fue asesinada por su pareja frente a sus hijos. Su familia y las organizaciones de mujeres cuestionaron duramente el fallo de la Segunda Cámara del Crimen, por considerar que no se tuvo presente el contexto de violencia de género que sufría Fernanda. Junto al caso de Paula Toledo en San Rafael, fue un caso emblemático que sacó a la luz la problemática de la violencia hacia las mujeres y los femicidios en la provincia.
Recuérdennos cómo fue el caso…
Rodrigo: El 21 de julio de 2009 nos llaman por teléfono desde la comisaría de Tupungato, diciendo que había fallecido Fernanda Toledo, nuestra hermana. A todo esto, nosotros habíamos visto 9 años de una relación muy tortuosa, ellos dos vivieron con nosotros, convivimos. Lo habíamos hablado con ellos, no vimos ningún cambio en esta persona. Pero no podíamos impedir la relación, que era un círculo vicioso. Mucho más tarde vamos a entender cómo funciona esto del machismo, y de la dependencia que va generando, la manipulación en las relaciones de pareja. En el momento no sabemos cómo abordarlo, cómo apartar a mi hermana de esta situación, hasta que sucede esto.
El asunto es que cuando llega el momento de la justicia, es muy extraño que el juez Uliarte no encuentre ningún agravante ante este tipo de asesinato, no se consideró desde la justicia que era un caso de violencia de género. También pedimos que se tuviera en cuenta el daño psicológico que se les produjo a sus hijos, que estaban presentes en el hecho, pero esto nunca se tuvo en cuenta, jamás. En ese momento no sabíamos, después nos enteramos, de que el juez Uliarte era un juez vinculado a la dictadura, que fue abogado de Vila, cuestionado también en la universidad, y entendimos por qué esta perspectiva de Uliarte y de la justicia en general, que le concedió la patria potestad de los niños al asesino de Fernanda, ahora que está en libertad luego de 7 años. Siempre tuvimos el apoyo de todas las agrupaciones de género, de todas. Y uno de estos grupos nos aconsejó y ayudó.
Lo que estamos tratando de pelear es la tenencia de los niños, ellos estuvieron en tratamiento psiquiátrico y psicológico, estamos tratando de abordarlo con mucho cuidado. Creo que la única esperanza que nos queda es en las organizaciones sociales, las agrupaciones feministas y la sociedad en su conjunto puedan apoyarnos, pedimos que se solidaricen y que se aceleren los pasos para que la tenencia de los niños quede en la familia de Fernanda.
¿En qué momento fue que empezaron a organizarse, salir a marchar, a visibilizar el caso?
Cintia: Fue inmediato, tuvimos mucha solidaridad de los artistas de Mendoza, de las agrupaciones sociales, todos los 21 de cada mes íbamos a la Legislatura para que el caso se pudiera visibilizar como un caso de femicidio. Años más tarde se va a dictar una ley al respecto. En el caso de Fernanda fue previo a que se dictara la ley, estas cosas no estaban contempladas.
¿Cómo repercutió entre la familia, los allegados, este hecho de organizarse?
Cintia: La gente nos acompañó mucho, se solidarizó, vimos mucho apoyo que hasta hoy sigue estando.
Rodrigo: Se hicieron varios festivales, muchos eventos donde se construyó un discurso donde no es un caso aislado el de Fernanda Toledo, sino que hay una sociedad donde hay que replantearse cosas, yo creo que los hombres tenemos que empezar a renunciar a nuestros privilegios y pensar otra forma de relacionarnos. Creo que eso ha sido algo positivo, nos ha hecho mirar para adentro, reflexionar más allá del discurso.
¿Qué pueden decirnos de la Cooperativa que lleva el nombre de Fernanda Toledo?
Rodrigo: Son chicas que han compartido experiencias con Fernanda, pero también espacios de organización barrial, después de que sucedió esto las chicas tenían la perspectiva de asociarse para conseguir trabajo digno y en solidaridad con la causa decidieron enarbolar ese nombre para mostrar que el femicidio es algo que continúa presente.
Cintia: También es el mismo perfil de trabajo que hacía Fernanda, que cosía, nos hacía la ropa, diseñaba.
Hoy, se está visibilizando la problemática de género, estuvo el Ni Una Menos, ¿ustedes creen que el caso de Fernanda aportó, sumó para eso?
Cintia: Sí, absolutamente, los casos de Fernanda y Paula Toledo, que es una chica de San Rafael (es una casualidad, ellas no tenían parentesco), nos ayudaron mucho a que esta problemática se visibilizara. Cuando empezamos a ir a la legislatura, yo incluso vi mucho machismo en sectores de la política, que culpabilizaban a la mujer, igual que cuando una va a realizar una denuncia en la comisaría. Fue mucho esfuerzo, pero tal vez esto ayudó para que en casos donde haya chicas que pasaron por lo mismo se haga justicia.
Socialmente, ¿ven que hay cosas que cambiaron? Lamentablemente, sigue habiendo femicidios, las cifras continúan, ¿ven algún cambio en relación a esto?
Rodrigo: Yo en lo personal veo que hay algo que se ha despertado, un destape, veo que hay hombres y mujeres que se identifican con esta lucha y quieren construir algo diferente. Y por otro lado veo también hombres y mujeres, sobre todo vinculados con los partidos tradicionales, que no ven que sea así, que defienden una postura machista, y que culpabilizan a la víctima, a la mujer. Más allá de eso, lo que se consigue es producto de una lucha, no de una agrupación ni un caso aislado, yo creo que es una lucha de la humanidad, que la humanidad ha dado un paso adelante. Que los medios que no cubrían estas cosas hoy tengan que hablar de Ni Una Menos, es un logro de la humanidad, habla de que necesitamos otra cosa, por más que no se dé siempre buena información, sea a veces superficial, mediático, ya se pone en discusión que eso no va, de una u otra forma se interpela a las personas.
¿Cómo avanza el caso y cómo siguen ahora?
Rodrigo: No tener el dinero para pagarle a una persona que pueda trabajar bien, nos ha traído problemas, nos ha costado mucho avanzar para conseguir la patria potestad de los niños, a veces no se lo ha tomado en serio, porque no somos personas de poder ni de dinero. El femicida salió en libertad en agosto, pero no hemos podido avanzar con esto.
La patria potestad está en curso, vamos a tratar de mediatizar el caso nuevamente, tenemos ganas de reunirnos y hacer algunas acciones, como las vigilias culturales, visibilizarlo para que algo nos ampare, como consideramos que la justicia no lo hace queremos que nos ampare la sociedad. No hay nada resuelto. Las cárceles que tenemos no son para reinsertar a las personas, las cárceles de Mendoza son lugares terribles. Creo que lo que sigue es pelear por la tenencia, que la sociedad sepa lo que está pasando, que los jueces entiendan lo que no entendió Uliarte y quizás si hay una presión social podemos lograr algo al respecto.
Nunca quisimos que esto se convierta en un caso aislado. No nos permitimos pensar individualmente, esto le puede pasar a cualquier persona, por esto los cambios estructurales son necesarios para que esto cambie. Pensamos hablarlo claramente con los chicos, explicarles lo que está sucediendo. La invitación que hacemos a todos es a ayudar, aportar desde la perspectiva de género, a sumarse a nuestras actividades.