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Política Nacional. Operativo octubre: "todos unidos ajustaremos"

Referentes del peronismo y del kirchnerismo como Gioja, Scioli, Rossi, Moyano y la CGT reclaman la "unidad" para derrotar a Macri. Un gran frente que seguirá pagando la deuda al FMI, es decir no invirtiendo en salud, vivienda ni educación.

Mirta Pacheco @mirtapacheco1

Martes 9 de abril de 2019 00:00

Imagen: Enfoque Rojo

“Siempre hay que trabajar en la unidad…incluso comerse algún sapito”. En declaraciones a la prensa, José Luis Gioja les recordaba de esa manera a quienes no quieren otro gobierno de Cambiemos que, si están pensando votar al peronismo o en particular al kirchnerismo, también van a tener que votar a candidatos tan de derecha como el mismo Mauricio Macri.

Daniel Scioli, que ahora aparece en los medios diciendo “yo lo dije”, en relación al ajuste que lleva adelante el Gobierno, también hizo declaraciones en el mismo sentido: “todos debemos poner todo para que el peronismo confluya en un gran frente”. Lástima que ni como diputado puso todo, porque cuando había que votar en contra de la reforma previsional, impuesta a fuerza de represión en las calles, el exgobernador kirchnerista se ausentó.

Los docentes de la Provincia de Buenos Aires recuerdan bien su gestión como gobernador y los paros que tuvieron que hacerle para obligarlo a pagarles míseros aumentos.

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Sigue la lista de los referentes de la oposición que reclaman la conformación de un gran frente anti Macri, vendiendo la idea de que el PJ, pagando la deuda al FMI, solucionará los problemas de inflación, el aumento de la pobreza (que alcanzó un 32 % en el segundo semestre del 2018), la desocupación en aumento.

Unidad Ciudadana, la corriente política del kirchnerismo, no se queda atrás. La unidad a como dé lugar hizo que Cristina Kirchner ordenara bajar su propio candidato en Córdoba a favor de Juan Schiaretti y en Tucumán hizo lo mismo retirando al candidato kirchnerista a la intendencia de la capital a favor del candidato de Juan Luis Manzur.

Justo en la provincia donde la desocupación mide un 8,8%, mientras en el conjunto del NOA es de un 7,6%. En “el jardín de la república” el trabajo en negro alcanza el 45,9%. Manzur, el ex ministro de Salud del último gobierno de Cristina, lo hizo.

Como Manzur también hizo declarar a Tucumán como provincia “pro vida”, en realidad habría que decir más correctamente: provincia pro abortos clandestinos. Con estos ajustadores y anti derechos propone el kirchnerismo la unidad.

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“Los muchachos peronistas, todos unidos triunfaremos”, seguramente tarareaba mentalmente Agustín Rossi cuando hace unos días volvió a insistir con que “el camino mas corto para ganarle a Macri es la unidad de la oposición”.

La parte de “combatiendo al capital” se le debe haber olvidado, porque esa oposición es la que durante estos años le dio gobernabilidad a quien quieren derrotar en las urnas.

Tienen un problema, son los gobernadores del PJ los que aplican el ajuste en sus propias provincias.

Es el peronismo, incluido el kirchnerismo, quien habla de reestructuración de la deuda externa, en un eventual futuro gobierno.

Lo que significa de todos modos continuar pagándola a costa de que miles de millones de dólares no se vuelquen a satisfacer las necesidades más urgentes de la población, como son los problemas de vivienda, salud y educación.

El mismo Roberto Lavagna, el que por estas semanas es el economista estrella de la oposición, también insiste con un gran frente de unidad (aunque se viene negando a participar de las PASO para resolver la interna).

Sectores de la gran patronal parecen estar poniendo fichas a su candidatura. El hombre de las sandalias y las medias también habla de reestructuración de deuda.

Christine Lagarde, la gerente del FMI, descansa tranquila porque oficialismo y oposición acuerdan en rendir tributo al organismo imperialista que dirige. El Fondo es la banca, el punto: las grandes mayorías de la población.

La misma CGT, el brazo sindical del peronismo, también está en la rosca electoral. El pasado 4 de abril realizó una marcha con sectores patronales, que tenía una clara intención de poner la movilización de los trabajadores al servicio de la campaña del PJ.

Hace unos días que se hizo acreedora de $ 32 mil millones otorgados por el Gobierno de Macri para las obras sociales y para seguir garantizando la tregua que le vienen dando desde que asumió.

A esa movilización también acudió el moyanismo con la Corriente Federal. El líder de camioneros ya había dicho en febrero de este año que “la unidad es la forma de terminar con la pesadilla”.

Derrotar al Gobierno, el ajuste que también viene de la mano de los gobernadores del PJ y evitar que el FMI siga exprimiendo al país, solo será posible poniendo en movimiento en las calles y con los métodos de huelgas y piquetes, la gran fuerza social que representa el pueblo trabajador.

Eso es acabar con la pesadilla.