Declaración de la agrupación Pan y Rosas Teresa Flores, hacia el 8 de marzo, día internacional de las mujeres trabajadoras.
Miércoles 8 de marzo de 2017
¿Qué conmemoramos este 8 de marzo?
Era 1857 y las manifestaciones de obreras textiles de Nueva York por mejores condiciones laborales eran protagonistas; siendo fuertemente reprimidas. Posteriormente, en marzo de 1908, más de 130 obreras textiles de Nueva York se alzaban en una de las huelgas más importantes de la historia, en la exigencia de rebajar la jornada laboral a 10 horas, igual salario al de los hombres por realizar el mismo trabajo, y derechos de salud; quienes serían encerradas y calcinadas al interior de la fábrica por sus patrones. Dos años después, se realizaba el Congreso internacional de mujeres socialistas, donde Clara Zetkin propondría el 8 de marzo como día internacional de reivindicación a las trabajadoras. Hace 100 años, serían nuevamente obreras textiles quienes protagonizaban el 8 de marzo, llenando las calles con el reclamo de “pan, paz y libertad”, dando el puntapié inicial para a la revolución rusa, el proceso más avanzado en cuanto a los derechos de las mujeres y la diversidad sexual.
Este año. Por un movimiento internacional de mujeres
En la historia han sido las mujeres trabajadoras quienes han encabezado los convulsos cambios y revoluciones. Así, el 8 de marzo de este año, es en el marco de un movimiento de mujeres que ha repletado las calles y ha puesto al centro del debate político y social la exigencia de nuestros derechos y el cuestionamiento a una sociedad que reproduce estructuralmente la violencia a las mujeres. Así se ha expresado este último tiempo, en las masivas movilizaciones contra el misógino Donald Trump, o las mujeres polacas que ante el anuncio del Gobierno de penalizar el aborto, salieron a protestar para mantener este derecho, triunfando y teniendo solidaridad internacional.
Nuestros derechos reproductivos son los que más sacan roncha a los sectores conservadores. Así mismo lo hemos evidenciado en Chile, donde el aborto fue penalizado bajo cualquier razón, por la dictadura militar. Hace más de 3 años se mantiene en el parlamento un proyecto de aborto terapéutico que lo despenalizaría en caso de violación, inviabilidad fetal o riesgo de muerte de la madre, casos que no cubren ni el 5% total de abortos realizados, sin embargo la derecha, los empresario y las iglesias ha emprendido enormes cruzadas en contra de nuestros derechos, y es que estos chocan directamente con su moral y sus intereses. Se hacen llamar “pro vida” quienes avalaron los mayores crímenes de dictadura, y hoy nos arrojan a las peores condiciones de sueldos de hambre y pensiones miserables.
Por eso debemos fortalecer el movimiento de mujeres a nivel internacional que pelee por el aborto legal, libre, seguro y gratuito.
Desde el 19 de octubre, las mujeres nos venimos organizando y saliendo a las calles en contra de los femicidios, ¡porque vivas nos queremos! Porque el Estado y el Gobierno actual también son responsables. Aquel día vimos proyectado un #NiUnaMenos en el frontis de La Moneda; sin embargo los políticos del régimen, empresarios e instituciones, poco y nada han hecho por avanzar en derechos de las mujeres y reproductivos, impulsando una Ley de Violencia Intrafamiliar completamente insuficiente que ni siquiera reconoce el femicidio cuando no hay matrimonio de por medio. Desde Pan y Rosas exigimos una Ley de emergencia contra la violencia a las mujeres y los femicidios, que garantice subsidios a víctimas de violencia, licencias transitorias y planes de viviendas financiadas con los impuestos a grandes fortunas.
Pero también creemos que esta brutal realidad seguirá existiendo mientras aún viva esta sociedad capitalista y patriarcal que permite que las mujeres ganemos un 30% menos del sueldo que perciben los varones; que más del 90% de las pensiones reciben jubilaciones que no superan los $160mil; que no contemos con jardines ni salas cuna para el cuidado de hijas/os durante el trabajo; o que no tengamos acceso pleno a anticonceptivos y educación sexual sin la intromisión de las iglesias.
Este año, el 8 de marzo es impulsado con un paro internacional de mujeres, con un fuerte perfil anticapitalista, que se viene organizando en más de 30 países. Este debe ser un puntapié para levantar un feminismo internacional de las trabajadoras, un feminismo socialista como el que construimos desde Pan y Rosas Teresa Flores, donde nos organicemos por conquistar todas y cada una de estas demandas, pero como un apoyo para un horizonte mayor: luchar junto a las y los trabajadores, y los demás sectores violentados, por acabar de raíz con esta sociedad de clases, injusta y desigual, y por construir los cimientos de una nueva, sin opresión ni explotación.
¡Te invitamos a sumarte a Pan y Rosas Teresa Flores, y organizarte en tu lugar de estudio o de trabajo!