El presidente anunció que la vacuna contra el coronavirus lo está desarrollando la Universidad de Oxford en asociación con el laboratorio AstraZeneca. Se trata de la modalidad de negocios entre el Estado y empresarios. Algunas claves para entender de qué se trata.
Miércoles 12 de agosto de 2020 20:23
¿CÓMO VA A SER LA PRODUCCIÓN DE VACUNAS? Charla con Matías Blaustein, Dr en Biología del CONICET #AS - YouTube
1. ¿Qué tipo de Vacuna es?
Se trata de una vacuna de vector viral recombinante, de las que utilizan un virus para introducir genes del coronavirus en células y así generar una respuesta inmune. Se denomina AZD1222, desarrollada por la Universidad de Oxford y licenciada por el gigante farmacéutico de capitales ingleses y suecos AstraZeneca para su producción.
Utiliza una versión debilitada de un adenovirus ( familia de virus que pueden producir resfríos o infecciones similares) de gripe común en chimpancés denominado ChAdOx1, que codifica instrucciones para producir proteínas del Sars-Cov-2 y así lograr inmunidad.
A diferencia de las vacunas “tradicionales”, de virus completo y proteínas virales, las de vector viral (y las “genéticas”) se basan en biotecnologías nuevas, que cuentan con menos estudios, por lo que su aplicación masiva genera interrogantes . La de CanSino (China) y Sputnik V (Rusia), también son de vector viral, y en Argentina Pfizer ya está probando una genética.
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2. ¿Cuánto tiempo duraría la inmunidad proporcionada?
Según informan, la aplicación de dos dosis proporcionaría protección por aproximadamente un año.
3. ¿Qué costo tendría?
Ante esta pregunta por parte de la prensa, Alberto Fernández dijo: “el precio de la vacuna, se calcula, que va a estar entre 3 y 4 dólares la dosis y eso sí es muy significativo para América latina porque permite a todos nuestros países poder acceder a ella."
4. ¿Qué pruebas se hicieron y cuáles faltan?
La vacuna candidata ya pasó con buenos resultados por los ensayos clínicos de fase I y II. Los datos mostraron que la vacuna era segura y produjo una respuesta inmune en ensayos clínicos en etapa temprana en voluntarios sanos, adultos y niños, con una respuesta inmune más fuerte en 10 personas que recibieron una dosis adicional de la vacuna después de 28 días.
La revista especializada The Lancet, informó que las fases 1 y 2, no presentaron ningún efecto colateral grave en los 1.077 voluntarios, adultos sanos de entre 18 y 55 años, que produjeron respuestas inmunes de anticuerpos y células T que pueden combatir el virus.
Según las declaraciones del ministro Ginés García la vacuna produjo inmunidad en el 91% de las personas que la probaron con la primera dosis, y 100% con la segunda.
Actualmente se encuentra siendo probada en Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, y en breve en Estados Unidos los estudios de la fase 3, sobre 30 mil voluntarios. México anunció que se encuentra en tratativas para sumarse a los estudios de fase 3.
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5. ¿Cuáles serían los tiempos de aquí en más?
Los datos de la última fase se esperan para agosto a septiembre. Algunos expertos plantean que una vacuna segura y eficaz podría tardar entre 12 y 18 meses en desarrollarse, por lo que estaría disponible recién en julio de 2021.
A pesar de las pruebas que faltan, la vacuna ya se dispuso para su producción masiva. Según las declaraciones de Ginés García, “a riesgo”, ya que “si la vacuna no fuera útil se pierde todo lo que se ha invertido en esa fabricación”.
Alberto Fernández dijo que los especialistas “calculan que hacia el primer semestre vamos a estar en condiciones de vacunar”.
6. ¿Cuántas dosis se realizarán?
Se esperan realizar más de 2.100 millones de dosis. Y en su anuncio, Alberto Fernandez señaló que entre Argentina y México se realizarán 350 y 250 millones de dosis para latinoamérica.
El laboratorio indio Serum ya ha producido millones de dosis para ser usadas en las pruebas.
7. ¿Cómo se financió?
En mayo, el gobierno de Estados Unidos la incluyó en su programa Warp Speed, financiando la investigación con 1200 millones de dólares. Con el respaldo de Estados Unidos, AstraZeneca se asoció con la multinacional estadounidesne IQVIA, que presta servicios a las industrias combinadas de tecnología de información de salud e investigación clínica, para acelerar las pruebas.
8. ¿Qué es mAbxience y por qué la producirá?
mAbxience es una compañía biotecnológica especializada en la investigación, desarrollo y fabricación de anticuerpos monoclonales, parte del grupo farmacéutico multinacional iberoargentino Insud Pharma, propiedad del magnate argentino Hugo Sigman y su esposa Silvia Gold. Y será beneficiada con la transferencia tecnológica de parte de Oxford-AstraZéneca, que lo habilitará para producir el principio activo de la vacuna, que será envasada posteriormente en méxico.
Es el primer acontecimiento de una vacuna cuya materia prima será producida en la Argentina y su formulación y llenado será realizado en México.
— Hugo Sigman (@HugoSigman) August 13, 2020
Esta operatoria no es nueva: en 2009, en pleno brote pandémico, el virus H1N1 de origen porcino, y la gripe A, el mismo Sigman selló un acuerdo con el gobierno de Cristina Kirchner y Juan Manzur para que el Estado financie una planta industrial en Garín, que el gigante Novartis haga la transferencia tecnológica a cambio del negocio de proveer al estado por 3 años, y que luego Sinergium Biotech, otra empresa de Insud, se quede con la planta, la tecnología y el mercado. Desde entonces (2010), la compañía es el principal proveedor de antigripales del Estado.
En su conferencia de prensa, Alberto Fernández habló de “socializar la tecnología”, pero la realidad es exactamente la opuesta: la transferencia tecnológica va a quedar en manos privadas y este es, por ahora, el principal lucro del acuerdo. El “sin fines de lucro” también es para la tribuna.
Se trata de la modalidad de negocios con el Estado de Hugo Sigman, pero siempre apoyado en las políticas neoliberales de los diferentes gobiernos que le ceden la producción en vez de producirla estatalmente o, al menos, declarar de utilidad pública el laboratorio en el marco de la emergencia sanitaria para asegurar que su producción esté dirigida a las necesidades sanitarias y no al lucro. La misma situación se presentó con la producción de test moleculares, financiados por el Estado y producidos por privados que ya están exportando y vendiendo a privados en pleno pico de casos y niveles de testeo ínfimos.
Frente a esto el Frente de Izquierda sostiene la nacionalización y declaración de utilidad pública de los laboratorios mientras dure la pandemia.