La Declaración señala que los proyectos de ley que se discuten en la Asamblea Legislativa como el de "adopción anticipada" y los "derechos del no nacido", son maniobras para lesionar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre sus vidas.
Miércoles 16 de diciembre de 2020
Por nuestro derecho a decidir: Aborto legal, libre, seguro y gratuito
En medio de la pandemia, la violencia hacia las mujeres y los ataques a nuestros derechos, no se detienen. En su lugar, se ha puesto en evidencia que somos las mujeres, especialmente las mujeres de clase trabajadora, quienes nos sometemos con más vehemencia a las consecuencias que trae la pandemia. Hemos visto un aumento del 30% en la violencia de género, 47 millones de mujeres que se encuentran sin acceso a métodos anticonceptivos, 3 millones de mujeres se someten a abortos clandestinos, con la muerte de alrededor de 28 mil mujeres, mientras que otros 15 millones de mujeres terminan asumiendo embarazos no deseados. Por otro lado, las mujeres continuamos encabezando los índices de pobreza, desempleo, trabajo precario e informal.
En Costa Rica, cada semana 5 niñas menores de 14 años se someten a embarazos no deseados. En temas de derechos sexuales y reproductivos, el gobierno y la Asamblea Legislativa han puesto una y otra vez negativas para poner sobre la mesa el tema de nuestro derecho democrático al aborto. No es hasta un año después de aprobada la norma técnica, que se aprueba su protocolo. En los últimos meses, desde la Asamblea Legislativa, y con aval del gobierno y el silencio del INAMU, se han propuesto dos proyectos de ley que vienen a ser un ataque a nuestro derecho a decidir. Uno es el proyecto de adopción anticipada o vientres de alquiler, que cataloga el aborto como un delito y obliga a llevar adelante un embarazo no deseado; otro es el proyecto sobre el derecho del no nacido, que obstruye nuestro derecho a decidir, al priorizar los supuestos derechos de un feto, antes que los derechos de las mujeres. Ambos proyectos son un ataque que pretende poner más y más trabas para garantizar en los hechos nuestro derecho al aborto, aun cuando esto signifique más muertes por aborto clandestinos. El aborto debe ser un tema tratado desde la salud pública y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Además, en los días recientes, un sector conservador de la Asamblea legislativa ha propuesto una moción para guardar un minuto de silencio por todas las personas no nacidas. Esto, así como las múltiples ocasiones en las cuales la Iglesia Católica interviene con discursos en contra del aborto, son un ejemplo de que las Iglesias tienen bastante injerencia en temas políticos. Hay que pelear por la separación real del Estado y la(s) Iglesia(s).
Frente a este panorama, el movimiento de mujeres no se detiene. En Argentina, gracias a la pelea del movimiento de mujeres, el 10 de diciembre se consiguió la media sanción en el Congreso para la aprobación del proyecto por aborto legal. Una vez más, las mujeres se enfrentan a los dinosaurios conservadores antiderechos.
En Costa Rica, las mujeres hemos salido a las calles a defender y luchar por nuestros derechos, entre los que se cuenta el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito. Hemos demostrado que no solo queremos poner el tema sobre la mesa, sino también luchar para arrebatarle al gobierno el derecho al aborto, que nos ha sido negado históricamente.
En las movilizaciones de mujeres de los últimos años, no ha faltado la consigna por aborto libre, legal, seguro y gratuito. En el pasado 8M, en la Gran Concentración de Mujeres, varias organizaciones de mujeres y de izquierda, así como activistas independientes, manifestamos que es necesario poner en pie una campaña permanente para garantizar, en los hechos, el derecho democrático al aborto. Cientos de personas fueron partícipes de la pañueleada que se realizó el 8M en la Plaza de la Cultura, demostrando la fuerza que tenemos como movimiento de mujeres, y que realmente se puede llevar adelante una campaña por aborto legal e instalar la marea verde a lo largo del país.
Lejos de apaciguar al movimiento de mujeres, la pandemia no ha sido motivo para que el movimiento de mujeres se detenga. Al contrario, hemos visto que, producto de los múltiples femicidios, que generaron una manifestación nacional contra la impunidad y la justicia que receta el Estado y sus instituciones, el movimiento de mujeres ha salido a las calles, retomando los métodos de lucha que nos son propios. Tanto en esta manifestación nacional como en el reciente 25N, la consigna por aborto legal, junto a la exigencia de la separación del Estado y la(s) Iglesia(s), continúa presente y vigente. Esto demuestra que tenemos la fuerza para luchar y ganar.
Es necesario que el movimiento de mujeres se unifique y salga a las calles a pelear. Pero para ello debemos establecer un plan estratégico que nos lleve a la victoria y contar con independencia política del gobierno.
Hacemos un llamado a la unificación y construcción del movimiento de mujeres con independencia política del gobierno, para garantizar la marea verde en Costa Rica, que pelee por nuestro derecho a decidir y nuestro derecho democrático al aborto, así como a métodos anticonceptivos gratuitos y educación sexual integral.
Las organizaciones continúan impulsando más adhesiones, para lo cuál se puede escribir a las redes sociales de Marea Verde Costa Rica.
Las organizaciones continúan impulsando más adhesiones, para lo cuál se puede escribir a las redes sociales de Marea Verde Costa Rica.