Reflexión sobre el derecho al ocio, al arte y la cultura para las mayorías.
Jueves 17 de febrero de 2022 20:45
Cuando leí por primera vez la noticia, me super entusiasmé. Me gusta mucho Van Gogh, aunque no sea una experta. Me decidí a ir a verla y hacer algo distinto. Todo iba bien hasta que.... me enteré que las entradas ¡salen $ 3.000!
Muchos podrán decirme que ir a un recital sale esa plata (supongo, porque también hace rato dejé de ir a recitales por ser muy caros). Y seguramente alguien podría prestarme la plata, o conseguirla de alguna manera. Pero lo que quiero es compartir una reflexión. Ya que a pesar de esto... la noticia es que se vendieron 120.000 entradas. Cuando termines de leer... habría que repensar si son muchas y suficientes.
¿Qué es el arte en nuestras vidas?
No conozco a nadie a quien no le guste la música. Que en un mal día (o buen día), no necesite sentarse unos minutos a escuchar su grupo o músico preferido para relajarse. O que no ponga al mango sus auriculares cuando tiene que ir a laburar o encarar un día difícil. La música "popular", de un acceso masivo, es arte. ¿Por qué no pueden ser así otros aspectos del arte y la cultura?. ¿Por qué no puede ser un buen pasamiento leer un libro? ¿O pintar? ¿o ir a un museo?. El arte, como expresión humana, es una buena forma de contactarnos con nuestra mas profunda humanidad más allá de las pesadas cargas cotidianas. De dar rienda suelta a nuestra expresión. O de conmovernos ante la expresión de otro. Considero el arte y la cultura como un aspecto esencial de nuestra humanidad, de la que nos van despojando.
El arte y la tecnología
Tal vez en otras épocas, el acceso al arte y la cultura era limitado materialmente. Las distancias, las dificultades de la comunicación, etc. Pero en la actualidad la tecnología audiovisual, y el impulso increíble que le dio internet, permitirían que la cosa sea diferente. El problema es el marco que se da. Por ejemplo: la existencia de plataformas en las que podemos acceder a series y películas de cualquier parte del mundo. Hoy podemos ver películas de lugares que tal vez ni sabemos en que parte del mapa están. Y conocer otras culturas. Y es un gran estímulo a la creatividad, en medio de la producción sin pausa de contenido. Claro que esto es así, porque existe un mercado enorme, de millones de ganancias. Y aun asi, muches vivimos sin buena conectividad, sin poder tener una tarjeta para suscribirte a una plataforma de streaming... ese acceso esta vedado a millones.
Cuando vi la propaganda de la muestra de Van Gogh, lo primero que pensé es en la genialidad que representa que con la tecnología, se pueda hacer masivo el acceso a obras que de otra manera no podríamos disfrutar si no vamos a viajar al Louvre. Ya que muchas obras de arte o están en museos muy importantes, o las poseen personas con plata en sus colecciones privadas para el consumo individual (como el tan nombrado en estos dias Joe Lewis, que además de tener un lago se dice que tiene 4 Picassos en su casita). Todo esto era demasiado bueno para ser real.... y me di cuenta cuando vi lo que sale la entrada.
Las condiciones de "vida" de los trabajadores
La capacidad del hombre de pensar, razonar, imaginar... poner nuestro cerebro, músculos y corazón en marcha, el trabajo crear... es lo que nos diferencia del animal. El trabajo tal como lo conocemos hoy, producto de la explotación, ciertamente parece mas un castigo que una habilidad, que un elemento que nos desarrolle.
Dijo Marx sobre el trabajo en el capitalismo: "de esto resulta que el hombre (el trabajador), sólo se siente libre en sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y al atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en lo humano y lo humano en lo animal. Comer, beber y engendrar, etc., son realmente también auténticas funciones humanas. Pero en la abstracción que las separa del ámbito restante de la actividad humana y las convierte en un único y último son animales." (1)
Son millones en el mundo los que viven de un salario que apenas cubre las necesidades básicas. Y otros millones que ni siquiera eso. Este miedo al día siguiente... a no poder dar de comer a su familia, es un ancla que nos hunde.
Si lo pensamos desde lo que dijo Marx... se nos presentan varias cuestiones:
Por un lado: ¿Por qué no están incluidas dentro de las necesidades básicas, el acceso a las actividades "del ocio" (la cultura, el arte, el estudio)? El capitalismo nos lleva a una pelea a muerte por sostener la vida, por sobre vivir. A tener que pelear por un salario que nos permita comer, vestir. Es el mismo capitalismo el que nos quiere acostumbrar a una salud y educación que sólo se sostienen por el esfuerzo de sus trabajadores y que no alcanza. Nos tiene todo el tiempo contra las cuerdas pensando en el día a día sin permitirnos desarrollarnos como personas mas ampliamente. Y eso, señoras y señores, es lo que les conviene para mantener el orden de las cosas. Limitar nuestras aspiraciones.
Por otro lado: tenemos también otro sector de trabajadores. Que tienen una cierta estabilidad que les permite tener un salario "mejor". Que para ganarlo, seguramente, deben dejar la mayor parte de su vida en el trabajo. Sin disfrutar de su familia ni de otros aspectos de su vida. Para quienes el cansancio y la fatiga son lo que les queda luego de las jornadas laborales.
Por ultimo:estos amplios sectores, no sienten como propio el derecho al acceso a determinadas formas de esparcimiento. Y junto con esto convive un prejuicio extendido sobre qué sectores tienen derecho a la diversión y cuáles no. Como pudimos ver de manera brutal en el posteo del dueño de un restaurante de San Clemente, que publicó la foto de una cuenta de una comida con la tarjeta que una familia uso para pagarla (una tarjeta de la AUH). Se burlaba diciendo: ""No sabía que eran para comer en un restaurante". Y nos terminamos creyendo que es así, o por lo menos, no lo cuestionamos.
Mejor, pensémoslo al revés. Como el lema de la agrupación de mujeres Pan Y Rosas:
No peleamos solo por el derecho al pan, también peleamos por el derecho a las rosas
El reparto de las horas de trabajo
La consigna del FITU sobre el reparto de las horas de trabajo, tiene un objetivo inmediato que es el de dar respuesta al problema del desempleo, a la vez que se busca mejorar las condiciones de trabajo y limitar la jornada laboral. Pero tiene otro aspecto muy profundo, que tiene que ver con el derecho al "ocio". Donde se busca darle el tiempo y condiciones materiales al trabajador para que pueda acceder a otras actividades que lo estimulen y le permitan desarrollarse en todas sus potencialidades. ¿Cuántos artistas, escritores, músicos, pintores, estan aplastados por un trabajo extenuante? ¿Cuántos científicos, inventores, lo que sea, estan escondidos dentro de cada uno?
Debemos ver detrás de cada privilegio, un derecho para todos.
Plantearnos y problematizar no sólo, que queremos vivir, sino tambien el cómo y para que. Sumarle a nuestras peleas cotidianas una perspectiva que nos separe de las necesidades mas básicas que compartimos con el resto del mundo animal. Aspiraciones humanas, de un mundo que merezca ser vivido. Para nosotros, nuestros hijos, y las generaciones que vendrán.
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(1) " (...) ¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo." Karl Marx, manuscritos economicos y filosoficos 1844