El Ministerio de Seguridad puso en marcha el plan “te acompaño” que pone a la Policía de Santa Fe, la misma que organiza el narcotráfico, a patrullar las zonas aledañas a las escuelas. La medida fue presentada en la reunión que la cartera tuvo con los gremios Amsafe y Sadop. En esta nota, la posición de La Marrón y el PTS.
Lunes 24 de abril de 2023 19:20
Ya comenzó a aplicarse en Rosario el plan que había presentado el Ministerio de Seguridad de la Provincia en una reunión con los gremios docentes. La medida implica que la misma fuerza policial involucrada en la organización del narcotráfico patrulle las zonas en las que se encuentran determinadas escuelas públicas. Desde agrupación La Marrón y el PTS rechazamos la militarización de los barrios. Lo que hacen falta escuelas, infraestructura, iluminación, inversión en club y salas sanitarias, trabajo genuino, salarios que alcancen y viviendas.
El pasado viernes se reunieron en la sede de Gobernación en Rosario el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, el de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, Rodrigo Alonso, representando a Amsafe provincial, Juan Pablo Casiello por Amsafe Rosario y Martín Lucero de Sadop. Participaron, además, jefes de la Policía. En la reunión se propuso lanzar el programa “Te acompaño” que consiste en patrullajes y corredores a cargo de la policía de Santa Fe.
Desde hace más de 10 años las únicas medidas que anuncian los gobiernos, tanto del Frente de Todos, Cambiemos o el Frente Progresista, es más presencia policial, incluso ahora desembarcan las Fuerzas Armadas que hicieron un genocidio en Argentina para construir zanjas; como si no hiciera falta trabajo en los barrios populares.
Ya son nueve los desembarcos de fuerzas federales y el problema no hizo más que agravarse. La medida anunciada por el ministro este viernes es empoderar e intentar legitimar a la fuerza responsable del negocio del narcotráfico. Todos quienes habitan en los barrios populares saben dónde están los bunkers. Los vecinos del barrio Los Pumitas lo dejaron bien en claro cuando luego del asesinato de Maxi Jerez atacaron puntos de venta de drogas y casas de los narcos. Por eso, esta medida, es lo mismo que poner al lobo a cuidar el gallinero.
El tema es complejo, no tiene soluciones mágicas, pero esta está lejos de solucionarse con esta receta. Más bien, sucederá, como otras veces, lo contrario.
El punto de partida es señalar quiénes son los responsables. Los narcos no actúan solo, lo hacen en complicidad con la policía, pero también está implicada gran parte de la justicia, los sectores financieros que lavan la plata e incluso parte del poder político. Los casos del senador del PJ Armando Traferri y la vicegobernadora Alejandra Rodenas, sospechados de vínculos con el narcotráfico, son una muestra de esto. La semana pasada fue condenada una funcionaria de la secretaría de Desarrollo Social del gobierno de Pablo Javkin por filtrar información a los narcos sobre futuros allanamientos.
No se trata de que estamos en presencia de un “Estado ausente” o de que la política debe recuperar el control de las fuerzas de seguridad. La presencia del Estado es total porque distintos estamentos de esa estructura regentean el negocio y condenan, con sus políticas, a la existencia miserable a las grandes mayorías justamente porque es funcional al negocio, porque de allí se nutre de mano de obra ante las necesidades acuciantes que crecen día a día.
La otra pata de este problema es la profunda desigualdad social y ajuste a las grandes mayorías que viene haciendo el gobierno del Frente de Todos a nivel nacional y provincial. Vienen aplicando las recetas dictadas por el FMI y que la derecha estaría encantada de ir más a fondo.
No se necesitan más policías, lo que hace falta es trabajo genuino y salarios que alcancen; hace falta que en los barrios estén las mejores escuelas, salas sanitarias y clubes; hace falta infraestructura, un transporte público de calidad. Pero las políticas del peronismo en todas sus alas y el rejunte del Frente de Frentes va en sentido contrario, porque todos se atan al FMI y las demandas de los grandes empresarios.
Pero también, para atacar el negocio narco, se hace urgente la nacionalización de los puertos y la hidrovía por donde pasa la gran parte de la droga, para ponerlas bajo control de los trabajadores del puerto, organizaciones de vecinos y ambientalistas.
Y, por último, hay que empezar a debatir en serio el fracaso de la ilegalidad de las drogas. Tenemos una ley de la década del 60 que lo único que hace es perseguir consumidores. Hay que poner sobre la mesa experiencias exitosas como Portugal que avanzaron en la legalización y de esta manera lograr bajar el negocio ilegal a la vez que disminuir el consumo problemático y las muertes. Hay que tratar el consumo problemático como una cuestión de salud y no como una cuestión penal.
Por estas razones, desde nuestra agrupación somos críticos de la participación de Amsafe Rosario en esta reunión que termina legitimando al Ministerio y la policía que quieren mostrarse como preocupados por el problema, cuando son los responsables de la expansión del negocio y la violencia.
En las últimas semanas desde Amsafe Rosario venimos planteando el rechazo a la militarización como solución, que estas, por el contrario, agravaron el problema, que la cuestión de la violencia narco es un problema integral desarrollando la dimensión de la profunda desigualdad social y las condiciones de nuestros barrios. Sin embargo, todas las agrupaciones que integran la a Comisión Directiva, a excepción de La Marrón, terminaron avalando participar de una reunión con el ministro de Seguridad que solo podía ofrecer una estrategia de más patrullajes. Es decir, la cuestión de la resolución integral del problema iba a estar desde el vamos complemente ausente.