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Red Internacional
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Pandemia en hospitales. Ocho trabajadores con Covid-19 y sesenta aislados en el hospital Pedro de Elizalde

El personal del hospital General de Niños Pedro de Elizalde (ex–Casa Cuna), comenzó a sufrir la desidia estatal. El 68% de los trabajadores evaluados por Covid-19, no cuentan con la protección sanitaria acorde a sus funciones.

Sábado 30 de mayo de 2020 18:36

Los trabajadores del Hospital denunciaron a distintos medios de comunicación que son 8 los contagiados entre el personal: dos médicos, tres enfermeros y tres integrantes del personal de cocina del hospital.

Además, en un comunicado del Comité de Crisis del Hospital el día 26 de mayo se informa que “se evaluaron 186 personas y hubo que licenciar a 60 de ellos por alto riesgo de contagio. El 68% de las personas evaluadas no contaban con el EPP adecuado según la función y la actividad que realizaban”.

Una trabajadora del Hospital nos detalló que el contagio de los 8 trabajadores previamente confirmados era totalmente evitable ya que desde que comenzó la pandemia el personal denuncia que los Elementos de Protección Personal son deficientes y escasos.

Los barbijos quirúrgicos que les proveen a veces “son 15 para todo el fin de semana”, a la vez que los camisolines que les entregan “no son los hemo repelentes” y que reciben mascaras faciales que son entregadas en forma de donación. Cuando la realidad es que las Autoridades del Hospital junto al gobierno de la Ciudad deben hacerse cargo de los elementos de protección.

La trabajadora menciona que desde su servicio varias veces reclamaron por la falta de estos elementos de protección, pero que la respuesta que obtuvieron de los directivos fue que no se los dan “porque en nuestro servicio no hay pacientes con COVID -19, pero lo mismo decían de la Terapia Intermedia y el CEM 2”.

También plantea que muchos de los niños son pacientes que viven en la villa Zavaleta y en el Barrio Carlos Múgica, donde en las últimas semanas se acrecentó la cantidad de contagios dado la falta de servicios esenciales y necesarios como el agua. En relación con los hoteles que dispuso el Gobierno de La Ciudad para pacientes asintomáticos y confirmados con COVID-19 ella afirma que “no están disponibles para los niños de estos barrios ya que no son admitidos en los hoteles, por lo cual deben quedarse en el hospital mientras cursan la enfermedad”. Concluye que “tanto prepararon hoteles, tanto prepararon centros y demás, pero fue para la televisión o para la gente de un nivel socioeconómico más alto” denunciando la discriminación que sufren los vecinos contagiados de estos barrios.

Desde el comienzo de la pandemia el personal de la salud reclama la falta de Elementos de Protección Personal para poder realizar sus tareas y ya es evidente que, a partir de la desidia de las direcciones, la Argentina cuenta con un elevado número de contagios entre los profesionales de la salud.

En las últimas semanas escuchamos en conferencia nacional a Alberto Fernández junto a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, plantear que de los barrios humildes son problema de todos los argentinos y nos preguntamos ¿por qué no actuaron antes? ¿por qué una cuarentena hacinada y militarizada tiene que ser la única respuesta para los vecinos de los barrios más vulnerables? Como dijo la diputada porteña del PTS FIT Alejandrina Barry en la sesión legislativa de este jueves: “tanto el Gobierno nacional como el de la Ciudad, vienen insistiendo que la cuarentena era para preparar el sistema de salud. Bueno, las denuncias y protestas que vienen realizando los trabajadores de la salud, desmienten a los gobiernos”.

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Hay una necesidad y es concreta, las y los trabajadores de la salud tenemos que organizarnos en cada hospital y coordinando con otros hospitales para poder luchar por nuestras demandas. Es importante que se nos garantice los EPP adecuados y en cantidad suficiente para poder atender a nuestros pacientes.

Es urgente que se cambien las prioridades y que se garanticen las condiciones dignas de atención tanto para las y los trabajadores de la salud, así como también para los pacientes que se atienden. Dejando de destinar fondos para el pago de la deuda (desde el comienzo de la pandemia se destinó al pago del FMI 570 millones de dólares), y también con la aplicación del impuesto a las grandes fortunas como propone el Frente de Izquierda, que aplicado a los empresarios de la salud como Roemmers, Bellocopit (dueño de Swiss Medical), Bagó o Hugo Sigman (dueño de INSUD PHARMA) recaudaría 40.803 millones de pesos que podrían ser destinados no solo a mejorar las condiciones de las y los trabajadores de salud, sino también para los vecinos de los barrios más humildes.