Se acerca el aniversario de la noche negra de Iguala. “Se lo advertimos, le dijimos al presidente que no queríamos llegar al año”, asegura el padre de uno de los normalistas desaparecidos, poco antes de anunciar que la movilización del 26 será “más grande que la del 20 de noviembre del 2014”.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Martes 1ro de septiembre de 2015
El día de ayer, el Comité de Padres de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, que se trasladó al Distrito Federal, tuvo una intensa jornada de actividades.
Una parte acudió a las instalaciones del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, en donde, junto a varias organizaciones sindicales, de derechos humanos y políticas realizaron un foro en donde discutieron la elaboración de un Contra informe de gobierno, en respuesta al exitismo anunciado por Enrique Peña Nieto para, éste, su tercer año de gobierno. Dicho acto será en Monumento a la Revolución por la noche.
Allí mismo, en representación del Comité, uno de Padres demandó que las convocatorias a la unidad en torno a su demandas, se traduzcan en medidas más efectivas a casi un año de los lamentables hechos de Iguala.
Por su parte, otro grupo de padres acudió a las instalaciones de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde acudieron a un foro en la Facultad de Filosofía y Letras, a un mitin en la facultad de Medicina y, finalmente, a una asamblea en la Facultad de Ciencias, a la que se dieron cita estudiantes de decenas de escuelas tanto de la UNAM como del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
A esta última reunión, acudieron también integrantes del comité 68 y durante la misma, se discutió sobre la importancia de vincular estas dos importantes fechas con un eje común: En Ayotzinapa como en Tlatelolco, “fue el Estado”.
Durante el día, los padres hicieron diversos llamados, quizás el más significativo fue el que hicieron para salir a marchar este próximo 26 de septiembre enarbolando la consigna que cohesionara todas las movilizaciones durante estos once meses: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
Anunciaron que esperaban que esta movilización, a un año de la desaparición de sus hijos, fuera más numerosa que la marcha del 20 de noviembre pasado, en donde se contaban por miles las personas que salieron a marchar y que contó con la importante participación de diversos sindicatos y sectores en lucha, como Atenco y el IPN, que en ese entonces seguía viviendo el proceso en contra del cambio al Reglamento Interno y por la democratización del Instituto.