Uno de los más encarnizados enemigos del magisterio combativo se incorpora al equipo de campaña de José Antonio Meade, precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia.
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Miércoles 6 de diciembre de 2017
Enrique Peña Nieto informó este miércoles que renunció Aurelio Nuño Mayer a la Secretaría de Educación Pública (SEP). Cínicamente, el presidente reivindicó en su mensaje el “diálogo” que realizó Nuño con las maestras y maestros.
Claro: se congratula del lenguaje de la represión y las balas, como la que desplegó el gobierno en la masacre de Nochixtlán, en 2016, y de la campaña gubernamental en medios masivos de comunicación de desprestigio y criminalización de los maestros que enfrentaron la reforma educativa diseñada por los organismos internacionales.
“Quiero informales que he aceptado la renuncia del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, él siempre desempeñó su labor de manera responsable (…) fue pieza clave en impulsar la Reforma Educativa” declaró Peña Nieto.
Granados, un exfuncionario salinista –fue director general de Comunicación Social de la Presidencia de la República–, es el reemplazo de Nuño. Hasta ahora fungió como subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación en la SEP. Fue también exgobernador de Aguascalientes y diplomático y se desempeñó en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Programación y Presupuesto.
Asimismo, fue secretario particular del secretario de Educación Jesús Reyes Heroles; director general del Instituto de Administración Pública del Tecnológico de Monterrey, y miembro de los consejos del Fondo de Cultura Económica y Banobras, así como consultor para CAF del Banco de Desarrollo de América Latina y la Red Interamericana de Competitividad de la OEA.
El flamante secretario de Educación promete mantener la línea oficial de avanzar en la aplicación de la reforma educativa que precariza las condiciones laborales del magisterio y degrada aun más los planes de estudio y la educación pública.